El 9 de marzo de 2011, los lecheros colombianos se reunieron en la Plaza de Toros, en Bogotá, por la defensa de la cadena láctea, a la llamada de la Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria (ANSA).

A las doce, empezaron a marchar alrededor de 3.500 indígenas, campesinos, pequeños y medianos productores de leche colombianos, así como jóvenes, preocupados por la situación de la producción de leche en el país. Vinieron de todos los departamentos de Colombia para rechazar los proyectos iniciados por el gobierno y las instituciones mundiales en el sector lácteo.

En efecto, la aplicación del decreto 616 sobre los requisitos sanitarios exigidos por la Organización Mundial del Comercio, así como el decreto 3411, que prohíbe el transporte, la distribución, el comercio y el consumo de la leche en cantina, a partir del presente mes de marzo, ponen en peligro la cadena láctea popular colombiana y favorece las grandes compañías, las multinacionales con posición dominante en el mercado.  Prohibir la leche cruda, de cantina, como lo subrayan los manifestantes, es acabar con más del 60% de los 473.000 ganaderos del país que producen leche, con 580.000 empleos directos que forman la cadena de trabajadores, manejando la producción de leche fresca.  Asimismo, pone en peligro al 43% de la producción diaria de leche colombiana. “ Este volumen de leche en cantina es muy apetecido por el oligopolio que controla el 85% de la leche industrial en Colombia y asediado por las importaciones y el contrabando de lactosuero y leche en polvo.” dice la ANSA.

Además de negar las calidades nutritivas y el sabor autentico de la leche cruda, estas medidas desequilibran la autosuficiencia de la producción nacional de leche, generada por los pequeños y medianos productores.

En la misma idea, los lecheros rechazan la aplicación de los Tratados de Libre Comercio (TLC) con Europa, los cuales abren el mercado nacional a la competencia de las firmas multinacionales, para quienes Colombia representa una mina de leche, una fuente de ganancias. Estos mismos TLC firmarán así la hecatombe de la economía nacional.

Por otro lado, la gente manifestó sus inquietudes con respecto al precio de la leche, la venta de insumos, de lactosueros y subproductos fabricados con emulsiones que causan graves riesgos a la salud humana.

Al ritmo de las consignas tales como “viva la unidad láctea nacional” o “fuera multinacionales de Colombia”, la marcha llevó estos mensajes desde la Plaza de Toros hasta el Ministerio de Agricultura, donde hablaron representantes de las diferentes organizaciones, de los pueblos indígenas y de los campesinos, con el objetivo de presionar al gobierno y obtener la validación de las reivindicaciones. El líder indígena Taita Lorenzo Muelas, incitó en su discurso a seguir con la producción propia que realizan las comunidades y los pequeños sectores; y denunció la calificación de “ ilegales” que dio el gobierno a los indígenas, campesinos y trabajadores de la leche. Para él, los ilegales son las empresas extranjeras del capitalismo salvaje, los conquistadores que humillan y explotan al país.

Finalmente, el Taita Lorenzo Muelas llamó a la “unidad para vencer al enemigo que es el sistema capitalista”, asunto emanado de la responsabilidad del pueblo.

Frente a la presión de la marcha, en horas de la tarde, el gobierno aceptó recibir una comisión formada por varios representantes de los lecheros, para tratar los cinco puntos puestos en relieve por los manifestantes: los decretos sobre la leche de cantina, los tratados de libre comercio, el precio de la leche, la venta de insumos y los lactosueros.

Un par de horas después la comisión salió, y con carta firmada por el Ministro de Agricultura y el Ministro de Protección Social en mano, con el siguiente anunció: “a partir de mañana continúa la leche de cantina!”  Pasada la ola de alegría, se explicó: Los ministerios reconocieron que el decreto vigente no corresponde a la realidad del país y se va a re-estudiar todo el proceso en cuanto a este punto. “El tratado esta muerto” afirmó la comisión. Sin embargo advirtió: “tenemos que estar alerta durante todo este periodo (de re-estudio).

Informó la comisión que el ministerio recogió las inquietudes en cuanto a los lactosueros y reconoció el comercio de leche falsa que se ha montado en Colombia y en que están involucradas firmas multinacionales. De la misma manera se mostró preocupado por los capítulos de los TLC  relacionados con la leche, y se comprometió para revisar el tema, así como la resolución sobre la venta de insumos. En repuesta al precio de la leche, parece que el tema será tocado más adelante.

A pesar de estas respuestas, los productores, como lo expresó Ari Sanchez del Movimiento Agropecuario Nacional, se preparan a reunirse para sacar una solución y traerla al ministerio en las mesas de trabajo.  La cadena láctea está convencida de seguir luchando por hacer valer sus propuestas y no dejarse engañar. El movimiento no se acabará con una sola marcha, aun más cuando se habla de extender la lucha a las otras dificultades enfrentadas por los agricultores.

¡La leche de cantina no mata, el hambre sí!

Tejido de Comunicación de la ACIN