Un plantón de indignación contra los medios de comunicacion genero la militarización de la sede de Caracol que fue custodiada por un comando del ESMAD y un camión de policía. 

Denunciabamos el racismo y la militarización promovidos por los medios ante la legitimidad de los pueblos indios que tomaron la decisión irreversible de recuperar sus territorios y ejercer su autonomía. Al llegar y ver semejante despliegue militar exigimos poder hablar con la dirección de la emisora para preguntarles a qué le tienen miedo; pedimos que un periodista dizque bien pensante un tal Pascual Gaviria nos atendiera para darle la primicia de que aquí no hay democracia, pues solo en dictadura los medios le pertencen al regimen y tienen escolata policial, ante lo cual el periodista con gesto de negación y con risa sarcastica se encerro de nuevo tras las rejas de la caja de resonancia de los que piden fuego contra lxs indigenxs, lxs empobrecidxs, lxs luchadorxs populares.

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Esta vez fuimos muy pocxs, y llegó la tanqueta, ¿nos da esto una proporción de la ilegitimidad de este estado? ¿del cerco mediático que vive la población? ¿de las dimensiones que ha alcanzado la lucha contrainsurgente en las instituciones públicas y en las privadas? Si esto no es DICTADURA ¿qué es?.

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Desobediencia en las calles

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