La muerte de 5 niños indígenas en el resguardo Caño Mochuelo, en Casanare, debe alertar al gobierno y la sociedad en cuanto qué tan eficaces son las políticas y atención en salud y soberanía alimentaria para garantizar la vida e integridad de las comunidades indígenas…

La Autoridad Nacional de Gobierno Indígena, ONIC, expresa su preocupación por los hechos que se han venido presentando en varias regiones del país donde niños de nuestras comunidades mueren por inanición, desnutrición y otras enfermedades prevenibles y curables. En este caso lamentamos lo ocurrido en el resguardo Caño Mochuelo, del municipio Hato Corozal, Casanare, donde murieron recientemente 5 menores según informaciones públicas. No obstante aclaramos que esta situación no es sólo de ahora, pues como lo manifiestan varias autoridades y dirigentes indígenas de la región estos casos se presentan frecuentemente por causas que van más allá de escases de alimentos y son, entre otras, carencia de una política auto sostenible en materia productiva y alimentaria y que para el caso de estas comunidades por su condición semi-nómadas los programas no han sido elaborados de acuerdo a sus características culturales. En este sentido llamamos a las autoridades, Instituciones y entidades de gobierno Municipal, Departamental y nacional para evaluar, con las autoridades y organizaciones indígenas, la asistencia en salud e implementación en los programas productivos de soberanía alimentaria, aspectos que no pueden quedarse sólo en ayudas de asistencia humanitaria.

Otro aspecto a tenerse en cuenta a la hora de tomar medidas es la parte territorial, que si bien el resguardo cuenta con determinada extensión asignada hay muchas zonas de sabana no aptas para cultivo o para habitar en ellas, como también los límites del Resguardo donde habitan alrededor los colonos por lo que se presentan problemas. Si bien reconocemos que la atención humanitaria es necesaria para atender la emergencia de manera urgente, es preciso pensar, tanto el gobierno como los pueblos indígenas, en una Política Auto-sostenible en Soberanía Alimentaria y que haya un proceso de acompañamiento y asesoría en la fase productiva y alimentaria, pero que respete y tenga en cuenta la diferenciación cultural y el aspecto nómada que presentan los pueblos que habitan la región como son los Wipiwi, Tshiripu, Masiguare – Maiben y Amorua, entre otros, los cuales no tiene una cultura agropecuaria, sino más sedentaria. Esta Política y/o programas deben ser a mediano y largo plazo y deben contar con la orientación y el aval de las autoridades y organizaciones indígenas regionales y nacionales.

Llamamos a las instituciones del gobierno encargadas a tomar medidas urgentes para garantizar la vida e integridad de estas comunidades y de otras que en algunas regiones del país afrontan una grave crisis humanitaria, situación que aumenta y se agrava con el desarrollo del conflicto armado, la explotación minera, de hidrocarburos y recurso naturales, y la implementación de megaproyectos en sus territorios.

 

Onic