Diversas organizaciones sociales rechazaron categóricamente la promulgación del Decreto Supremo 003-201, que faculta al gobierno autorizar el ingreso de transgénicos, poniendo en riesgo la biodiversidad del país. Los únicos beneficiados serían las grandes trasnacionales productoras de transgénicos.


Imagen: PromPeru

– Conveagro denuncia que “es una bomba de tiempo contra biodiversidad”.

Servindi, 18 de abril, 2011.- Diversas organizaciones sociales rechazaron categóricamente la promulgación del Decreto Supremo 003-201, que faculta al gobierno autorizar el ingreso de transgénicos, poniendo en riesgo la biodiversidad del país. Los únicos beneficiados serían las grandes trasnacionales productoras de transgénicos.

La norma, promulgada por el Ministerio de Agricultura (Minag) el 14 de abril, aprueba el reglamento interno sectorial de bioseguridad para el uso de productos transgénicos –denominados Organismos Vivos Modificados (OVM) –, en actividades agropecuarias y forestales.

La Confederación Nacional Agraria (CNA) calificó la norma de “un atentado directo” a la “seguridad y soberanía alimentaria de las familias peruanas”.

El gremio hizo un llamado a las organizaciones de la sociedad civil a exigir la nulidad del citado decreto supremo “emitido por un gobierno que está de salida”.

Asimismo, demandó el urgente pronunciamiento del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Cultura, “quienes tienen la responsabilidad de salvaguardar la seguridad ambiental y el patrimonio cultural vivo que en este caso es nuestra biodiversidad”.

Implicancias e intereses

El decreto cuestionado

El dispositivo dispone la creación de un Grupo Técnico Sectorial que se encargará de la evaluación y gestión de riesgo de cualquier actividad que emplee transgénicos. Establece que la importación de organismos vivos modificados –agropecuarios o forestales– se realizará ante el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).

Este organismo será en encargado de evaluar si estos productos suponen riesgo para la salud o para la biodiversidad. Indica que solo se admitirán las solicitudes de transgénicos probados en otros países. Por ello, el solicitante deberá incorporar en su expediente información de otras solicitudes presentadas en el extranjero.

Precisa que el transporte, envasado y rotulado se debe realizar de acuerdo con las disposiciones de la evaluación de riesgo para cada caso. Y que las personas naturales o jurídicas que detecten usos no autorizados de transgénicos podrán denunciarlos.

En su editorial dominical del 17 de abril el diario El Comercio señala que al parecer la norma fue aprobada por la presión de poderosos lobbys internacionales. Ello, pese a los problemas que produce en los lugares donde se cultivan productos modificados genéticamente.

“El gobierno aprista, a contracorriente del sentir de la población y de voces autorizadas sobre la importancia de la agricultura orgánica, pone en riesgo la megadiversidad de nuestro territorio, enorme riqueza que nos pertenece a todos los peruanos y peruanas, además de las prácticas agrícolas milenarias de los Andes y la Amazonía”

“En otros países ya se viene produciendo por los transgénicos: polinización cruzada, contaminación del material genético de especies nativas y silvestres, aparición de cizañas resistentes a los herbicidas y retracción del mercado para productos de este tipo”.

“En lugar de cautelar la biodiversidad y ver que en otros países se están prohibiendo, aquí se autoriza su ingreso”, refiere Crisólogo Cáceres, presidente de presidente de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec).

Por su parte, la Convención Nacional del Agro Peruano (CONVEAGRO), calificó como “bomba de tiempo contra la biodiversidad” la norma. Asimismo, Lucila Quintana, presidenta de esta entidad, dijo que el reglamento es inconsulto.

“Su texto no es conocido por los actores involucrados, sino solo por la burocracia del ministerio de Agricultura e INIA, donde predominan intereses comerciales ligados al ministro de Economía, Ismael Benavides, verdadero autor de esta aberración”.

Pese a que se indica que el reglamento es el resultado de un consenso con el Ministerio del Ambiente (Minam), para incrementar la productividad del agro, se sabe que el titular del Minam, Antonio Brack, se opuso a los transgénicos y fue él quien planteó la moratoria.

La catedrática de la Universidad Agraria de La Molina, Antonietta Gutiérrez, quien participó como representante de la sociedad civil en el grupo técnico de bioseguridad del Minam para evaluar el reglamento, declaró que no fueron informados de que el documento estaba listo.

Para el director de Agronoticias, Reynaldo Trinidad, el decreto favorece a las transnacionales que producen este tipo de productos así como a los importadores de semillas, entre los que se encontraría el mismísimo asesor del Ministerio de Agricultura, Alexander Grobman.

Igualmente, informó que los agricultores que usen semillas transgénicas tendrían que pagar un royaltie de entre 50 y 100 dólares por hectárea a los dueños de dichas semillas, que en este caso se trataría de la firma Monsanto.

En tanto, el presidente de la consultora Inform@cción, Fernado Cillóniz, dijo que, ante la necesidad de alimentos por la creciente demanda mundial, son necesarios cultivos resistentes y competitivos. “Yo seguiré consumiendo transgénicos con tranquilidad”.

“Los transgénicos son pura apariencia”

El chef Gastón Acurio también criticó la norma. “Hoy se ha publicado en el diario El Peruano, la ley que abre el camino al cultivo en nuestras tierras de productos transgénicos. Que Dios proteja nuestra biodiversidad”, escribió en su página oficial en Facebook, al día siguiente de la promulgación del reglamento.

“Los cocineros amamos la naturaleza y sus frutos, su sabor, su color, su variedad, su integridad, su capacidad de hacer feliz a quien lo produce, quien lo cocina y quien lo come. Los cocineros no amamos las apariencias, la codicia. Por ello no cocinaremos nunca con frutos transgénicos. Porque son pura apariencia. No tienen corazón”.

“Solo queda que los consumidores sean informados sobre qué alimentos son transgénicos y cuáles no a través de sus etiquetas. “Pero esa normativa, el reglamento del artículo 37 del Código del Consumidor, está siendo dilatado”, concluyó Crisólogo Cáceres.

El dato:

  • El comercio orgánico crece a un ritmo de entre 15% a 20% anual, y hay más de 100 países que exportan sus productos orgánicos.
  • El Perú tenía una gran ventaja comparativa para erigirse como líder en este sector. La agricultura orgánica protege el ambiente y evita futuros gastos para mitigar la contaminación.

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Servindi, 18 de abril, 2011.-