Publicamos un artículo que habla por sí mismo. Está tan lleno de inconsistencias y errores que es difícil saber por dónde empezar a responder. Por eso nuestra decisión como Tejido de Comunicación ACIN, es publicarlo para que sea nuestro trabajo el que hable y nuestros lectores los que opinen. “Basta con una boca inoportunamente abierta para que naufrague un navío”. Proverbio chino sobre la sabiduría del silencio y la prudencia al hablar.

 

Conflictos en el movimiento indígena caucano

Efraín Jaramillo Jaramillo/Colectivo de Trabajo Jenzera

En mayo de 2010 el tejido de comunicación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN, publicó un artículo titulado  “Estrategias para dividir al movimiento indígena.”( ). Ignoro las razones que condujeron a la ACIN a ventilar públicamente un tema que se venía hablando sólo en corrillos de versados en esta materia, percibo sin embargo, que al hacer públicas las discrepancias que se presentan al interior de las organizaciones, se está convocando a un debate y deduzco en consecuencia, que es de buen recibimiento emitir un concepto sobre este escrito. En mi caso voy a hacer una serie de observaciones al respecto. Pero además de comentar el artículo, me atrevo a señalar desarrollos de este espacio de información y opinión del mundo indígena, que a juicio de muchos amigos de los indígenas, son desacertados.

Considero atinado y acojo con beneplácito que la ACIN, haciendo gala del lema de su órgano de comunicación “para la verdad y la vida”, no reserve los problemas y menos que tuerza la realidad, como nos tienen acostumbrados muchas organizaciones sociales y políticas, para las cuales lo principal es mostrar una radiante y favorable imagen hacia fuera, así se estén reventando por dentro.

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Una primera apreciación sobre el tejido de comunicación de la ACIN es que muchas de sus noticias ya contienen una opinión. De esta manera la noticia no es una información imparcial, pues está editada por las ideas y posturas ideológicas del que la emite. No se establece una diferencia entonces entre información y opinión. La información requiere objetividad. La opinión es diferente, es subjetiva, es una valoración de la información. Ambas, información y opinión son indispensables para orientar la acción. No obstante no es procedente, en términos de la comunicación, fusionarlas sin distinguirlas.  

Una segunda apreciación sobre este órgano de comunicación, se refiere al estilo de generar comunicación, que ha venido evolucionando desventajosamente en detrimento de la comunicación hacia las comunidades y organizaciones indígenas, dándole más prioridad a las relaciones externas. Esta evolución estaría plenamente justificada si lo que se persigue es ganar amigos afuera y capitalizar apoyos que tanto necesitan las organizaciones, solidaridades aún más necesarias en la era Uribe. Pero lo que es desafortunado en términos de la comunicación es que sus opiniones sean impetuosas, por no decir intransigentes. Sus convicciones son imperiosas, inapelables, pues parece ser que los editores suponen que de no proceder así, este medio de comunicación luciría inseguro y débil, lo que le restaría credibilidad, como es el caso de órganos oficiales de los partidos. Esto, unido a una imponente capacidad para discurrir sobre todos los temas posibles, los divinos y los humanos, partiendo de férreas posiciones ideológicas (‘a prueba de balas’) conduce al dogmatismo, a una constricción del diálogo y a la desvalorización de otras voces, lo que no favorece una formación crítica, no fomenta capacidades analíticas, no promueve la interculturalidad, ni el desarrollo de una cultura política diferente, ni el manejo de las relaciones con otros sectores sociales, con los cuales mantienen diferencias culturales y políticas, aunque comparten similares condiciones de exclusión…Continuar leyendo el documento