Durante tres días (2, 3 y 4 de enero de 2012) a las prisioneras del Centro Penitenciario  de Mujeres de Jamundí se les privó del suministro de agua, durante todo este tiempo fueron obligadas a soportar los fuertes olores en los baños por los desechos fecales y acumulación de orina, su higiene personal se vio degradada y el consumo de agua para su hidratación no les fue permitido.