Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia denuncia ante las organizaciones sociales y populares y la opinión pública en general, la utilización del“Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica por razón de grave calamidad pública” para favorecer a la industria maderera.

Comunicado a la opinión pública sobre la crisis invernal y las plantaciones forestales comerciales.

“Lloviendo sobre mojado”

“Una gota de agua rebozó la copa de la devastación y dejó al descubierto el país que somos: Poblaciones enteras sumidas en la pobreza, pueblos convertidos en campamentos de desplazados, miles de campesinos que anhelan volver a su tierras ahora en manos de ricos narcotraficantes y gobernantes, una geografía de la tragedia alimentada por un Estado que sume en el abandono las regiones y territorios…” Joaquín Molano, 2011

Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia denuncia ante las organizaciones sociales y populares y la opinión pública en general, la utilización del“Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica por razón de grave calamidad pública” para favorecer a la industria maderera. Es el caso del decreto 125 del 20 de enero de 2011 emitido por el Gobierno, que crea el Programa Especial de Reforestación.
El contexto:

La crisis invernal que atraviesa Colombia desde 2010 ha afectado amplios territorios y ecosistemas fundamentales en el ciclo hídrico, como cuencas de río, quebradas, arroyos, manantiales, lagunas, lagos, meandros, humedales, ciénagas, entre otros; en un primer censo a 28 de diciembre de 2010, desarrollado por el Ministerio del Interior, resultaron 2.200.000 personas damnificadas, 710 municipios afectados, 301muertos, 292 heridos, 68 desaparecidos, 5162 viviendas destruidas y cerca de 324.634 viviendas averiadas. Las principales vías secundarias y terciarias del país, así como una amplia red de caminos quedaron sumamente afectadas. Según la Revista Semana (2010) 925.000 hectáreas agrícolas, lecheras y ganaderas padecieron el efecto de los desbordamientos de las aguas.

El histórico modelo de desarrollo, basado en la destrucción de las selvas, con el propósito de introducir monocultivos, explotar la madera, extraer minerales, pastorear ganado, construir carreteras, ha retirado paulatinamente la cubierta natural del suelo, provocando una alta vulnerabilidad a las lluvias intensas en amplios territorios de la geografía nacional. La erosión del suelo y la consecuente pérdida del mismo, ha colmatado los ríos de sedimentos, convirtiendo la cuenca del Magdalena en una de las más erosivas a nivel latinoamericano y mundial. De esta manera, cuando ocurren eventos explicados por la variabilidad climática, las intensas lluvias saturan rápidamente el suelo, intensifican la erosión, los deslizamientos, las inundaciones y las tragedias como la que estamos viviendo.

Aunque la dimensión de tragedia es grave, la respuesta del Gobierno Nacional del presidente Santos, podría profundizar aún más la crisis. Así lo demuestra el Decreto 125 del 20 de enero de 2011, emitido por el Gobierno, que crea el Programa Especial de Reforestación, en el marco del “Estado de Emergencia”. En la fase considerativa dicho Decreto plantea:

“…. Que de conformidad con los considerandos del Decreto No. 020 de 2011 el Fenómeno de la Niña 2010-2011 afectó 726.172 hectáreas en todo el territorio nacional según reporte de la Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia del 30 de diciembre de 2010;
Que dentro de esas hectáreas, fueron gravemente afectadas por las inundaciones grandes áreas con potencial forestal comercial;

…Que la reforestación comercial es conveniente para rehabilitar los suelos afectados por su potencial económico y su impacto social, así como por su contribución al mejoramiento de los servicios ambientales y a la prevención de futuras inundaciones;…”
Sin duda, la propuesta del Gobierno nacional es incentivar a las empresas y gremios madereros, como puede verse en algunos de los artículos resolutorios:

“ARTíCULO 4. Plan Nacional de Reforestación. En un plazo no mayor a tres meses contados a partir de la fecha de expedición del presente decreto, el Gobierno Nacional formulará y adoptará un Plan Nacional de Reforestación en el cual se determinarán los objetivos, las metas y las estrategias para las áreas afectadas por la inundación, las de mayor vulnerabilidad a fenómenos de remoción en masa, así como las que contribuyen a reducir los fenómenos de sedimentación y colmatación de los cuerpos de agua por deforestación.

El Programa Especial de Reforestación se enmarca en una estrategia de financiamiento y definición de garantías institucionales a las empresas de plantaciones en el país, de acuerdo a la meta definida por el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014 de aumentar de 364.080 ha. a 596.330 ha. plantadas. Es evidente que la posible ejecución de proyectos de plantaciones comerciales en el marco de planes específicos contemplados por el Decreto 4628/10 y el 143/11, en aquellos territorios fundamentales para el ciclo hídrico y afectados por el fenómeno de la niña a ser declarados de utilidad e interés social, representarían una agresión sobre el derecho humano al agua y a un ambiente sano.

ARTíCULO 6. Asistencia técnica forestal. El Gobierno Nacional a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, establecerá un incentivo para la asistencia técnica forestal y definirá las condiciones y requisitos para que los agentes especializados en la prestación de estos servicios accedan a dicho incentivo.

En conclusión, los incentivos irán a dar a las manos de quiénes han generado el problema, para que lo agudicen aún más.
Desde Censat Agua Viva rechazamos las plantaciones comerciales como soluciones al cambio climático y a la crisis invernal del país porque:

•    Las plantaciones comerciales son monocultivos de árboles que no contribuirán a restituir las condiciones biofísicas de laderas de montaña y cuencas hídricas que se han visto mayormente afectadas con la crisis invernal en Colombia.
•    Los monocultivos de árboles han demostrado sus fuertes impactos en las zonas donde han sido utilizados, debido a que son de rápido crecimiento (tipo eucalipto y pino).
•    Son intensivas en el uso de agroquímicos (plaguicidas y abonos)
•    Impiden el establecimiento de especies de fauna y flora silvestre, son más vulnerables a los periodos de sequía, incluyendo los riesgos de incendio.
•    Generan la pérdida de biodiversidad (alimentos, medicinas, leña, materiales para vivienda, artesanías, entre otros). Son verdaderos “desiertos verdes” dado que no permiten el florecimiento de la diversidad original.
•    Son causa de la deforestación de selvas y bosques naturales.
•    Consumen grandes cantidades de agua y nutrientes alterando el ciclo hidrológico, que resulta tanto en la disminución y agotamiento de fuentes de agua, así como el aumento de las inundaciones y deslizamientos.
•    Generan la degradación de suelos y provocan la disminución de la producción de alimentos por transformar tierras agrícolas y bosques naturales.
•    Son desarrolladas por empresas forestales que generan conflicto sobre la tenencia de la tierra en territorios de comunidades tradicionales, provocando la pérdida de culturas y la expulsión y desplazamiento de campesinos, indígenas y afrocolombianos.
Demandamos de los ambientalistas, de las organizaciones sociales y en general a todos los colombianos y las colombianos
•    A estar estar atentos a las medidas que el gobierno está tomando bajo el respaldo del “Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica por razón de grave calamidad pública”.
•    A rechazar y denunciar los proyectos y políticas que no resuelven los problemas de la gente humilde, desplazados y afectados por la tragedia invernal.
•    A impedir con la movilización y la organización que nuestros bienes naturales, nuestra verdadera riqueza, sea una vez más dilapidada, con el fin de servir a intereses particulares y egoístas.
•    A respaldar la creación de una mesa popular y social de seguimiento a los decretos de emergencia y los proyectos de reconstrucción.
Censat Agua Viva – Amigos de la Tierra Colombia demanda la implementación de programas de restauración de suelos y ecosistemas, basados en la biodiversidad local, en el que participen las comunidades de los territorios afectados. El impulso de programas de esta naturaleza podrían simultáneamente recuperar los territorios y mejorar las condiciones sociales de los habitantes afectados, sin lugar a dudas una solución de esta naturaleza sería más barata que el programa de incentivos para los gremios madereros.

CENSAT AGUA VIVA – AMIGOS DE LA TIERRA COLOMBIA.