Como se ha hecho costumbre en los últimos años, el gobierno decretó un mísero aumento salarial de $583.oo diarios. De esa forma, el dúo Santos-Garzón sirvió la mesa al capital y burló los anhelos de los trabajadores. El decreto fue antecedido por una “mesa de concertación salarial”, una especie de pan y circo romano del que la delegación de la CUT se marginó a tiempo.

Por su parte, el tradicional bufón de la CGT, se quiso aparecer como “vocero beligerante” de los trabajadores, sin poder ocultar su ambición de tomar las riendas del futuro Ministerio de Trabajo. También en esa farsa, Angelino Garzón quiso darse un pantallazo ante los trabajadores al pedir un aumento salarial superior al 3%, limite que colocaron los capitalistas.

Así mismo, la mal llamada mesa de concertación fue utilizada por el gobierno y los patronos para mostrar ante la Organización Internacional del Trabajo OIT una imagen de participación democrática con los sindicatos; consumando de esa manera otro “falso positivo”, pues el aumento en el salario se impuso a espaldas de los trabajadores y muy por debajo de sus necesidades básicas.  
 
Ante el fracaso del “diálogo” y la imposición por decreto de tan humillante  aumento salarial, EL EQUIPO COLOMBIA DE LA FEDERACION SINDICAL MUNDIAL denuncia ante el movimiento obrero y sindical que:

El Gobierno y los patronos aprueban diversas medidas para descargar el costo de la crisis sobre las espaldas de  los trabajadores. Decretan una miserable alza de salarios; y aprueban a “pupitrazo” en el congreso burgués una serie de raponazos laborales, recortes pensionales, educativos y a la salud, elevan los impuestos al consumo, alzan las tarifas de servicios públicos y combustibles. Tales medidas se suman a las catástrofes causadas por el abandono oficial y la ola invernal.  Además al amparo de una funesta ley de  “sostenibilidad fiscal”, colocan los recursos de la Nación a merced del presidente y anulan las justas demandas económicas de la población. Con la reforma al sistema de salud vuelven más ricos a los empresarios del ramo, liquidan entidades públicas, degradan más la profesión médica y desmejoran la calidad de los servicios.

El Estado y los patronos limitan la “discusión” sobre salario mínimo a incrementos porcentuales, IPC (Indice de Precios al Consumidor), cuando lo que se debe discutir y acordar es un salario que cubra los costos de la canasta familiar, que en el caso de los obreros equivale a tres (3) salarios mínimos mensuales, ya que fuera del núcleo familiar cada trabajador debe hoy hacerse cargo de otras personas desocupadas. Además, el aumento del salario mínimo debe ir atado a la congelación de los precios de la canasta básica, estabilidad en el trabajo, garantías laborales y prestacionales. Frente a estos temas le ha faltado contundencia a las centrales obreras; aunque es más lamentable que organizaciones como CGT se presten al juego de convertir los sindicatos en intermediarios o capataces del capital, mediante el “contrato sindical”.

El escuálido incremento de 3,4% en el salario mínimo decretado por el gobierno Santos-Garzón ha sido devorado en los dos primero días de enero por una ola de alzas. El pasaje de transporte público en Bogotá duplicó ya el alza salarial. Las tarifas de energía eléctrica, gas natural y acueducto están en constante aumento y devoran más de la tercera parte del ingreso familiar. El alza anual de gasolina suma 15% y como el salario sólo subió 3,4%, entonces nos roban de entrada un 11% de aumento. A su vez, el problema de la vivienda sigue sin ser resuelto para la mayor parte de la población; hoy sólo se construyen “pajareras”, mal llamada vivienda de interés social, que no son aptas para ser habitadas por seres humanos.

El desempleo aumenta diariamente en las zonas urbanas y rurales del país; pero disminuye en las estadísticas oficiales que tratan de reducirlo a un dígito para disfrazar el declive de la  economía. Los más afectados por ese flagelo son los jóvenes. Y los pocos que acceden a un empleo son explotados mediante pasantías estudiantiles, contratos SENA y “cooperativas de trabajo asociado”.

Con el pretexto de la globalización económica, los gobiernos dan en concesión al capital imperialista las principales vías, medios de transporte, puertos y recursos naturales del país, sin beneficio para la Nación ni el pueblo. Además, aprovechando los estragos del invierno importan alimentos que arruinan el agro nacional y arrasan nuestra soberanía alimentaria. Así mismo, acuden a más  endeudamiento externo y lesivos tratados de “cooperación” económica y militar.

A pesar de la crisis, los capitalistas siguen amasando jugosas ganancias en sus negocios “lícitos” e ilícitos. En 2009, Drummond, Anglogold y otros caníbales de la minería sacaron de Colombia 15.000 millones de dólares. Los usureros financieros elevaron sus ganancias en un 67%, Aparte de ello, el gobierno amplía subsidios y exenciones tributarias a los capitalistas y terratenientes como lo evidencian los casos de corrupción y favoritismo  de Agro Ingreso Seguro, Fondelibertad, Incoder y Dirección Nacional de Estupefacientes.

El gobierno de “Unidad nacional” continúa las políticas antipopulares del régimen de Uribe Vélez: Predica la lucha contra la pobreza, la mejora de salarios y la ampliación de cobertura en seguridad social; pero adopta medidas que empobrecen más a los asalariados y al conjunto de la población trabajadora: les priva de subsidios y les sube los impuestos. Dicho gobierno también se presenta como adalid de la paz, pero se niega a brindar garantías para la solución pacifica negociada al conflicto social y armado del país.

En medio de esta bestial ofensiva del capital y de su gobierno de turno, los “voceros” de las centrales sindicales no consultan suficientemente a sus bases obreras cuando se trata de definir las estrategias en defensa de sus derechos; tal vez por eso, la presencia sindical en las mesas de “concertación” se torna débil y permite  que los patronos maniobren e impongan su voluntad.

En atención a estas y otras consideraciones, EL EQUIPO COLOMBIA DE LA FEDERACION SINDICAL MUNDIAL llama a los trabajadores a:

RECHAZAR de forma enérgica el humillante aumento del 3.4%  ($583 diarios) en el salario mínimo, decretado unilateralmente por el gobierno.

CONVOCAR a toda la población laboriosa y, en especial, a los sindicatos clasistas a organizar para fines de febrero de 2011 un Encuentro Nacional de Trabajadores, en preparación de único pliego y un PARO CIVICO NACIONAL.

EXIGIR del gobierno nacional la convocatoria de verdadera mesa de discusión sobre la política estatal que gravite alrededor de la justicia económica y social; donde los trabajadores podamos expresar nuestras necesidades y presentar soluciones en materia de salarios, contratación y estabilidad laboral, seguridad social (salud, pensiones y riesgos profesionales), educación, vivienda, etc.

SALUDAR Y SOLIDARIZANOS con las jornadas de protesta y resistencia del movimiento sindical en Portugal, Grecia, Francia, Irlanda y otros países europeos en contra de las nuevas políticas de despojo laboral y pensional que adelanta el capital “comunitario”; así mismo, respaldar las políticas e iniciativas de soberanía e integración latinoamericana emprendidas por los gobiernos progresistas y revolucionarios de nuestra región. 

Por Equipo Colombia FSM
 
http://pwp.etb.net.co/jomar1/colombia_decreto_sobre_salario_minimo.html