Diversos movimientos ambientalistas y campesinos alertan sobre los impactos generados por  el modelo de producción, en aspectos como: cambios en uso y concentración de la tierra en pocas manos, el control  privado del agua, la disponibilidad y acceso de los alimentos básicos en el mundo, lo cual  afecta la soberanía alimentaria de los productores y consumidores de los países del sur. Ahora el modelo  productivo de agrocombustibles está  imponiendo el reordenamiento en las políticas globales y en inversiones; debido a la escaseas de producción de combustibles fósiles y como mitigadores del calentamiento global.

Este  tipo  de  tecnologías  energéticas  se  ha venido  desarrollando  desde  hace  varias  décadas  en  países  como  BRASIL,  MEXICO,  ESTADOS  UNIDOS,  y  más  recientemente  en  los  países  del  SURESTE  ASIATICO,  para  la  producción  de  agrodisel.  Sin  embargo en  los  últimos  años  adquiere  una  dimensión  global.  Cuando  precisamente  ESTADOS  UNIDOS  Y  EUROPA  toman  la  decisión  de  apoderarse  de  gran  parte  de  la  materia  orgánica  del  planeta.  Esta  política  energética  transformará  todo  el  sector  rural  e  incluso  profundizara  los  impactos  ambientales  de las  ya  limitadas  áreas  naturales  protegidas  del  planeta.

Existen  estudios  muy  serios  que  pronostican  que  la  producción  de  agrocombustibles  es  totalmente;  en  aspectos  ambientales,  en  el  balance  de  los  agroecosistemas  y  en  los  aspectos  socioeconómicos  de  las  comunidades  rurales;  mas  no  sea  la  solución  respecto  al  calentamiento  global,  como  se le  quiere  hacer  saber  a  la  población  mundial.   Nuestro  gobierno  no  ajeno  a  esta  realidad impulsa  la  agenda  global  impuesta,  pues  se  han  aprobado  algunas  leyes  como  son:  la  ley  639/2001,  sobre  las  producción  de  alcohol  carburante;  el  estatuto  de  desarrollo  rural;  la  ley  forestal,  declarada  inexigible;  y  el  plan  nacional  de  desarrollo  2007 – 2010  entre  otros;  en  las  cuales  se  crean  condiciones  favorables  a  los  grandes  inversionistas  del  negocio   de  los  agrocombustibles  (propietarios  de  los  ingenios),  y  en  el  caso  de  la  palma  aceitera  a  los  inversionistas  palmicultores.  Este  mensaje  quiere  entregar  a  las  poblaciones  rurales,  elementos  fundamentales  del  debate  internacional  y  nacional.

[ Autor: Danilo Ortiz – Escuela de Comunicación zona norte del Cauca – Grupo Semillas]