En Colombia existen recursos minerales en todo el territorio, de norte a sur y de oriente a occidente. En el Norte del Cauca los gobiernos nacional y departamental desarrollan con el sector privado preparativos para entregar la región a las multinacionales, con el TLC, a través de Megaproyectos extractivos y de Infraestructura, expresados en la “Agenda Interna para la Productividad y Competitividad del Cauca”, en la cual se incluye la actividad de la exploración y explotación minera.

 

Entre los territorios en concesión se encuentra la totalidad del municipio de Caldono y casi todos los municipios y resguardos indígenas del Cauca para empresas como la Sudafricana AngloGold Ashanti, con su extenso repertorio de violaciones de derechos humanos en todo el mundo, a la cual el Estado le condonará la administración del subsuelo del país junto a otras cuatro grandes empresas petroleras.

El pasado 07 de septiembre de 2009 el señor Héctor de Jesús Sarria interpuso una denuncia ante la Fiscalía de Buenos Aires, Cauca, con copias a la Procuraduría Provincial de Santander de Quilichao y la Procuraduría Agraria del Cauca, con el propósito de presionar el desalojo de familias mineras de la Comunidad Negra de La Toma, municipio de Suárez. El señor Sarria ostentaba la concesión No.BFC-021, otorgada sin previo consentimiento de la comunidad de Suárez, la cual ha realizado la minería artesanal tradicionalmente desde 1636 y que hoy está organizada en el Consejo Comunitario de La Toma.

Luego, el 05 de noviembre de 2009, durante la audiencia sobre “La situación de las comunidades afrocolombianas, indígenas y campesinas del Norte del Cauca” en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA en Washington, se presentaron pruebas de la grave situación, vulnerabilidad y amenaza de las comunidades mineras, campesinas e indígenas. Lo mismo se hizo el 10 de diciembre de 2009 en la audiencia pública “Por la defensa del territorio, la cultura y la dignidad de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas del Noroccidente del Cauca”. Allí la comunidad y las organizaciones de derechos humanos advirtieron de la presencia del grupo autodenominado Águilas Negras, responsable de la ola de amenazas que se había desatado desde el mes de octubre. Sin embargo, el pasado 08 de abril de 2010 fueron masacradas ocho (8) personas de la comunidad del municipio de Suárez.

Por el mismo tiempo el Ministerio de Minas ordenó a la Procuraduría Agraria que suspendiera la actividad minera de hecho, de la cual subsisten los pequeños y medianos mineros, declarando ilegal toda actividad extractiva que se desarrolle sin regularse de acuerdo con el código minero (Ley 685 de 2001). Sin embargo, al mismo tiempo se le dio patente de corzo a la multinacional Kedahda inscribiendo más de 188 solicitudes en 23 municipios del Cauca con más de 172 mil has., para que intervenga, sin mediar consulta previa con las comunidades, violando lo dispuesto en el artículo 330 de la Constitución Nacional, el convenio 169 de la OIT y la Ley 70 de 1993, y sin considerar los derechos de quienes han usufructuado los recursos por mucho tiempo, reconocido como derecho de prelación. Por el contrario, y al decir de funcionarios de la multinacional, “por las buenas o por las malas entramos a explotar”.

En el norte del Cauca hay un gran número de población indígena, la cual concibe el territorio como espacio de vida, como “La Gran Casa”; sus montañas y lagunas son consideradas sitios sagrados donde los mayores hacen conexión entre lo natural, lo humano y lo espiritual. Algunas comunidades para su sustento económico realizan el barequeo al igual que algunas comunidades Afro. Pero los impactos que se generan en la extracción aurífera artesanal son mínimos comparados con la explotación de la minería a gran escala, donde no solo se acaba con los suelos sino también con las fuentes de agua.

Reacción de las comunidades

En 1991 intervine la multinacional Hiliski, empresa Japonesa – Inglesa en el Resgurado Las Delicias. La comunidad del resguardo se movilizó hacia el cerro La Catalina y destruyó los mojones marcada por las multinacionales ganando así la pelea. En 1997 se conformaron las zonas mineras indígenas de Las Delicias, Canoas, Pitayo y Miranda.

Entre el 2000 y 2007 la comunidad de Las Delicias inició el proceso de derecho de prelación por ser titular de la zona minera indígena Delicias-Canoas.
En los años 2000, 2004 y 2008 hubo intervención de la multinacional Anglo Gold Ashanti Kedahda en los municipios de Buenos Aires (resguardo las Delicias cabecera municipal zona afro), Suarez (cabildo de Cerro Tigueras y 15 veredas más de zona campesina-afro), Sanatander (Reguardo de Concepción, Munchique, Canoas, Guadualito, sector Mondomo, Cascabel, San Antonio, Modomito), Caloto (Resguardo Huellas). En el 2007 se realizó una reunión de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca- ACIN y la multinacional Kedahda, para sentar posición política frente a la agresión territorial; luego en el 2008, el 12 de octubre, se movilizó la Gran Minga donde se propuso la siguiente agenda a caminar: Rechazar el TLC (Tratado de Libre Comercio, rechazar la política de seguridad democrática y el Plan Colombia, derogar la legislación de despojo, reformas constitucionales, plan de aguas, ley de cárnicos, reforma del código minero y el cumplimiento de acuerdos y convenios.

En este mismo año la comunidad de Las Delicias y los afros de la comunidad de Mirasoles expulsaron a la empresa Kosigo Risour del territorio. La comunidad afro de Munchique y la cabecera municipal retuvieron empleados de la empresa Kosigo Rissour y los sacaron del municipio. El día 23 de julio de 2008 la comunidad de Las Delicias y Mirasoles hicieron un pronunciamiento y denuncia pública en el Municipio de Buenos Aires con el gerente de Kosigo Risour; la autoridad tradicional, el alcalde municipal, el personero y los afros del municipio decidieron expulsar a la multinacional del municipio de Buenos Aires. En septiembre 10 y 11 de 2008 se realizó una movilización por el municipio de Buenos Aires, para ratificar la posición territorial frente a las multinacionales, con la participación de los resguardos de Munchique, Canoas, Corinto, Pueblo Nuevo Ceral, Las Delicias, Suárez, representantes de la ACIN y la Cooperativa Coomultimineros; como resultado salió una resolución en defensa del territorio afro-indígena.

Sin embargo, en 2009 nuevamente interviene la multinacional Kosigo Rissour en el municipio de Buenos Aires y Suárez. En la actualidad esta empresa está operando en Suárez y tiene estudios de exploración y explotación en Cerro de Tijeras, Pico de Águila, vereda del Cabildo de Cerro Tijeras. Al igual que la multinacional  Anglo Gold Ashanti, en la Zona Tierradentro, Zona Nororiente, Zona Occidente, Zona Oriente, Zona Centro y la Zona Costa Pacífica. Esta última tiene un total de 8.652.000 has. para exploración y explotación. Esta presencia de las multinacionales mineras está respaldada por un sinnúmero de operaciones militares contra los pobladores, tales como el Plan Colombia y el Plan Patriota, hoy Plan Consolidación y las operaciones de triste recordación “Reconquista del Macizo” (Santa Rosa, San Sebastián desde Septiembre/03); “Espada” (Patía, Balboa, Argelia desde febrero/06), “Oro Azul” (Corinto, Toribio -Tacueyó desde febrero/07), en todas ellas las comunidades fueron atropelladas, bombardeadas, ametralladas, apresadas y desplazadas con la acusación de ser “narcotraficantes o auxiliadoras de terroristas”. Fruto de esta ocupación masiva a los territorios quedan Batallones de Alta Montaña y Bases Militares Permanentes en zonas de reserva ambiental, lo cual ha generado graves violaciones a los Derechos humanos, la autonomía y el territorio de nuestras comunidades.

[ Autor: Bruma]