“La Jé (serpiente) se comía a los Nonam. Entonces la Lorit (lora) alertaba la presencia de la Jé para que los Nonam se protegieran, pero también la Lorit, informaba a la Jé cuando venían los Nonam”, narró Jeinor Opua, indígena Nonam de la comunidad de Cerrito Bongo, durante un intercambio con el Tejido de Comunicación en Buenaventura.

 

Desde el pasado 4 de octubre, cerca de 30 representantes de seis pueblos, estamos reunidos en la sede de  la Asociación de Cabildos Indígenas del Valle del Cauca (ACIVA), en Buenaventura. Con el propósito de intercambiar y fortalecer saberes prácticos en torno a la comunicación con, para y desde los pueblos, con especial énfasis en la producción radial.

Jóvenes y mayores de los pueblos Embera Chamí, Nonam, Inga, Nasa, Eperara Siapidara y afrocolombianos hacemos parte de este encuentro. En el que además de compartir experiencias sobre la comunicación propia, reflexionamos sobre el contexto de agresión en el país, la realidad de las comunidades en Buenaventura y el uso de diversos géneros periodísticos en radio para dar a conocer y devolverle la palabra a las comunidades.

“Si no hay canoa no nos podemos comunicar”. “Comunicarse en nuestro territorio no tiene precio”, “la comunicación es natural, empieza desde que nacemos”, “Sin territorio no hay vida ni comunicación”. Expresaron los diversos pueblos participantes en este intercambio, en el que además de reivindicar la comunicación propia como espacio cultural y espiritual, ratificaron también el territorio, como ese TODO que les da la vida y los unifica como pueblos y procesos en resistencia y en protección de la vida TODA.

Los pájaros, los ríos y los árboles, entre otros muchos, fueron resaltados por los participantes, como criaturas, hermanos y guías que acompañan el camino de la palabra y de la acción de los pueblos desde el territorio. De igual forma, los sueños, no sólo el Plan de Vida, como ese sueño colectivo, participativo y recíproco que anhelamos para vivir con dignidad, sino los sueños que vivimos cuando dormimos.

Esos sueños en los que la Madre Tierra junto con nuestros espíritus nos alertan del peligro. “Si se sueña jalando un potrillo (canoa) nuevo, es mala señal. Potrillo nuevo significa ataúd”, explica Midali Moña, indígena Eperara Siapidara. Asimismo, Arley Mesa, del pueblo Nasa, asegura que soñarse con una serpiente, es preocupante, porque la serpiente es el enemigo. Así los sueños representan para casi todos los pueblos, una forma de comunicación no solo con la Madre Tierra, sino también con los espíritus de nuestros muertos.

Durante el encuentro con comunicadores, comunicadoras, jóvenes, mayores y mayoras de los 6 pueblos, hemos intercambiado sobre nuestra comunicación propia, pero también del uso de radios, de internet y de otros medios ajenos que dándoles un uso estratégico y consciente, nos han servido para visibilizar, fortalecer y acompañar nuestros procesos de resistencia.

En Buenaventura, la ACIVA, con 15 años de experiencia organizativa cuenta con diversos espacios de lucha, como educación, medio ambiente, mujer, jóvenes, salud, comunicación,  entre otros. Ámbitos en los que participan los pueblos con sus diferentes comunidades tratando de articular sus formas propias de gobierno con las otras formas que tiene la sociedad colombiana. Por ejemplo: implementan y fortalecen desde el territorio todas las formas y medios de comunicación ancestrales, pero también cuentan con Chimia del Pacífico, la 94.9 de. F.m. A través de la cual intentan darle la palabra a las comunidades, pese a todas las dificultades que se les presentan. Principalmente la falta de formación y capacitación en el manejo de las herramientas radiales.

“Para nosotros es muy importante que en este taller logremos adecuar la parrilla radial, porque por falta de experiencia y de apoyo, tenemos muchos espacios musicales”, afirma uno de los comunicadores vinculados a la radio. Quien ha estado participando ampliamente de este encuentro y quién aspira a que en muy poco tiempo con el compromiso de todas las comunidades, la radio se convierta en un espacio de amplia participación, información y reflexión con los pueblos que acoge ACIVA, pero también con el diálogo permanente con el pueblo afrocolombiano que convive en el mismo territorio.

Después de casi una semana de trabajo colectivo en ACIVA, identificamos en la motivación de todas y todos los participantes que además de buscar fortalecer las experiencias comunicativas, ampliar el rol de Chimia del Pacífico, recuperar la memoria histórica de los pueblos, también buscan promover los lazos de unidad entre los pueblos. Por ello, realizamos una visita a la comunidad de Meseta, ubicada a la orilla del río Dagua, donde habitan indígenas Eperara Siapidara y Nonam. Allí dialogamos con mayoras y mayores, quiénes narraron cómo el territorio ha cambiado y ya no se puede vivir como antes. “Anteriormente hacíamos nuestras casas con techo de paja, pero ahora ya no se consigue la paja”, exclamó con tristeza el mayor Roberto Valencia.

“Cuando yo era joven necesitaba 5 días de trabajo de 6 a 6 para construir una canoa. Ahora con la motosierra en un día se hace una. Antes cortábamos 3 árboles grandes para hacerlas y esperábamos 1 año para volver a cortar. Ahora cortan hasta 600 por día. Están destruyendo el territorio”, reclamó otro mayor durante el taller, expresando su indignación con lo que está pasando en el presente, en esta realidad que no se compara con el pasado. No precisamente aludiendo a que todo pasado fue mejor, sino cómo a través del tiempo la cultura, las prácticas cotidianas y el mismo territorio está siendo afectado por un afán de vender de quienes ven la Madre Tierra como un negocio.

Por lo anterior, ven necesario recuperar la memoria de los ancestros, la palabra de los mayores y las mayoras, para seguir celebrando la alegría de la vida y dejar de sufrir el temor de una muerte provocada. Porque así como pasa en otros pueblos y procesos del país, a los indígenas, afrocolombianos y campesinos en Buenaventura los están matando. Los actores armados legales e ilegales son los que imponen su poder a través del terror para que acumulen unos pocos, por esto es necesario fortalecer nuestra conciencia colectiva a través de la comunicación y la participación no sólo para entender por qué y para qué nos están matando, sino también para resistir desde nuestra cultura y seguir defendiendo la Madre Tierra desde el caminar de la palabra tejidos con otros pueblos y procesos

Tejido de Comunicación de relaciones externas para la Verdad y la Vida

tejidocomunicacion@gmail.com

 


Traducción en alemám

 

 

Buenaventura: Die Kommunikation in unserem Territorium hat keinen Preis
Samstag, 8.Oktober 2011, 20:01

„Die Jé (Schlange) hat alle Nonam gegessen. Deshalb alarmierte die Lorit (Papagei) die Nonam, damit sie sich schützen, aber die Lorit informierte auch die Jé, wann die Nonam kamen“, erzählte Jeinor Opua, Indigener der Nonam der Gemeinscheift von Cerrito Bongo während eines Austausches mit dem Tejido de Comunicación („Geflecht der Kommunikation) in Buanaventura.

Seit 4. Oktober haben sich ca 30 RepräsentantInnen von 6 Dörfern im Sitz der Asociación de Cabildos Indígenas del Valle del Cauca (ACIVA) in Buenaventura versammelt, um sich auszutauschen und ihr Wissen und ihre Praktiken in Kommunikation mit, für und von den Völkern zu verstärken, mit dem Schwerpunkt Radio.
Die Jugendlichen und Ältesten der Dörfer Embera Chami, Nonam, Inga, Nasa, Eperara Siapidara und AfrokolumbianerInnen nahmen an diesem Treffen teil. In diesem wurden nicht nur Erfahrungen mit der eigenen Kommunikation ausgetauscht, sondern auch über den Kontext der Aggression im Land, die Realität der Gemeinschaften in Buenaventura und die Verwendung verschiedener journalistischer Genres im Radio gesprochen.

„Ohne Kanu können wir nicht kommunizieren“, „Die Kommunikation in unserem Territorium hat keinen Preis“, „Die Kommunikation ist natürlich, sie fängt mit unserer Geburt an“, „Ohne Territorium gibt es weder Leben noch Kommunikation“, drückten die verschiedenen anwesenden Dörfer in diesem Austausch aus. In diesem wurde nicht nur die eigene Kommunikation als kultureller und spiritueller Raum anerkannt, sondern auch das Territorium, da dieses ALLES ist, was uns Leben gibt und uns als Völker, Widerstandsprozesse und in der Verteidigung des Lebens ALLER vereint.

Die Vögel, Flüsse und Bäume waren unter anderem herausragend für die TeilnehmerInnen, da sie sie als Kreaturen, Brüder und Führer auf dem Weg des Wortes und der Aktion der Dörfer vom Territorium aus begleiten. Ebenso ragten die Träume heraus, aber nicht nur der Traum des Plan de Vida, der ein kollektiver, partizipativer und reziproker ist, der mit Sehnsucht erwartet wird, damit wir in Würde leben können, sondern auch die Träume, die wir durchleben, wenn wir schlafen.

In diesen Träumen warnt uns Mutter Erde gemeinsam mit unseren Geistern vor Gefahr. „Wenn man davon träumt, ein neues Kanu heranzuziehen, dann ist das ein schlechtes Zeichen. Ein neues Kanu steht für einen Sarg.“, erklärt Midali Moña, Indigene der Eperara Siapidara. Ebenso bestätigt Arley Mesa, Mitglied des Nasa Volkes, dass es verstörend ist von einer Schlange zu träumen, da die Schlange der Feind ist. Auf diese Art repräsentieren die Träume für fast alle Völker eine Form der Kommunikation mit der Mutter Erde und den Geistern unserer Verstorbenen.

Während diesem Treffen mit KorrespondentInnen, Jugendlichen und Ältesten der 6 Dörfer haben wir uns über unsere eigene Kommunikation, die Verwendung von Radios, dem Internet und anderen fremden Medien, die uns durch eine strategische und bewusste Verwendung dabei geholfen haben, unsere Prozesse der Widerstandes aufzuzeigen, zu verstärken und zu begleiten, ausgetauscht.

ACIVA in Buenaventura hat 15 Jahre Erfahrung mit verschiedenen Bereichen des Kampfes, wie z.B. Bildung, Umwelt, Frauen, Jugendliche, Gesundheit und Kommunikation. In diesen Bereichen nehmen die Dörfer mit ihren verschiedenen Gemeinschaften teil und versuchen ihre eigenen Regierungsformen mir den anderen Formen, die die kolumbianische Gemeinschaft hat, zu artikulieren. Zum Beispiel: Sie implementieren und verstärken vom Territorium aus alle Arten und Medien der von den Vorfahren überlieferten Kommunikation, verwenden aber ebenso Chimia del Pacifico, 94.9 FM. Auf diesem Weg versuchen sie den Gemeinschaften Gehör zu verschaffen, trotz aller Schwierigkeiten, die sich ihnen zeigen, v.a. das fehlende Wissen im Umgang mit Radioausrüstungen.

„Für uns ist es sehr wichtig in diesem Workshop, die Programmanzeige anzupassen. Auf Grund fehlender Erfahrung haben wir sehr viele musikalische Bereiche.“, erzählt uns einer der Korrespondenten des Radios. Dieser hat sich sehr intensiv in dem Workshop eingebracht und versucht zu erreichen, dass sich das Radio unter Mithilfe aller Gemeinschaften, auch unter der der afrokolumbianischen Gemeinschaft, die im gleichen Territorium lebt,  in sehr kurzer Zeit in einen Raum großer Beteiligung, Information und Reflexion über die Dörfer, die unter ACIVA zusammengefasst werden, entwickelt.

Nach fast einer Woche kollektiver Arbeit in ACIVA haben wir festgestellt, dass alle TeilnehmerInnen nicht nur die kommunikativen Erfahrungen verstärken, die Rolle von Chimia del Pacifico ausweiten und die Erinnerung der Dörfer wiederherstellen, sondern auch vor allem die Einheit unter den Dörfern stärken wollen. Deshalb haben wir die Gemeinschaft von Meseta, die sich  am Ufer des Flusses Dagua befindet, besucht. Dort leben die Indigenen Eperara Siapidara und die Nonam. Wie haben dort mit den Ältesten gesprochen, die uns davon erzählten, wie sich das Territorium verändert hat und dass man heute nicht mehr so leben kann wie früher. „Früher haben wir unsere Häuser mit Dächern aus Stroh gebaut, aber heutzutage findet man kein Stroh mehr.“, drückt der Älteste Roberto Valencia mit Traurigkeit aus.

„Als ich jung war, arbeitete ich 5 Tage von sechs in der Früh bis um sechs am Abend, um ein Kanu zu bauen. Heute braucht man mit der Motorsäge nur einen Tag. Früher haben wir drei große Bäume gefällt, um die Kanus zu machen. Danach warteten wir ein Jahr bevor wir wieder fällten. Heute fällen sie bis zu 600 an einem Tag. Sie zerstören das Territorium.“, erzählt ein anderer Ältester während eines Workshops und drückt damit seine Empörung über diese Vorkommnisse aus. Diese Realität ließe sich nicht mit der Vergangenheit vergleichen. Damit wollte er nicht ausdrücken, dass alles früher besser gewesen wäre, aber dass im Laufe der Zeit die Kultur, die täglichen Praktiken und das Territorium durch die Gier jener, die die Mutter Erde als Geschäft sehen und verkaufen, betroffen wurden.

Um weiterhin die Freude des Lebens feiern zu können und nicht mehr den Tod fürchten zu müssen, sehen sie es als notwendig an, die Erinnerungen der Vorfahren und die Worte der Ältesten zurückzugewinnen. Denn auf diese Weise, wie in anderen Dörfern und Prozessen des Landes, werden die Indigenen, AfrokolumbianerInnen und Bauern von Buenaventura getötet. Die legalen und illegalen bewaffneten Akteure setzen ihre Macht durch Terror durch, damit einige Wenige Gewinn ansammeln können. Deshalb ist es notwendig, das kollektive Bewusstsein durch die Kommunikation und die Beteiligung zu stärken. Nicht nur, um zu verstehen, warum und für was sie uns töten, sondern auch um von unserer Kultur ausgehend Widerstand zu leisten und weiterhin Mutter Erde ausgehend von dem Weg des Wortes verflochten mit anderen Dörfern und Prozessen zu verteidigen.

Magdalena Summereder