Finalmente el TLC entre Colombia y Estados Unidos fue sancionado el 21 de octubre por el presidente Barack Obama. A pesar de la oposición de importantes sectores sociales y sindicales de los dos países, las transnacionales, el sistema financiero internacional y la oligarquía Colombiana se salieron con las suyas.

Las consecuencias del tratado son gravísimas para importantes sectores de la población de los dos países.

En Colombia, la destrucción de varios sectores de la economía, la pérdida masiva de empleos, la precarización de los salarios, ahondará la pobreza, aumentará la extracción indebida de nuestros recursos naturales y profundizará el conflicto interno.

En pocos meses serán destruidas ramas enteras de la producción, especialmente la avícola, de los cereales, de los lácteos, la textil, automotriz, entre otras.

La producción de maíz esta prácticamente destruida, el producto gringo entra sin aranceles. En 8 años la totalidad de la producción de cereales será aniquilada. La destrucción de la  producción de arroz y otros cereales en el Tolima, la costa, en el Caquetá, entre otros departamentos, lanzará a la miseria a miles de campesinos y obreros agrícolas de estas regiones.

No hemos encontrado cuales son las líneas de producción, servicios y comerciales que se fortalecerán para los productores colombianos con el TLC, lo único claro, es que se profundizará más la reprimerización de la economía. Colombia es un país productor de carbón, hierro, oro, petróleo, gas; es lo que seguirá haciendo. No creemos que las alpargatas y las mochilas de fique, las enjalmas, las esteras de junco, los costales y la producción de chuguas, balues, guatilas, hibias,  cubios y ullucos vayan a tener grandes mercados en los Estados Unidos como para sacar de la miseria a nuestros campesinos.

El gobierno de Santos ha manifestado que 300.000 nuevos empleos se generarán en el país, hasta donde conocemos,  la minería que es el de mayor movilidad solo genera 30.00 empleos y los únicos beneficiarios son las trasnacionales, al pueblo colombiano solo nos queda la destrucción de la biodiversidad y la pobreza.

Otro impacto muy graves es la profundización de la perdida de la soberanía nacional. La creación de tribunales especiales para dirimir los conflictos entre transnacionales y empresarios nacionales, pone en manos de extranjeros decisiones que antes eran propias de las cortes nacionales.  

Otros despojos del Tratado como el de servicios médicos, patentes,  compras estatales,  profundizarán la dependencia y la guerra interna que vivimos en el país.

Pero, el TLC también afectará fuertemente a vastos sectores de la población estadounidense, la deslocalización y traslado de fábricas, la pérdida de empleos, la precarización de los salarios y la pérdida de derechos sociales, son algunas de las consecuencias más nefastas.

Sinaltrainal le extiende un fuerte abrazo a las organizaciones, colectivos, comités, personalidades que con su tesón y permanente labor, estuvieron al frente de las movilizaciones, en la gestión política, en la denuncia permanente tanto en Colombia como en Estados Unidos, exigiendo que no se aprobará el tratado por ser un instrumento de guerra, opresión y saqueo de nuestros recursos.

Ahora más que nunca es urgente que fortalezcamos una gran alianza entre nuestros pueblos, entre nuestras  organizaciones, para actuar frente a los graves problemas que nos deja la firma del tratado, los efectos laborales y sociales son nefastos para los dos países.

Dirección Nacional Sinaltrainal

 

 

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