Los integrantes de la Escuela de Resolución de Conflicto del Norte del Cauca, con sede en Villa Rica, el día 18 de noviembre de 2011 trabajaron alrededor del tema de las mujeres frente a los aspectos histórico, de participación, familia y sociedad, para distinguir y aclarar cuál ha sido el recorrido para lograr esa participación y reconocimiento frente a la sociedad, el Estado y la legitimación de sus derechos.
Las mujeres en distintos momentos históricos se han organizado en movimientos sociales, luchando por el derecho al voto, el derecho a la tierra, a la libertad, a una vida digna para ellas y sus familias. En este proceso de organización se han vinculado las mujeres de las diferentes etnias como campesinas, afros e indígenas para lograr la exigencia del respeto y equidad para trascender e incidir en diferentes escenarios sociales, culturales y políticos.

Son muchas las problemáticas que han tenido que afrontar las mujeres para organizarse y establecer una vida social sin discriminación; los mayores factores que han desestabilizado la organización de las mujeres han sido causes del conflicto armado que vive Colombia en la actualidad, que las ha supeditado con distintas estrategias para involucrarlas a la guerra.

Este conflicto armado que desde mucho tiempo atrás ha hecho flagelo a toda la sociedad y en especial ha utilizado a las mujeres como botín para los guerreros, en tiempos actuales no es mucho lo que se diferencia; mujeres, niños y jóvenes son cooptados por una guerra que no les pertenece. La violencia que azota al país reprime constantemente a las familias con acciones bélicas de los grupos armados, quienes, por otra parte, utilizan métodos malévolos para hacer parte de estos escenarios a jóvenes prometiéndoles falsas expectativas de restablecer sus vidas económicamente.

De ahí que el espacio de formación y resolución de conflictos en el tema de las mujeres plantee hacer una memoria histórica para identificar los factores que han involucrado a las mujeres en el conflicto armado, la violencia intrafamiliar y la discriminación. Estos son puntos de análisis social que en épocas actuales merecen ser tratados, dándoles la trascendencia del caso para ser llevados y discutidos en distintos escenarios políticos donde la sociedad civil y el Estado contribuyan a la formulación de herramientas que apaguen la violencia desde todos los ámbitos, toda vez que se logre cambiar esa realidad donde constantemente se persigue a las organizaciones de mujeres, sociales y sindicatos, que hoy son objetivo militar por el hecho de reivindicar derechos e inculcar nuevos valores e ideologías de pensamientos diferentes al de la primacía de lo económico y la guerra.

Como primera medida no queda más que plantear retos a las organizaciones sociales y de mujeres para incluir los intereses de género en la agenda pública.

Observando a Colombia, desde otro punto de vista, ésta posee gran cantidad de riqueza: vegetales, minerales, agua, petróleos, etc., pero esas utilidades no se retribuyen a la sociedad que pertenecen ya que son expropiadas por megaproyectos haciendo que estas riquezas queden en unos cuantos; cuestión que es lo que hace de este país sea uno de los más inequitativos porque prevalece el poder y el concepto económico para dominar y someter.

Por eso desde este espacio de formación se ha ido reconociendo el contexto social y político del país y las diferentes dificultades que afronta la sociedad; se hace un análisis de la afectación de la vida de las mujeres en sociedad y la relación de la guerra con la escasa participación de las mujeres en escenarios políticos; sumado a esto se proponen formas de cambiar esta historia para generar un desarrollo equitativo, educando desde la familia a la niñez además de inculcar preceptos morales que contribuyan en la formación de conductas sanas que en el mañana se reflejen en el caminar del pueblo.

En este proceso de educar y formar debemos recoger las diferentes experiencias de las culturas y cada familia es una cultura diferente con sus normas de convivencia y al formar un hogar se une dos culturas que se consolidan en una y si no tienen uno buenos elementos la educación es débil.

¨Por eso es una apuesta de las  mujeres en fortalecer el núcleo familiar paraqué  cada cultura que se forme, estén ligados esos valores que son trascendentales para vivir en armonía y establecer la equidad de género¨  complementa una participante de la escuela.

 

Tejido de Comunicación – ACIN

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