Queremos expresar nuestro saludo de solidaridad y apoyo a esta asamblea, hoy reunida para reafirmar las luchas por una nueva sociedad y frente a la injusticia social que afecta a nuestro continente.

Hermanas y hermanos de los pueblos del Caribe

Hoy más que nunca, se evidencia que las luchas de América continental y del Caribe enfrentan los mismos desafíos y requieren del fortalecimiento de nuestros lazos de unidad y solidaridad. El avance de la estrategia de militarización y criminalización de la protesta por parte de los centros de poder, como mecanismo de control de nuestra región, es una amenaza a la soberanía y a la autodeterminación. Esta estrategia se expresa en la instalación de bases militares, que históricamente han sido útiles a los intereses de EE.UU., como ocurrió con el golpe militar a Honduras y se ha intensificado en Haití, usando la ayuda humanitaria como excusa para aumentar el control y presencia militar.

Nos enfrentamos también a los efectos del cambio climático, que afectan en particular a nuestros pueblos y territorios y ponen en riesgo la existencia misma de las islas del Caribe. Esta situación es ocasionada por la irresponsabilidad de los países desarrollados, que no han asumido compromisos serios en materia de reducción de emisiones, reconversión de la matriz energética y transferencia de recursos para la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático. En este sentido, las demandas por soluciones reales a la crisis climática y ambiental basadas en la justicia climática son urgentes y necesarias y exigen nuestra movilización y articulación.
La desigualdad, la pobreza, el desempleo, la pérdida de soberanía alimentaria y el deterioro de las condiciones de vida son resultados de la aplicación del modelo económico, cuya implementación se intensifica a través de los Tratados de Libre Comercio, promovidos por los países desarrollados en nuestros países. Debemos continuar y fortalecer el rechazo y movilización conjunta, así como la solidaridad entre nuestros pueblos para denunciar y exigir a los gobiernos la suspensión de los tratados implementados y de las negociaciones de nuevos acuerdos.

Frente a los problemas que enfrentamos y al modelo económico surgen las alternativas desde los pueblos, hay vientos de esperanza en el Caribe como los cambios de gobierno en Trinidad y Tobago. Apoyamos a las compañeras y compañeros que participarán del nuevo gobierno e invitamos a las organizaciones y sociales a continuar fortaleciendo la agenda y las demandas de los movimientos sociales.

Reciban un saludo solidario y fraterno desde la Alianza Social Continental, esperamos continuar fortaleciendo los lazos que hemos construido históricamente y seguir luchando por la construcción de un nueva sociedad para nuestro continente.

Por la Secretaría de la ASC
Enrique Daza

 

[ Fuente: A S C ]