Rechazamos ataque de las Farc en Toribio, Caldono, Jambaló y Corinto. La confrontación armada entre la fuerza pública y la guerrilla de las Farc y sus nefastas consecuencias demuestra la demencia de la guerra. La orden del Presidente de destrucción de las casas que quedaron en pie, y establecer un nuevo Batallón de Montaña es una violación al DIH.

 

Rechazamos ataque de las Farc en Toribio, Caldono, Jambaló y Corinto

* La confrontación armada entre la fuerza pública y la guerrilla de las Farc y sus nefastas consecuencias demuestra la demencia de la guerra.
* La orden del Presidente de destrucción de las casas que quedaron en pie, y establecer un nuevo Batallón de Montaña es una violación al DIH.

Bogotá, julio 12 de 2011. Nosotras, las Mujeres de la Ruta Pacífica, rechazamos el ataque de las Farc a varios municipios del norte del Cauca, donde en este momento y cómo consecuencia de las acciones guerrilla y la fuerza pública se vive una grave crisis humanitaria. Mujeres, niños, niñas y gran parte de la comunidad se encuentra en refugios y aún no han podido regresar a sus viviendas o a lo que quedó de ellas, hasta tanto no cesen los enfrentamientos entre el grupo guerrillero y la fuerza pública especialmente en las zonas rurales de Santander de Quilichao, Jambaló y Caloto.

Nos solidarizamos con las familias de las dos personas que resultaron muertas en el ataque, con las 44 mujeres que resultaron heridas de un total 73 personas, y en general con toda la población que está afectada.

Exigimos a las Farc y al Gobierno nacional respeto al DIH, en especial al principio de distinción y proporcionalidad, que protege a los civiles que no participan en las hostilidades, otorga garantías de protección del derecho fundamental a la vida y prohíbe los tratos crueles, los castigos colectivos y las ejecuciones, entre otros. Las imágenes de la guerra evidenciadas especialmente en Toribio evidencian la degradación de la guerra.

Rechazamos las “medidas” dispuestas por el gobierno nacional y comunicadas por el Presidente Santos, desconocen la afectación real sobre el cuerpo y vida de las mujeres, y las sentimos como una represalia contra la población civil y no como una ayuda.

Señor Presidente, el ataque y las represalias contra bienes civiles están totalmente prohibidos por el DIH (Artículo 3 del IV Convenio IV de Ginebra, Artículo 52 de Protocolo Adicional I). Lo que ordena el derecho internacional humanitario es exactamente lo contrario: “si un actor armado violando las normas de la guerra utiliza un bien civil y sobre todo una vivienda como escudo, el actor enemigo debe abstenerse de atacarlo. Y cuando haya dudas, se debe presumir que se trata de bienes civiles protegidos que no pueden ser atacados”.

Señor Presidente, el establecimiento de un Batallón de Alta Montaña en la zona representa un grave riesgo para el cuerpo y la vida de las mujeres. De acuerdo con el informe de Prevalencia de violencias contra las mujeres presentado por OXFAM, en las zonas más militarizadas del país, como lo es el departamento del Cauca, el mayor número de violencias cometidas contra las mujeres, especialmente la violencia sexual, son perpetradas por la fuerza pública. Usted está poniendo en riesgo la vida y el cuerpo de las mujeres

Todo lo anterior, refuerza aún más la postura de la Ruta Pacífica de las Mujeres, sobre la imperiosa necesidad de una salida negociada al conflicto armado que permita fomentar las bases para una paz duradera en Colombia.

“Las mujeres no parimos hijos e hijas para la guerra”