Las autoridades, organizaciones indígenas y afrocolombianas, desde hace muchos años han librado una gran lucha por la exigencia y reivindicación de sus derechos, entre ellos el derecho a la tierra. Es así como en el año 2007 después de innumerables exigencias y reclamos, el gobierno nacional entregó la finca San Rafael, al cabildo indígena de Toribío, ubicada en cercanías del municipio de Buenos Aires, Cauca.

La finca San Rafael había sido solicitada en repetidas ocasiones al gobierno nacional por las comunidades afros de este sector para ampliación territorial de las comunidades afros, sin embargo, hábilmente y con otras intenciones, el gobierno nacional no dudó en entregar esta finca a las comunidades indígenas.

Desde la entrega de esta propiedad se generaron desacuerdos entre los indígenas ubicados en la finca y los compañeros afros de la comunidad de Mazamorrero cercana a la finca.  Estas inconformidades y divisiones fueron alimentadas por el gobernador departamental de ese entonces Juan José Chaux Mosquera, quien  después de la entrega de la finca a las comunidades indígenas declaró este territorio como zona de comunidades afros, alimentaron así el odio y la confrontación entre afros  e indígenas.

Desde las autoridades indígenas y representantes de las comunidades afros se venían adelantando diálogos con el propósito de llegar a acuerdos favorables entre las partes, teniendo en cuenta que la entrega de esta finca se hizo con la intención de romper la unidad y generar la confrontación directa.

Sin embargo, el día domingo 21 de mayo en horas de la tarde, cuando comuneros y comuneras del cabildo indígena de Toribío se preparaban para iniciar una semana de labores en la finca San Rafael, fueron sorprendidos por un grupo de compañeros afros quienes los atacaron con armas blancas y de fuego.  De este hecho resultaron heridas trece personas y daños físicos a las instalaciones de la finca. En las últimas horas reportan tres comuneros más heridos a causa de las confrontaciones que han continuado. Las autoridades indígenas, representantes de las organizaciones afros, representantes de la personería y  mandatarios municipales de Santander de Quilichao y Buenos Aires se encuentran en el lugar de los hechos con el propósito de facilitar los diálogos  y acuerdos  entre las partes para solucionar a través del dialogo los inconvenientes y exigir cumplimiento a los verdaderos responsables.

“Nos duele que los compañeros afros estén siendo movidos por el histórico odio que promueven quienes quieren desaparecernos, no podemos permitir que entre  pobres nos sigamos matando, esta estrategia que han implementado los gobiernos sus instituciones y los grupos armados para acabar la unidad entre las organizaciones de base, la tenemos que terminar con el dialogo y la unidad entre las organizaciones hermanas”. Manifestó el consejero mayor de la ACIN.

Entrevista Walter Noscue gobernador cabildo indígena de Toribío sobre los hechos ocurridos en San Rafael.

 

Tejido de Comunicación ACIN