El pasado 21 de enero de 2011 se llevó a cabo  el foro  “Territorio, tierra y víctimas” en el Pílamo, resguardo indígena de López Adentro – Corinto. Este foro, que tuvo la participación de cerca de 750 personas provenientes de diversos resguardos indígenas, fue convocado por la ACIN con el propósito de analizar las problemáticas que a través de las leyes, degradan la armonía y el equilibrio del pueblo Nasa.

Las comunidades indígenas  han soportado una  represión histórica causada por terratenientes y por los mismos gobiernos. En la actualidad, son las empresas multinacionales las que han contribuido a formar  grupos insurgentes  para continuar intimidando, amenazando y desplazando a los pueblos que habitan en el campo. Estos hechos convierten en víctimas a las personas que habitan en territorios ricos en recursos minerales, con el fin de  desprenderlos de la Madre Tierra y saquear los recursos naturales existentes en las áreas  de las comunidades   afrodescendientes, campesinas, mestizas e indígenas.

Esta situación fue analizada en el foro, en el cual expertos en el tema de víctimas y conocedores de la nueva ley que se está tramitando en la cámara,  congreso, expusieron lo lesiva que puede ser esta ley para las comunidades indígenas. Son varios los motivos, pero se destaca principalmente que el nuevo proyecto de ley sobre las víctimas, desconoce derechos que están consagrados en la constitución de 1991 y el convenio 169 de la OIT sobre las comunidades indígenas como la consulta previa.

También se habló de la Ley 975 conocida como Justicia y Paz. Esta ley, así como el nuevo proyecto de la ley  de víctimas solo hace referencia a la reparación  de épocas muy recientes y no tiene en cuenta a quienes vivieron conflictos muy agudos, por ejemplo de los años 40 al  60 y 70. Como es bien sabido durante esas décadas (y desde mucho tiempo atrás) se produjo un despojo de tierra a gran parte de la población rural. Estas tierras robadas hoy están al servicio de empresas multinacionales y de grandes empresarios que las utilizan para grandes monocultivos de caña y palma aceitera.

“Cuando se da la  restitución  de tierras ya ha trascurrido mucho tiempo y volver allí implica volver a empezar de nuevo. Solo encontramos la tierra sin nada de producción y tampoco encontramos los animales que dejamos cuando salimos desplazados, y eso el estado no lo repara y ni siquiera brinda  beneficios para la producción agrícola” dijo uno de los asistentes al encuentro.

Por eso, la comunidad propuso seguir discutiendo estos temas para conocer la problemática más a fondo. De esta forma, conociendo el contexto y analizando las verdaderas necesidades de las víctimas, será posible crear estrategias que  garanticen una reparación integral, la cual no involucra solamente una compensación económica sino también la construcción de mecanismos que permitan el respeto a la autodeterminación y autonomía de los pueblos que por siglos han soportado la triste realidad de ser víctimas.

Tejido de Comunicación ACIN