El general retirado de la Policía colombiana Mauricio Santoyo, fue condenado por una  Corte de los Estados Unidos a 13 años de prisión y 150 mil dólares de multa por su relación con grupos paramilitares. Santoyo como se sabe fue el jefe de seguridad del  ex presidente Álvaro Uribe Vélez, había sido además jefe del Gaula de Medellín entre 1996 y 1999 cuando Uribe era el gobernador del departamento de Antioquia y luego fue comandante del Cuerpo Élite Antiterrorista en esa misma ciudad entre el 2000 y el 2002.

 
Los hechos investigados por una Corte de Virginia ocurrieron entre octubre de 2002 y el 28 de noviembre de 2008 puesto que la legislación norteamericana tipificó el delito de colaboración con grupos terroristas apenas desde el año 2001. Santoyo aceptó ante la Corte del Estado de Virginia que interceptó ilegalmente líneas telefónicas para luego entregar información a los paramilitares. El ex general admitió que colaboró en el traslado de oficiales afines a la causa paramilitar a zonas en las que actuaban los grupos paramilitares y también reconoció que alertó en varias ocasiones a los jefes paramilitares sobre operaciones nacionales e internacionales anti drogas. Como jefe de Seguridad de Uribe, Santoyo estuvo desde el año 2002 y hasta el año 2006. Se presume que desde el año de 1996 Santoyo colaboraba con los grupos paramilitares. Como se recordará Santoyo fue denunciado penalmente por la interceptación de teléfonos de defensores de Derechos Humanos y líderes sociales. Más de 1800 interceptaciones ilegales fueron denunciadas en la ciudad de Medellín. Algunos de los líderes sociales y de Derechos Humanos a quienes de manera ilegal se habían hecho esas interceptaciones fueron asesinados o desaparecidos.
 
A pesar de las denuncias que se hicieron en aquellos años Santoyo fue absuelto por la Justicia colombiana aún en los más altos tribunales judiciales. El Consejo de Estado como se recordará, con ponencia del hoy procurador general de la nación Alejandro Ordóñez, le levantó la sanción que le había impuesto la Procuraduría y de ésta manera Santoyo escaló posiciones hasta llegar al grado de general y en tal condición llegó a ser Jefe de Seguridad de la Presidencia de la República. De acuerdo con el fiscal norteamericano que acusó a Santoyo, Neil H. MacBride, Santoyo Velasco recibió sobornos a cambio de colaborar con las operaciones de narcotráfico hacia Centroamérica y Estados Unidos realizadas por la llamada “Oficina de Envigado”, dar información sobre investigaciones judiciales en contra de quienes estaban al frente de esa empresa criminal realizadas Inglaterra, Colombia y Estados Unidos; interceptar comunicaciones de manera ilegal para favorecer a los narcotraficantes; facilitar el traslado de agentes de la Policía proclives a tolerar el negocio de las drogas; proveer información de inteligencia recopilada por la Policía colombiana sobre los traficantes de drogas, varios de los cuales fueron asesinados.
 
Lo primero que llama la atención es el alto grado a que llegó la infiltración paramilitar durante los ocho años del gobierno de Álvaro Uribe Vélez. Su jefe de Seguridad estaba en la nómina de los paramilitares y trabajaba de la mano de Carlos Castaño según lo manifestó Salvatore Mancuso y también Juan Carlos “El Tuso” Sierra. No olvidemos que al lado de Santoyo estaba también el “buen muchacho” Jorge Noguera, director del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, Policía política dependiente directamente como Santoyo del entonces presidente Álvaro Uribe. Como se sabe la Corte Suprema de Justicia condenó al buen muchacho a 25 años de cárcel entre otros delitos por haber colaborado con los paramilitares en el asesinato del profesor y sociólogo Alfredo Correa de Andreis en la ciudad de Barranquilla.
 
Lo que aún no sabemos es qué tanto confesó Santoyo a las autoridades norteamericanos que lo procesaron por colaborar con una organización terrorista y no por narcotráfico que le hubiese significado una pena más alta. Varios generales del Ejército, también de la órbita Uribista, han sido señalados por los paramilitares y concretamente Juan Carlos “El Tuso” Sierra ha mencionado al general también en retiro Mario Montoya y al general de la Policía Luis Alberto Moore quienes se desempeñaban por la misma época que Santoyo en Medellín. El general Mario Montoya era el comandante de la IV Brigada y Moore estaba en la Policía Metropolitana de Medellín. “El Tuso Sierra” en versión a Justicia y Paz señaló que “se trabajaba en llave con el CTI, la Fiscalía, El Ejército, el DAS y la Policía”.
 
Finalmente hay que señalar que la penetración e infiltración de la criminalidad en Medellín y en el Departamento de Antioquia continuó su marcha sin que hasta el momento el Estado haya realizado realmente un proceso de investigación que permita el rescate de las instituciones de manos de los grupos criminales y del narcotráfico. Precisamente por ello el actual Gobernador del departamento ha planteado en una reciente entrevista de la Revista Semana que es necesario para enfrentar el problema de la criminalidad en Medellín  la conformación de cuerpos élite de la Fiscalía y la Policía a lo cual habría que agregar también al conjunto del poder judicial. Fajardo cree que la única manera de enfrentar con éxito el tema de la criminalidad y de los combos requiere de una intervención  estatal que abarque también un proceso psicosocial, alternativas educativas y un programa de generación de ingresos así como un eventual proceso de sometimiento a la justicia para las bandas que azotan la tranquilidad ciudadana en Medellín y en el Valle del Aburra. Por ello es altamente preocupante el cambio operado en la  Corte Suprema de Justicia en donde las investigaciones contra la criminalidad del paramilitarismo y la parapolítica parecen estancadas. El caso Santoyo como el caso Noguera, muestran hasta dónde llegó la infiltración mafiosa durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
 
Edición N° 00334 – Semana del 21 al 27 de Diciembre de 2012
 
Pedro Santana Rodríguez
Presidente Corporación Viva la Ciudadanía