Al reanudarse fuertes enfrentamientos entre Ejército y guerrilla en el departamento del Cauca, las comunidades indígenas y sus medios de comunicación se encuentran más que nunca expuestas al peligro y la censura.

Las radios comunitarias, afiliadas al Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC), son las voces de los pueblos Nasa, Misak, Yanacona, Totoró, Kokonuco y algunos grupos de campesinos, y su existencia constituye una garantía esencial contra el aislamiento de las poblaciones en donde están asentadas.

Dos de estas estaciones radiales -Voces de Nuestra Tierra en Jambaló y Nasa Estéreo de Toribío–, no pueden emitir sus programas. La antena de la primera fue destruída la noche del 3 de Julio de 2012 y la otra decidió parar de emitir por causa de las balaceras entre Ejército y guerrilla cerca de su sede. Angelino Fuequia, miembro de la Asociación de Cabildos Indígenas del Cauca (ACIN) ha declarado a Reporteros sin Fronteras, que luego de la explosión de las antenas el 3 de Julio pasado, también les cortaron la electricidad en la estación radial. Las comunidades indígenas están ahora en busca de plantas eléctricas.

“Con la perdida de señal de las emisoras coordinamos la información a través de teléfono desde el Tejido de Comunicación y el Programa de Comunicaciones del CRIC y la transmitimos por Radio Payumat [estación en Santander de Quilichao – ndlr]”, dijo a Reporteros sin Fronteras Vicente Otero, responsable del Programa de Comunicaciones del CRIC. “Sin embargo, la torre de transmisión de esta emisora está en el cerro de Munchique, el cual es estratégico por su altura y allí hay presencia de los armados, razón por la que tuvo que salir el comunicador indígena que cuidaba la torre” agregó.

En los últimos dos años, 14 colaboradores de la red, especialmente del norte del Cauca, tuvieron que huir la región. Desde enero de 2012, 18 personas de la comunidad fueron asesinadas en el contexto del conflicto armado y la ACIN ha reportado ya cerca de 120 casos de graves violaciones a los derechos humanos.

Señaladas de ser “guerrilleras” o “aliadas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia” (FARC) por parte del Ejército y los paramilitares, las comunidades indígenas son asimismo estigmatizadas por las FARC que las ven como “vendidas al gobierno” o “traidoras de la causa revolucionaria”. Por su parte, ellas exigen que todos los actores del conflicto armado evacuen sus tierras.

Durante una visita conjunta a la región en 2010, Reporteros sin Fronteras y la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC Internacional) fueron recibidas por el CRIC. Nuestra organización reclama:

    Una ayuda pública e internacional -en la que ella misma participará a la medida de sus posibilidades– para la reconstrucción de los medios de comunicación comunitarios que hayan sido afectados por los combates.

    La seguridad absoluta de los espacios de los medios comunicación y de encuentro que requieren las comunidades.

    El cesa el fuego y la exclusión de la población civil del combate.

Reporteros sin Fronteras propone también albergar y difundir desde su página Web los contenidos de interés fundamental que hayan sido censurados o no publicados y que los representantes de las radios destruidas deseen plantear.

http://es.rsf.org/colombia-las-radios-comunitarias-indigenas-10-07-2012,43001.html