El dos de mayo sigue siendo una de las fechas más triste de la historia del Chocó, es una día que jamás se borrara de nuestras memorias y sentimientos; es un tiempo en el que el dolor , la tristeza y hasta la rabia nos recuerdan a cada uno de nuestros hermanos y hermanas, asesinados vilmente, en un lugar sagrado que poco o nada importo a los desalmados guerrilleros y paramilitares que encontraron en la población civil su mejor escudo.