Mauricio Santoyo se convierte en el oficial de la Policía de más alto rango salpicado por nexos con paramilitares y narcotraficantes (Foto Semana). En esa época, un agente del Gaula Urbano de Medellín había advertido de los nexos del alto oficial con grupos armados en la capital antioqueña. La denuncia fue desestimada por el entonces fiscal Alfonso Gómez Méndez.

 
 “Soy un agente de la Policía Nacional adscrito al Gaula Urbano de la ciudad de Medellín. Las irregularidades que se viene presentando al interior de esta dependencia son muchas”, escribió el uniformado de manera anónima el 16 de abril de 2001 en una carta enviada al entonces Fiscal General de la Nación, Alfonso Gómez Méndez, y cuya denuncia ya involucraba al oficial Mauricio Santoyo Velasco, para esos años Coronel de la Policía Nacional.
 
De acuerdo con el denunciante, las irregularidades en esa agencia especializada en la persecución del secuestro y la extorsión se venían presentando desde hacía varios años, cuando estuvieron al frente del Gaula el coronel Santoyo Velasco y el capitán Hervey Gerardo Grijalva Suárez. Según ese testimonio, había ya una colaboración con la banda La Terraza y grupos paramilitares que estaban penetrando en la capital antioqueña y municipios cercanos.
 
“La colaboración se componía de escoltar armamento hacia las zonas rurales de Antioquia y de interceptarle líneas telefónicas ya fuera de guerrilleros o de personas que le debieran algo a los paramilitares o de ONG (organizaciones no gubernamentales) que tuvieran que ver con la subversión”, explicó el agente anónimo. 
 
Al respecto el ex fiscal general de la Nación, Luis Camilo Osorio admitió que en el pasado el ente acusador sí llegó tener investigaciones en contra de Santoyo Velasco por narcotráfico. “En esa época había una investigación en proceso, cuando Santoyo era coronel, para lo que se designó un fiscal, este tomó las medidas pertinentes, pero no lo absolvió del caso”. Sin embargo, no se sabe qué ocurrió con ese proceso.
 
Para esos años Medellín y el área metropolitana padecían por lo menos tres confrontaciones: una de ellas era la del Bloque Metro de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Accu) contra las milicias de las guerrillas de las Farc, el Eln y los Comandos Armados del Pueblo (Cap); otra era la de ese Bloque Metro con el naciente Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc); y otra era la del Bloque Cacique Nutibara con la insurgencia urbana.
 
Paralelo a ello, se venía desarrollando con fuerza la llamada ‘Oficina de Envigado’, ya más organizada y bajo la jefatura de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, quien no solo tenía ya un grupo paramilitar a su servicio, el Bloque Cacique Nutibara, sino que fungía como Inspector General de las Auc y continuaba en el negocio del narcotráfico.
 
El poder de corrupción de esta banda criminal era de tal nivel que permeó agencias estatales como la Fiscalía General de la Nación y su Cuerpo Técnico de Investigaciones, así como la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y la IV Brigada del Ejército.
 
La capital antioqueña vivía tiempos complejos y una de las mayores preocupaciones era la guerrilla y sus supuestos auxiliadores y simpatizantes, lo que derivó en una persecución que combinó fuerzas regulares, particularmente el Gaula urbano, adscrito a la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, y fuerzas irregulares.
 
Investigaciones judiciales sobre las interceptaciones ilegales realizadas por el Gaula Urbano permitieron determinar que entre diciembre de 1997 y febrero de 2001 se “chuzaron” un total de 1.808 líneas intervenidas con órdenes falsas con el fin de hacerle seguimiento a diversas organizaciones defensoras de derechos humanos. Al frente de esas acciones estuvo por varios años el coronel Santoyo Velasco, quien pese a las evidencias, fue absuelto por la justicia y escaló posiciones, pasando por la comandancia en Medellín del Cuerpo Élite Antiterrorista (CEAT), justo en la época de más confrontación entre estructuras de las Accu y las Auc, y llegando a ser Jefe de Seguridad de la Presidencia de la República durante buena parte del periodo de Álvaro Uribe Vélez.
 
Lo denunciado por aquel agente anónimo se ajusta perfectamente a lo que han señalado ante las autoridades judiciales norteamericanas el confeso narcotraficante y miembro de las Auc, Juan Carlos Sierra Ramírez, alias ‘El Tuso’, quien le aseguró a investigadores de la Corte Suprema de Justicia en mayo de 2010 que Santoyo era cercano a las estructuras paramilitares de las Auc y, por lo tanto, a la llamada ‘Oficina de Envigado’.
 
La carta de aquel agente del Gaula Urbano de abril de 2001 y las declaraciones de alias ‘El Tuso’ tienen hoy pleno respaldo en el escrito de acusación que un fiscal del Distrito Federal del Estado de Virginia le envió a las autoridades colombianas con el fin de solicitar la captura del ex general Santoyo Velasco y su extradición a Estados Unidos para que responda por delitos asociados al tráfico de drogas. Las investigaciones en ese país se venían desarrollando hacía más de un año.
 
De acuerdo con el fiscal Neil H. MacBride, Santoyo Velasco presuntamente recibió sobornos a cambio de colaborar con las operaciones de narcotráfico hacia Centroamérica y Estados Unidos realizadas por la llamada ‘Oficina de Envigado’; dar información sobre investigaciones judiciales en contra de quienes estaban al frente de esa empresa criminal realizadas en Inglaterra, Colombia y Estados Unidos; interceptar comunicaciones de manera ilegal para favorecer a los narcotraficantes; facilitar la transferencia de agentes de policía proclives a tolerar el negocio de las drogas; corruptos, que más ayudaron a estos traficantes de drogas en sus negocios; y proveer información de inteligencia recopilada por la policía colombiana sobre los traficantes de drogas, varios de los cuales fueron asesinados.
 
Por lo pronto, el ex oficial solicitado en extradición ha dicho que aclarará su situación ante las autoridades estadounidenses. “Es procedente decir que siempre he estado y estaré a disposición de las autoridades pertinentes para aclarar cualquier sindicación que se me haga”, dijo Santoyo Velasco a través de un comunicado.