Una multitudinaria manifestación para recordar el día 12 de octubre tuvo lugar ayer lunes en la capital chilena. Convocada por la organización Meli Witran Mapu, estuvo marcada por la presencia de dirigentes mapuches, quienes insisten que tras la huelga de hambre, no se han solucionado los conflictos entre las comunidades y el Estado. Con el ánimo más fuerte que nunca, comuneros mapuches, diferentes organizaciones sociales y políticas marcharon ayer lunes para conmemorar un nuevo “Día de la Raza”, ocasión donde apelaron al respeto de los pueblos originarios. Aunque los mapuche encarcelados en Angol depusieron la huelga de hambre el viernes pasado, las comunidades consideran que el acuerdo alcanzado con el Gobierno no resuelve el fondo del conflicto ni da respuesta a sus demandas.

“Van a seguir habiendo presos políticos mapuches porque nuestra lucha no se va a detener, van a seguir habiendo niños, ancianos, werkenes encarcelados. Este es sólo un paso que han dado nuestros comuneros en un tremendo sacrificio físico, pero en ningún caso las negociaciones que se han obtenido son el fin de la lucha ni nada por el estilo. La nación mapuche va a seguir manifestándose día a día hasta conseguir la autodeterminación en el territorio que nos corresponde”, sostuvo el werkén Enrique Antileo, de la organización Meli Wixan Mapu, convocante a la marcha.

En la movilización se hicieron presentes representantes de la Alianza Territorial Mapuche, organización coordinadora de dirigentes mapuches, quienes apoyaron las protestas de los prisioneros, para que se consiga una salida política real al conflicto entre las comunidades y el Estado chileno. Jorge Calfuqueo, autoridad ancestral del Budi, señaló que “en la zona sur del territorio las comunidades siguen siendo militarizadas. Estamos pidiendo que nuestra demanda no se militarice y vamos a seguir hasta conseguir nuestro propósito”.

Los manifestantes indicaron además que confían en que las actuales generaciones de jóvenes sean en el futuro quienes comprendan y tengan la voluntad para lograr la verdadera paz entre los pueblos chileno y mapuche. La movilización terminó a los pies del cerro Huelén, frente al Archivo Nacional, con una concentración de los adherentes y un acto político y cultural, donde las diferentes organizaciones tuvieron la posibilidad de emitir sus ideas en diferentes discursos.  Hubo un punto en común y bastante claro, los conflictos culturales y territoriales entre el pueblo mapuche y el Estado chileno, con cientos de años de trayectoria, no se lograrán resolver en un par de meses.

Los participantes de la marcha respaldaron la huelga de hambre que llevó a cabo por casi tres meses una treintena de presos políticos, quienes exigían que no les continuaran aplicando la llamada Ley Antiterrorista, una herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990). También volvió a oírse la reivindicación de la lucha por sus tierras en el sur de Chile. Después de más de 80 días en huelga de hambre, los diez últimos comuneros que mantenían el ayuno en las cárceles de Angol y Victoria terminaron en el fin de semana con la medida que ponía en riesgo sus vidas.

“Estuvieron sin comer cerca de 90 días y nosotros, en este sentido, los saludamos, pero en ningún caso las nuevas concesiones que se han obtenido son el fin de la lucha”, remarcó el vocero de Meli Witran Mapu, Enrique Antileo. El próximo 2 de noviembre se hará un encuentro en Concepción entre algún representante de La Moneda, el arzobispo Ricardo Ezzati y la vocera de los comuneros, Natividad Llanquileo. El viernes último, el ministro del Interior de Chile, Rodrigo Hinzpeter, confirmó que serán recalificadas las querellas interpuestas contra los mapuches en las que se los acusa por delitos catalogados como “terroristas”.

http://www.azkintuwe.org/oct_0121.htm