Cuando en 1983 se otorgó la comercialización de Caño Limón se calculaba que contenía 1.000 millones de barriles de petróleo. Hoy en día se han extraído 1.300 millones y sigue produciendo cosa de 62.000 barriles al día con costos de 3 dólares, lo que hace el negocio muy pero muy bueno. Pese a ello prefirió el Gobierno de Uribe regalárselo a la OXY.

Uribe que pasa por ser un antioqueño buen empresario, y así lo ha demostrado en sus asuntos particulares y en los de su familia –recordemos la zona franca de sus hijos-, resultó increíblemente mal negociante en lo tocante a los bienes públicos que administraba como presidente de la república, en particular en el pésimo negocio de la extensión del contrato de asociación de Caño Limón hasta su límite económico.

El país, y en especial Arauca, esperaban con ansiedad la fecha del 1 de enero de 2009 en la que se terminaba el contrato y automáticamente Caño Limón con todo lo que contenía debía regresar sin ningún costo a manos de la Nación. Ya no se iban a quedar con la mitad de las ganancias las multinacionales encabezadas por la OXY, ya no iba esa empresa a operar el campo –y ya se sabe que el que administra el negocio siempre le lleva ventaja al socio que no tiene el control-, ya se iba a saber con certeza lo que se producía y no depender de la información interesada de la transnacional. Además, el departamento de Arauca y los municipios de Arauca y Arauquita recibirían un doce por ciento adicional de regalías. En síntesis, aumentarían sus rentas la Nación, ECOPETROL, el Departamento y los municipios para beneficio de los ciudadanos.

Pues bien, decidió Uribe sacrificar el desarrollo de Colombia y el bienestar de los colombianos para beneficiar a una empresa multinacional. Con la extensión del contrato de asociación, según los cálculos que hiciera el Doctor Luis Enrique Olivera Petro en la Acción Popular que presentó, Colombia perderá en el período 2009-2013 ocho billones de pesos. Podría ser más, toda vez que los precios del crudo han tenido picos de hasta 140 dólares. Y faltan años de explotación. Las pérdidas son incalculables.

En ese entonces se escudó el Gobierno en la disculpa de la falta de capacidad técnica y financiera de ECOPETROL. La realidad muestra a nuestra empresa nacional de petróleos con una gran capacidad técnica. Recursos ha tenido para invertir en Ecuador y hasta en el Golfo de México. Sí pudo invertir fuera del país en negocios de riesgo bien podía hacerlo en Colombia en un campo productivo. No se hizo en una demostración de anti patriotismo supremo por un presidente que no dejaba de hablar de la patria y de llevarse la mano al corazón cuando escuchaba su himno –bueno y también cuando oía el de los Estados Unidos-.

Como si eso no fuera suficiente hay que agregarle los devastadores daños ambientales que causa una explotación cuyo único norte es la máxima ganancia. Y la máxima ganancia se alcanza reduciendo costos. Costos ambientales, sociales y laborales. Tan cierto es que ya fue sancionada la OXY por daños ambientales. Tan cierto, que en un desprecio monumental se está interviniendo la laguna del Lipa en Chipirón para acabar de destruir ese santuario.

Añádase que el Gobierno del presidente Santos, para no quedársele atrás a su antecesor, ha entregado prácticamente todo el territorio de Arauca en contratos de concesión, donde las ganancias son para las empresas privadas, las escasas regalías que lleguen a pagar para el Gobierno Central y los daños ambientales, económicos y sociales para las regiones productoras.

Que los araucanos se han cansado de tal expoliación lo demuestra el multitudinario Primer Foro Petróleo y Medio Ambiente en Arauca con la altura de sus conferencistas y la solidez de sus conclusiones.

http://www.moir.org.co/Cano-Limon-hasta-su-limite.html