Las torturas cometidas durante la era Bush fueron más brutales y extendidas de lo que el Gobierno de EEUU había informado. La alimentación por vía rectal o la asfixia simulada formaban parte de estas prácticas.

 

La Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés) encargó a una empresa privada de psicólogos que torturara a sus prisioneros para conseguir información sobre los planes terroristas, según un informe del Senado de EEUU sobre las actividades de la agencia bajo el Gobierno del presidente George W. Bush.

La CIA pagó 80 millones de dólares por esta subcontratación de sus actos de tortura. Además, el programa de “interrogatorio intensificado” fue “mucho más brutal” de lo que la agencia informó y no logró obtener información que desbaratara amenazas, según mostró un informe del Senado estadounidense dado a conocer este martes.

El texto afirma que la CIA engañó a los políticos y al público respecto al programa, que empezó a desarrollarse a partir de los ataques terroristas de 2001. El informe se publicó tras una investigación de cinco años de la Comisión de Inteligencia del Senado sobre el programa, que buscaba lograr información sobre la red al Qaeda y otros presos que estaban encarcelados en unidades de detención alrededor del mundo.

El documento examina la detención secreta de 119 personas fuera de EEUU

“Este documento examina la detención secreta de la CIA fuera del país de al menos 119 individuos y el uso de técnicas de interrogatorios coercitivas, en algunos casos prácticándose la tortura”, dijo la jefa de la comisión, Dianne Feinstein.

La CIA y muchos altos funcionarios gubernamentales de Estados Unidos han dicho que el programa era eficaz y que impidió varios complots terroristas. El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha admitido que las duras técnicas utilizadas no ayudaron a luchar contra el terrorismo.

“No podemos dejar nunca saber al mundo qué os hemos hecho”

El documento recoge como la Agencia Central de Inteligencia estadounidense usó amenazas sexuales para interrogar a sospechosos de terrorismo detenidos en cárceles secretas e incide en que no fue efectivo y nunca produjo información que llevara a desbaratar complots inminentes, según un informe de la Comisión de Inteligencia del Senado dado a conocer el martes.

El informe dijo que la CIA engañó a los políticos y a la opinión pública sobre el programa, buena parte del cual fue desarrollado, operado y llevado adelante con asesoramiento de dos contratistas externos. “Uno de los interrogadores le dijo a otro detenido que nunca irían a juicio porque ‘no podemos dejar nunca saber al mundo qué os hemos hecho‘”, relata el informe, que también detalla como “agentes de la CIA amenazaron al menos a tres detenidos con hacer daño a sus familias, incluyendo a los hijos de un detenido y amenazando con abusar sexualmente de la madre de otro, y ‘rajarle la garganta a su madre'”.

El informe del Senado describe asimismo la asfixia simulada practicada al reconocido como cerebro del 11-S, Khalid Shaikh Mohammed, así como a otros detenidos, definidos como “series de ahogamientos” que en muchas ocasiones les producían vómitos.

El informe detalla la muerte por hipotermia de un hombre torturado en 2002

Otros ejemplos específicos de brutalidad en los interrogatorios de la CIA citados en el informe incluyen la muerte por hipotermia en noviembre de 2002 de un hombre que fue mantenido parcialmente desnudo y encadenado al suelo de cemento de una prisión secreta de la CIA.

A algunos prisioneros se los mantuvo sin dormir durante 180 horas, a veces con las manos atadas sobre la cabeza, y se les practicó “alimentación e hidratación por vía rectal” sin ninguna documentación médica para realizar el procedimiento.

La ONU pide “llevar ante la Justicia” a los implicados en las torturas

El relator especial de Naciones Unidas contra el Terrorismo y para los Derechos Humanos, Ben Emmerson, ha instado a “llevar ante la Justicia” a los implicados en las torturas descritas en el informe que la Comisión de Inteligencia del Senado de Estados Unidos ha publicado este martes sobre el programa de interrogatorios de la CIA.

Emmerson ha considerado que “el informe difundido esta tarde confirma la sospecha de la comunidad internacional de que hubo una política orquestado a alto nivel dentro de la Administración de George W. Bush que permitió cometer sistemáticamente crímenes y violaciones del Derecho Humanitario”.

“Estados Unidos está legalmente obligado a llevar a los responsables ante la Justicia”

“El Derecho Internacional prohíbe dar inmunidad a los funcionarios que han participado en torturas, lo cual no incluye solamente a los autores, sino también a los altos cargos del Gobierno estadounidense que concibieron, planearon y autorizaron estos crímenes”, ha recordado.

En esa línea ha subrayado que “Estados Unidos está legalmente obligado a llevar a los responsables ante la Justicia”, ya que es uno de los firmantes de la Convención contra la Tortura y contra las Desapariciones Forzosas, “que obligan a perseguir estos actos cuando haya evidencias suficientes”.

Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) también han reclamado que los responsables de las “torturas” llevadas a cabo por parte de la CIA sean llevados ante la justicia. En un comunicado, Amnistía ha considerado que el informe es “un duro recordatorio de la actual impunidad por las muchas abominables violaciones de los Derechos Humanos perpetradas en nombre de la ‘seguridad nacional”.

 

http://www.publico.es/internacional/560740/la-cia-pago-80-millones-a-psicologos-privados-para-que-torturaran-a-sus-prisioneros