Las modificaciones al ‘Código de Recursos Minerales’ esperan la sanción presidencial. Indígenas no se rinden.

Indígenas de la comarca Ngäbe Buglé aseguran que no darán su brazo a torcer. Continuarán con las protestas por las reformas al Código de Recursos Minerales aprobadas ayer en tercer debate en la Asamblea.

Están convencidos de que la reforma tiene un objetivo: la explotación de Cerro Colorado, uno de los yacimientos de cobre más grandes de la región. “Esto será una larga lucha. Vamos a ganar la pelea a la buena o a la mala”, dijo Rogelio Moreno, quien se mantuvo todo el día protestando en la Asamblea.

Moreno, junto con un grupo de indígenas, permaneció la noche anterior en el interior del pleno legislativo, en protesta por la aprobación del proyecto en segundo debate. Ni la seguridad de la Asamblea ni los miembros de la Unidad de Control de Multitudes pudieron sacarlos del recinto.

Ni siquiera el aumento de las regalías de 4% a 5% hecho por los diputados oficialistas en el segundo debate logró hacerlos cambiar de opinión. Consideran que aún es poco y que lo ideal es 50% para las empresas y 50% para Gobierno; y de este porcentaje, solicitan que el 30% sea destinado a los pueblos indígenas.

Mientras el tercer debate llegaba a su fin, y los diputados de oposición hacían un último e inútil alegato contra el proyecto, un grupo de cerca de 100 personas, entre indígenas, trabajadores y estudiantes, se unió al piquete. Protestaron por tres horas a partir de las 4:00 p.m.

Adentro de la Asamblea Nacional, el debate se desarrolló sin sobresalto. A diferencias de los días anteriores, las puertas que conducen a las gradas del pleno estaban cerradas al público, lo que permitió que los diputados debatieran sin interrupciones.

Entre los argumentos que reiteraron ayer los diputados del Partido Revolucionario Democrático para oponerse al proyecto, estuvieron que se permite la participación de gobiernos extranjeros en la explotación minera; que no se impide que funcionarios intervengan en la actividad, que no se hizo una consulta pública como en el caso de la ampliación del Canal, y que no se establecen fórmulas para mitigar el impacto en el ambiente.

Desde el oficialismo el discurso fue el ya escuchado desde el primer debate: que solo se estaba modernizando el código minero.

JOSÉ GONZÁLEZ PINILLA
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