Las Autoridades Tradicionales y la comunidad del Pueblo Nasa, junto a las comunidades campesinas, afectadas por la guerra, hablamos a los colombianos y colombianas con dolor e indignación, rechazando todo acto de violencia que genera desarmonía en el territorio y atenta a nuestro planes de vida. 

Especialmente rechazamos las acciones de los actores armados que imponen la fuerza de las armas causando muertes, desplazamientos, sembrando terror en nuestros territorios. Pero también hablamos con la fuerza que da la resistencia milenaria, la unidad y con la esperanza de que las comunidades podemos construir caminos de paz y lograr que estos se han respetados y reconocidos.
 
Una vez más denunciado que en el Norte del Cauca se ha venido presentando una creciente intensificación de conflicto político armado. Los territorios se han convertido en escenarios de guerra, las violaciones a los derechos humanos y el DIH van en aumentado; es necesario señalar que a pesar del aumento de la militarización, los hostigamientos por parte de la guerrilla, los asesinatos, el reclutamiento de niños y niñas, las minas son constantes. Solo en lo corrido en este año 2012 han muerto como causa del conflicto político armado 18 personas, 4 mujeres  y  14 hombres  y se registran más de 118 eventos de violación a los derechos y DIH. Esto es una muestra más que la guerra no va parar con estrategias de fuerza. 
 
En el Municipio de Miranda desde el mayo estamos viviendo una creciente militarización de la vida, estamos sufriendo el Plan de Consolidación Territorial que a sangre y fuego se impone en nuestros territorios, estamos viviendo la imposición de un proyecto revolucionario militarista que no respecta nuestras decisiones, que atenta contra nuestra organización y autonomía. 
 
A partir del 12 de mayo de 2012 cuando se inician los combates entre el ejército nacional y la guerrilla de las FARC, más de 95 familias, 234 personas, de la comunidad de Monte Redondo y Caraqueño se ven obligadas a desplazarse a finca “Las Palmas”, sitio de asamblea permanente. Las comunidades de Monte Redondo todavía se encuentran en el sitio de asamblea permanente “puesto de salud”, ya que no pueden volver a sus casas, por los constantes enfrentamientos.
 
La situación de conflicto, ha generado otras graves consecuencias: han sido asesinadas 2 personas, otras 2 personas han sido heridas, 10 personas de la comunidad indígena y campesina han sido víctimas de amenazas, se han destruido decenas de bienes civiles, se ha violado el derecho a la educación de más de 1000 niños y jóvenes de las Instituciones educativas  y sedes de Monte Redondo y Cabildo, se han afectado las actividades agrícolas, por que las familias no puede trabajar en sus huertas. Los actores armados han convertido las viviendas, escuelas, puestos de salud, en trincheras. Se ha instaurado un ambiente de miedo y zozobra permanente. 
 
Esta situación obedece a:
 
1. El Plan de Consolidación Territorial que se impone como estrategia que combina “desarrollo armado y humanitarismo armado”, por medio del cual los recursos públicos destinados a atender las urgencias humanitarias, garantizar los derechos sociales y el desarrollo de infraestructura, pasan a través de los batallones, con la clara intención de involucrar a las comunidades civiles en la estrategia de guerra. 
 
2. Obedece a un modelo de desarrollo económico extractivo, que pretende que los territorios de los indígenas, campesinos y afros estén al servicio de intereses económicos de las multinacionales. Un modelo de neocolonización minero energético, de expansión de agro combustibles y de expropiación territorial. 
 
3. Obedece a un gobierno que ha subordinado la ley y sus propios intereses económicos al sostenimiento de la guerra y de las mafias económicas militares que la promueven. Un gobierno sin voluntad para resolver problemas estructurales como la desigualdad social, la inequidad en la distribución de la tierra, incapaz de brindar alternativas reales a los cultivos de uso ilícito. Un gobierno sordo y prepotente que cree tener la llave y la decisión de la vida de toda una nación. Que no escucha las voces de las comunidades que reclaman que se pare la guerra y se busque caminos de paz.
 
4. Y también responde a una guerrilla que ha perdido su sensibilidad real frente al dolor de las comunidades, que no respeta otros proyectos diferentes al suyo por responder a la inmediatez de la guerra, colocando en decadencia su propio proyecto político por el interés de mantener su aparato militar. 
 
Nuestra posición
 
En consecuencia con los Mandatos y las resoluciones definidas por los congresos zonales y regionales reiteramos que nuestra posición es por la consolidación de caminos de paz, por tanto exigimos parar la guerra y abrir propuestas para una salida dialogada y negociada al conflicto armado interno. 
 
Convocamos al gobierno nacional y a las FARC a realizar los diálogos humanitarios ya con las siguientes exigencias: el respecto a la autonomía y territorio de los pueblos indígenas, acabar con la violencia sexual a mujeres y niñas, terminar el reclutamiento de menores e indígenas, detener la siembra de las minas antipersonales en el territorio y el uso de bombardeos y ametrallamientos indiscriminados, y se evite el desplazamiento forzado.
 
En ejercicio de nuestra autonomía  a partir de la fecha  reactivaremos las mingas de control territorial que permita en el cuidado de nuestra madre tierra y de nuestra comunidad.  Realizaremos control territorial en los sitios sagrados bajo la responsabilidad de la guardia indígena, cabildo, juntas de acción comunal. Coordinaremos las mingas de recorrido territorial para visitar las familias  y consultarlas respeto a los cultivos de uso licito, se realizaran acciones para retiro de los campamentos y las bases militares. Haremos mingas  para hacer cumplir  el DIH  exigiendo  el retiro de los actores armados de los sitios como viviendas, escuelas, puestos de salud y sitios de asamblea permanente. 
 
Hacemos un llamado a los organismos de derechos humanos para que denuncien la violación de los derechos humanos y el DIH que ocurre en nuestros territorios. A las organizaciones sociales para que en conjunto resistamos y propongamos una salida dialogada al conflicto armado y exijamos verdad, justicia y reparación. 
   
 “Cuenten con nosotros para la paz y no para la guerra”
AUTORIDADES INDÍGENAS DEL CAUCA – ACIN – CRIC