“Santos y mi persona”, así se refiere Angelino Garzón al binomio que forman. Ambos pertenecieron a los “conspis” que Myles Frechette orquestó en los años noventa; fueron miembros del gabinete de Pastrana, que aprobó el Plan Colombia y el primer acuerdo con el FMI; y estuvieron en la nómina de Uribe, uno como ministro de Defensa y el otro como representante ante la ONU en Ginebra.

 

Garzón no ha pertenecido al Polo y fue gobernador del Valle con aval prestado y el apoyo del cacicazgo, y por sus retozos sindicalistas de otrora se le muestra como “de izquierda”, “social”. Sabe que con esta pantomima auxilia a las clases dominantes cuando éstas deciden recurrir, de cuando en vez, al engaño antes que al garrote.

Siendo gobernador, durante el régimen uribista, valido de simulado tinte socialista, fue a Estados Unidos a dar falso testimonio sobre el bienestar del país y la vigencia de los derechos laborales, para incidir en pro del TLC. Un número similar presentó ante la OIT como diplomático de la Seguridad Democrática.

Como vicepresidente de Santos volvió a lo mismo, pero añadiendo perversos ingredientes, como afirmar, para arrinconar a quienes allá se oponen al Tratado, que ese país “es en el momento quien más gana con el TLC”; que “los exportadores agrícolas norteamericanos han dejado de exportar 800 millones de dólares” y que “se afectarán nuevos sectores sociales de las empresas que hacen negocios con Colombia”. Si algunos creen que Santos traicionaría su clase, en el caso de Angelino no hay duda que hace rato lo viene haciendo. (Véase:http://mexico.cnn.com/videos/2011/0…)

Mientras Angelino cometía estas alevosías, el movimiento sindical y democrático de Colombia izaba a media asta sus banderas por la muerte de Raúl Arroyave. Desde los setentas, en las filas del magisterio de Antioquia y del Cesar, se convirtió en uno de los más notables paladines de los derechos de los trabajadores colombianos. Por su calificada actividad llegó al Comité Directivo de Fecode y fueron especialmente firmes sus intervenciones en el Senado y la Cámara contra el Acto Legislativo 012 de 2001, presentado por el entonces ministro Santos, para recortar a municipios y departamentos las transferencias presupuestales para salud y educación

Recientemente, como directivo nacional de la CUT, explicó en varios países las perversidades del libre comercio con Norteamérica, con Canadá y con Europa. Arroyave hizo coincidir sus actos con sus palabras, en especial en la contienda por una Colombia soberana y democrática y por ello murió envuelto en la bandera del Polo donde militó con entereza. La diferencia entre Arroyave y Angelino es la que hay entre coherencia y patraña, entre tenacidad y traición, entre ser o no ser.

http://www.moir.org.co/Uno-traicion-y-patrana-el-otro.html