Alrededor de 3.000 personas de los diferentes cabildos de la zona norte, se hicieron presentes en el colegio CECIDIC del municipio de Toribío, donde se realizó la asamblea de aplicación de remedio a las cuatro personas retenidas por la guardia el pasado 18 de julio en la vereda Belén de Toribío, a quienes se les decomisó también armas y explosivos con las que irían a realizar ataques al Cerro Berlín donde ese día el ejército había desalojado a las comunidades indígenas que allí se encontraban.

 Después del debido proceso de investigación realizado por el ‘Nasa U’us Yu’cx Penxi’ (tribunal indígena) integrado por las autoridades tradicionales y The Walas (médicos tradicionales) y teniendo en cuenta los mandatos emanados de las diferentes asambleas y congresos comunitarios que orientan frente al cómo proceder con los grupos armados que generan desarmonía en el territorio. Dichos mandatos son: Resolución de Vitoncó del año 1985 donde las autoridades tradicionales exigen a los grupos armados respeto por la organización indígena y retiro del territorio; Resolución de autonomía de Jambaló sobre los grupos armados y el narcotráfico año 1999; Declaratoria del 20 de julio Toribío año 2011 sobre control territorial; Declaratoria del 2011 en El Tierrero – Caloto sobre ratificación de la Guardia Indígena como cuidadores del territorio; Resolución de Toribío 9 de julio de 2012 de Ultimátum a los grupos armados. El tribunal indígena junto con la asamblea decidió aplicar remedio a las personas retenidas desde la cosmovisión y jurisdicción indígena que los faculta.
 
El coordinador jurídico de la asociación de cabildos indígenas de Toribío, Tacueyó y San Francisco – Proyecto Nasa, presentó al conjunto de la asamblea un informe detallado de los hechos, el debido proceso realizado a los retenidos y las faltas cometidas contra la armonía del territorio y la comunidad. 
 
Hechos
 
El día 18 de julio fueron detenidos en la vereda Belén de Toribío, aproximadamente a las 3.30 de la tarde, tres adultos y un menor de edad con armamento y explosivos, los cuales estaban preparando para lanzar a un helicóptero que se dirigía al cerro el Berlín donde está ubicado el ejército.  La guardia indígena y la comunidad al enterarse de este hecho salieron a detenerlos, además de las armas y los explosivos, decomisaron una motocicleta y una camioneta. Informó Leonardo Escue, coordinador jurídico del proyecto Nasa. La acción de retención que realizó la guardia fue decisiva para evitar el gran riesgo que corrían muchas personas de la comunidad que se encontraban por los alrededores donde los detenidos preparaban los explosivos. Además este hubiera sido el mejor argumento del gobierno para involucrar las acciones de las comunidades indígenas con los ataques de la guerrilla. 
 
Debido proceso
 
El coordinador jurídico informó que un grupo de autoridades y jurídicos, trabajaron durante varios días en la investigación del caso, realizando averiguaciones sobre la identidad y procedencia de los capturados y las acciones realizadas en la comunidad. Ubicaron a sus familiares y les informaron de sus actuaciones. En varias ocasiones dialogaron con los detenidos, quienes manifestaron ser integrantes de las FARC y que el día de la retención estaban probando el armamento. 
 
Corrección por las faltas
 
Teniendo en cuenta los hechos, el debido proceso y basados en las resoluciones de autonomía que orientan cómo deben actuar las autoridades indígenas frente a los grupos armados situados en el territorio.  Basados en la función jurisdiccional especial que confiere el art. 246 de la constitución nacional,  el ‘Nasa U’us Yu’cx Penxi’, determinó que los retenidos habían cometido faltas graves contra la armonía y tranquilidad de la comunidad y el territorio, violando las resoluciones y mandatos internos de las comunidades, generando desequilibrio territorial y poniendo en grave riesgo la vida de la comunidad. “Aclaro que la corrección que se aplica a estas personas no es por su ideología o por ser miembros de un grupo armado ilegal, eso a nosotros no nos corresponde, no vamos a hacerle el trabajo a otros que no lo han podido hacer, no somos mandaderos de nadie, que cada uno haga lo que le corresponde. La corrección desde la autoridad indígena se hace por el daño y desarmonización que han generado a la comunidad y al territorio con sus actuaciones, por irrespetar y poner en grave riesgo la vida de la comunidad a través de  las armas, por desobedecer y violar los mandatos comunitarios”. Afirmó la autoridad tradicional. 
 
Después de presentar el informe sobre el caso, se pidió a la comunidad que decidiera el tipo de corrección a  aplicar. Desde la jurisdicción indígena se manejan diversas maneras de corrección de acuerdo a la falta cometida, en este caso las autoridades presentaron a la asamblea cuatro opciones. El cepo que consiste en colgar de los pies a los acusados; La Siembra o abrazo de la madre tierra que consiste en enterrarlos de forma vertical hasta el cuello, por varias horas; El Fuete, latigazos, que de acuerdo a la cosmovisión nasa se asemejan al fueteo del rayo; y El Destierro que es la expulsión definitiva del territorio. 
 
Cada una de estas correcciones se realiza como parte de la corrección y armonización acompañados con un ritual. La comunidad presente en la asamblea decidió que la corrección a aplicar sea El Fuete y teniendo en cuenta que uno de los detenidos era menor de edad y había confesado llevar poco tiempo en el grupo armado, concluyeron que a los tres adultos le aplicarían 30 fuetazos y al menor sólo 10. 
 
Frente a las armas y explosivos decomisados, la asamblea ordenó que sean destruidos para armonizar y limpiar el ‘sucio’ (daño causado a la armonía de la madre tierra) del territorio. La moto decomisada, por ser propiedad de la policía, según manifestaron los retenidos, también se decidió que se destruya, porque como lo juzgaron las autoridades tradicionales es un instrumento de un actor armado, que igualmente hace daño a la vida. Sobre la camioneta se adelantará un proceso de investigación de su procedencia, si ha sido hurtada y su dueño no tiene ningún vínculo con un grupo armado se le devolverá, de lo contrario también se destruirá. Luego de superar algunos contratiempos generados por familiares de uno de los detenidos que pretendían obstaculizar la aplicación del remedio, se aplicó la sanción determinada a los detenidos, se destruyeron las armas, los artefactos explosivos y a través de un acta, las autoridades indígenas, hicieron entrega de los retenidos a sus familiares como primeros responsables que en adelante asumirán por las actuaciones de estos retenidos.
 
“Nosotros no le estamos declarando la guerra a ningún grupo armado, pero seguiremos realizando nuestras acciones de autonomía y defensa de la vida y el territorio. No queremos escuchar un tiro más, no más muertos, viudas y huérfanos, ya no aguantaremos más. La madre tierra está contaminada con tanta sangre que se ha derramado. Esto no quiere decir que se ha solucionado el problema del todo, seguramente vendrán otras acciones de ambos bandos, pero esta corrección queda como precedente para actuar frente a otros hechos”, concluyó la autoridad indígena de Toribío. 
 
Frente a las acciones de autonomía y aplicación de justicia, las amenazas no se han hecho esperar, al día siguiente de la asamblea de corrección, 22 de julio, en el municipio de Toribío se encontraron panfletos que señalan, involucran y amenazan a los líderes y autoridades indígenas que han adelantado acciones en defensa de la vida y el territorio.
 
Tejido de Comunciacón  – ACIN