La política nacional de aguas en Colombia se construye sin la participación de quienes garantizan la permanencia de los territorios y la continuidad de la vida, entrega el control de la gestión al capital corporativo y pone en riesgo la sustentabilidad de las fuentes y el acceso al agua para los sectores más empobrecidos de la sociedad. Frente al modelo de despojo el pueblo colombiano se articula en perspectiva de Movimiento. La lucha continúa!