Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

Con el propósito de concretar los últimos detalles para el inicio de la movilización por el territorio la vida y la paz a realizarse los días 9, 10 y 11 de mayo, el día 9 en horas de la mañana se reunieron los representantes de las diferentes organizaciones indígenas, afros y sectores sociales convocantes de la marcha en el municipio de Caloto, entre ellas la Ruta pacífica de mujeres, la Unidad de comunidades Afro caucanas – UAFRO, el Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC, la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ACIN, representantes de la gobernación departamental y la alcaldía municipal de Caloto – Cauca.

De igual manera las redes e iniciativas de paz desde la base a nivel nacional, representados en más de 30 organizaciones, se encontraron en el municipio de Caloto con el propósito de analizar y debatir la ruta jurídica para la consulta popular y la demanda en exigencia al derecho de la paz.

Entre las exigencias de paz que proclaman las comunidades indígenas está la no implementación de los megaproyectos en los territorios, el cese a la violación de los derechos fundamentales  entre ellos la vida, la demilitarización, el despojo, el irrespeto a los sitios sagrados y la madre naturaleza porque los territorios no están en venta. De igual manera las organizaciones Afro manifiestan que la lucha debe ser conjunta, porque  lo que está pasando en los territorios indígenas se vive también en los territorios Afros. Sin ser parte del conflicto estamos involucrados en la guerra y somos quienes ponemos los muertos. Las mayores problemáticas que ahora afrontamos son las pandillas juveniles, el narcotráfico, el conflicto que nos desplaza y esto hace que cada día seamos   menos afros en el territorio. Arie Aragón, integrante de las comunidades afro caucanas UAFRO, manifiesta que: “Del mismo modo afirmo que la pérdida del territorio afro, generada por el monocultivo de la caña, está limitando cada vez más la tenencia de la tierra para las comunidades afro descendientes, el territorio norte caucano se esta convirtiendo en un hotel, sólo se llega a dormir, vivimos esclavizados en las empresas de la zona franca que también nos explotan laboralmente.  La pérdida del territorio significa pérdida de la cultura y la vida afro, esto significa una grave amenaza que si no mantenemos la lucha, en poco tiempo nos llevará a desaparecer”.

Otra realidad visible en la “Minga por el derecho a la vida, el territorio y la paz” es la que nos comparte Donaldo Quiroga de la asociación de trabajadores campesinos del CARARE, una de las organizaciones campesinas más antiguas del Magdalena medio antioqueño y quienes por su incansable lucha, por permanecer en el territorio, han sido merecedores del  premio nobel de paz.  Donaldo menciona que: “La lucha por el derecho territorial y al trabajo ha sido bastante dura, ya que en el Magdalena medio existen todos los actores armados que han surgido en el país, operan con la permicidad del gobierno y actualmente es muy evidente el control paramilitar en este territorio, la locomotora minera se ha implementado enormemente en esta región, esto ha generado gran desplazamiento de la población. Hay una gran disputa territorial entre las multinacionales para la explotación de los recursos, los grupos armados por el control del territorio y la comunidad continúa en su incansable lucha por la defensa territorial y la permanencia en el mismo”.

En este sentido todas las organizaciones y comunidades presentes en la Minga por el derecho a la vida, el territorio y la paz, reiteran que esta apuesta debe ser integral, los procesos y comunidades se fortalecen desde los intercambios, las experiencias y acciones conjuntas, con el trabajo en unidad, sin egoísmos, ni orgullos, hermanados en defensa de  una misma causa.

“Los pobres somos más,  por eso se hace  necesario despojarnos de protagonismos e indiferencias, hacer un trabajo de hermandad, la vida y la tierra tienen el mismo valor y sentido para todos, merecen el mismo respeto independiente de la concepción que tengamos, sencillamente sin territorio no hay paz”, expresó Donaldo Quiroga.
 

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