Nuevamente el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pone en la agenda mediática el tema de la despenalización de la droga. Detrás del tema, controversial per se, hay consideraciones políticas y económicas, convertidas en los mayores obstáculos para aceptar y hacer viable la propuesta. De otro lado, no existen consideraciones morales y éticas porque en asuntos de reproducción del capital, estos elementos, realmente, son nimiedades. De igual manera, en el asunto aparecen actores globales y gobiernos que en privado se oponen a la idea de Santos.