En Colombia, los tres poderes del Estado y los diferentes actores del conflicto armado están realizando un genocidio a los Pueblos originarios. Masacres y desplazamientos forzados, secuestros, asesinatos impunes y montajes a los hermanos y hermanas indígenas son una constante en este país que se jacta de “democrático”. Este jueves 14 de octubre, asesinaron vilmente al comunicador indígena Rodolfo Maya, integrante del Tejido de Comunicación Indígena del Cauca.

VII ENCUENTRO DE COMUNICADORES INDÍGENAS DEL ABYA YALA

Las y los comunicadores indígenas y comunitarios reunidos en el X Festival de Cine y Video Indígena en Quito, Ecuador, del 6 al 11 de Octubre de 2010, provenientes de Chile, Argentina, Bolivia, Perú, México, Colombia, Venezuela, Guatemala, Panamá, Estados Unidos, Canadá, Honduras incluyendo la presencia de hermanas y hermanos de los Pueblos originarios del continente,  revisando una vez más la urgente situación de amenaza que ocurre sobre los pueblos, sus territorios y los procesos de comunicación que nos articulamos a ellos, declaramos:

Que entendemos y asumimos el compromiso de comunicar verdad para defender la vida,

Que  asumimos la comunicación y la creación audiovisual desde las realidades que hoy en día vivimos todos los Pueblos Indígenas del continente Abya Yala en nuestros territorios, donde nuestras vidas colectivas enfrentan diariamente modelos de agresión y planes de muerte disfrazados de “progreso” y “desarrollo”.

Denunciamos que una de las más graves situaciones de lucha desigual, marginación y exclusión que enfrentan los Pueblos Indígenas, ocurre sobre los derechos de  nuestros territorios. Las herramientas y acceso a tecnologías que tiene el sistema de comunicación occidental y sus grandes consorcios, son puestos al servicio del mercado global, mercantilizando los derechos humanos y colectivos, provocando que desde los medios se criminalice la lucha por la vida  y los territorios, las acciones de resistencia, las propuestas de diálogo y construcción de nuevas sociedades. 

Frente a esta situación, estamos con el derecho de defenderlo todo.  Para ello, las y los comunicadores indígenas y comunitarios asumimos el reto de comunicar con los medios y tecnologías que nos hemos apropiado, desde esas realidades y luchas todavía invisibilizadas.

Denunciamos la persecución  a los comunicadores y comunicadoras por parte de algunos gobiernos y de los grupos de poder  que atentan contra la libre expresión y pleno ejercicio  del derecho a la comunicación.

Repudiamos,  desde lo más profundo de nuestro de ser  indígena, los crímenes por parte de corporaciones multinacionales que invaden nuestros territorios ancestrales,  hacia las y los comunicadores indígenas y comunitarios, comprometidos con los procesos políticos y culturales de nuestras Naciones Originarias;  es lamentable que estos grupos de poder económicos y militares actúen bajo la complicidad de los gobiernos de turno y de la sociedad civil que se mantiene  silenciosa e indiferente ante el horror que ocurre  ante sus ojos.

Conminamos a los organismos y Sistema Internacional de Derechos Humanos y a las Naciones Unidas, a cumplir un rol activo y efectivo en la defensa, prevención y promoción de los Derechos a la comunicación, información y  Libertad de expresión de los Pueblos Indígenas, con el efectivo cumplimiento e implementación de las Normas Internacionales de Derechos Humanos, así como de la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. 

Demandamos que los organismos internacionales  aporten a los procesos de participación, reconocimiento y reparación de derechos, particularmente frente a aquellos estados que sistemáticamente continúan con políticas genocidas, colonialistas, racistas, de explotación, negación y de constantes violaciones a la libredeterminación.

A su vez, exigimos a los Estados apelamos a instancias de Derechos Humanos de la OEA y de la ONU, a generar aperturas de participación de los Pueblos Indígenas en el monitoreo sobre Derechos e  incorporar en sus estructuras un reconocimiento pleno indígena, contribuyendo a los procesos de descolonización y democratización del sistema internacional.  

En Chile, el pueblo Mapuche es calificado de terrorista por el solo hecho de reclamar derechos a tierras ancestrales y por defender sus territorios del avance de las empresas extractivas y energéticas. En las cárceles el sur del país, 34 presos políticos mapuches tuvieron que hacer una huelga de hambre de tres meses para lograr que el Estado tome las demandas de los prisioneros frente a una criminalización aberrante, con instituciones fácticas como la ley antiterrorista o enjuiciamientos con tribunales militares. Sin embargo, la nación Mapuche en su conjunto (Chile-Argentina) se levanto para defender a sus hermanas y hermanos encarcelados injustamente.   

En Colombia, los tres poderes del Estado y los diferentes actores del conflicto armado están realizando un genocidio a los Pueblos originarios. Masacres y desplazamientos forzados, secuestros, asesinatos impunes y montajes a los hermanos y hermanas indígenas son una constante en este país que se jacta de “democrático”. Este jueves 14 de octubre, asesinaron vilmente al comunicador indígena Rodolfo Maya, integrante del Tejido de Comunicación Indígena del Cauca. Estos Pueblos indígenas están en riesgo inminente de desaparecer, y cuando desaparece un pueblo indígena se extingue todo un mundo. Por eso celebramos que la Cumbre Continental de Comunicación Indígena se realice en territorio indígena de este país desde 8 al 12 de noviembre donde nos encontremos comunicadores indígenas y comunitarios para solidarizarnos con los pueblos originarios y proyectar la comunicación.

Estas situaciones tan terribles, se repiten en distintos países y atraviesan la vida los pueblos originarios del continente. 

Reafirmamos nuestro compromiso con nuestros principios milenarios, con la defensa de nuestros territorios ancestrales, la verdad, la justicia y la vida.

Caminamos hacia la continuidad de los pueblos y culturas originarias, desde la construcción de modelos y sistemas de comunicación auténticos, autónomos, que partan desde el pensamiento ancestral acerca de la comunicación y caminen hacia la construcción de vida digna y Buen Vivir.