Di a luz un hijo hace 9 años y cinco meses…Nunca, ni antes ni después me he sentido infértil. Hoy, a esta hora, quiero expresarle a mi mundo, a ese que todavía tiene orejas, que mi útero sigue dispuesto a acoger la vida… “Útero” como metáfora de la Madre Tierra, es decir, la dadora de vida. Esa que con tanta vehemencia reclaman nuestras comunidades ancestrales a lo largo y ancho del planeta, a la que con tanta devoción se le rinde homenaje y a la que con tanta firmeza y valentía se le exige respeto. 

 
Éste elemental e inalienable derecho fundamental: EL DERECHO A LA VIDA Y LA CONVIVENCIA PACÍFICA.
 
Soy una mestiza, quizás con más genes blancos que indios, pero el porcentaje no importa cuando siento que cada bombeo de mi corazón, cada latido, es impulsado por el mismo sueño que desde hace 520 años vienen tejiendo las comunidades amerindias en su incansable Caminar con la Palabra… 
 
Su perseverancia es admirable y creo que es ello lo que les ha valido la supervivencia. A pesar del despojo, del desplazamiento, de la guerra, de la violencia y las innumerables injusticias de las que han sido y siguen siendo víctimas, no se han dejado exterminar gracias su inquebrantable DIGNIDAD.
 
Me declaro orgullosamente indígena aunque mi piel y mis rasgos no le rindan el homenaje que se merece. Me reconozco sólo desde la cosmovisión de mis ancestros. Me siento incapaz de definirme desde otro lugar que no sea el de la procedencia de Uma y Tai. Ese par de truenos cargados de energía femenina y masculina que posteriormente dieron origen a la tierra y al sol; y luego al agua y la estrella, para gestar finalmente a NASA: la humanidad… Esa que hoy como antaño se resiste a la guerra. Esa que camina la palabra desde tiempos inmemoriales y que bajo sus huellas va imprimiendo una historia.
 
Historia como presente solidario, camino que designa la unidad que no es otra cosa que la esperanza, la alegría, la dignidad, la armonía y la autonomía de los pueblos ancestrales. 
 
“Caminar la palabra nos ayuda a interpretar la esperanza, la dignidad. A pensar con el corazón y actuar con la razón… Los sabios leen las nubes, los arcoíris, se comunican con la Naturaleza, la sabiduría no consiste en leer libros sino en leer a la Madre Tierra… El discurso debe estar articulado a la acción. Como dicen nuestr@s herman@s Koguis: Somos hijos e hijas de la tierra, no dueñ@s de ella. El modelo de la sociedad por las vías de la represión no tiene salida. Necesitamos liberar la Madre Tierra… Nos han enseñado a mirar más allá de nuestras narices; lo único que yo aprendí en la escuela fue a dejar de ser indio. Pero ahora tenemos que empezar a mirar más acá de nuestras narices: Nuestra Madre está minada y sobre su vientre yace la sangre que muchos de nuestros comuneros y comuneras han derramado por defenderla. Se nos dice que es nuestro territorio, pero sólo aquello que pisamos con los pies; el subsuelo y lo que está por encima de nuestras cabezas le pertenece al Estado. Las multinacionales llegan a saquear las riquezas de las entrañas de Nuestra Madre, militarizan, se apropian, nos despojan y desalojan y lo mismo sucede con el cuerpo de nuestras mujeres pues todos los actores armados los han convertido en botín de guerra. Cuando se anuncia una arremetida por parte de alguno de ellos, ya sean legales o ilegales, los condones se agotan. En medio de la impotencia y desprotección lo único que les queda es evitar ser preñadas por esos enemigos gratuitos!” (Palabras de Inocencio Ramos Pacho. Con una pequeña licencia creativa de mi parte).
 
Resulta imperioso conocer el concepto de COMUNIDAD para poder comprender su cosmovisión. Ésta sólo puede ser concebida a través de la unidad. Un ente orgánico, inherente a un TODO indivisiblemente ligado al universo, por ello en las Mingas y marchas siempre encontramos la presencia de mujeres y niñ@s. Nada puede ser imaginado por fuera de esta unidad que representa el TODO…
 
Llegué a una sede de la ACIN en Toribío el 17 de julio a eso de las tres de la tarde. Sin carné ni escarapela, no iba en representación de ninguna Institución ni Medio de Comunicación, sólo me representaba a mí misma. Bajé a la cocina a saludar y entregar un simbólico mercadito. Una decena de hombres y mujeres cocinaban para 300 personas! No me preguntaron quién era ni de dónde venía, sólo una pregunta pragmática:
-¿Ya almorzó? Respondí negativamente y en el acto me fue entregado un fiambre, llenaron con “agüita” de maracuyá una botella de agua que ya me había bebido y me pidieron disculpas por lo humilde de la ofrenda!
 
No fue necesario establecer una posición política para que me alimentaran y mucho menos un respaldo ideológico. Simplemente estaba ahí, me acogieron como una más de su comunidad, me dieron de comer y me hospedaron. Este simple gesto me hizo comprender en cuanta valía tienen ell@s la vida! 
 
Me consta cómo una comisión de salud atendió a los retenidos en el caso de los 4 miembros de las FARC luego de que fueron medicados por las autoridades después de que la comunidad había concertado “el remedio”. 
 
De las 4 sanciones contempladas en su mandato, el pueblo eligió el fuetazo cuya penalización se establece en una treintena (de acuerdo a lo sugerido por las autoridades indígenas) y de ahí para abajo lo que la comunidad decrete…
 
Estuve allí es cierto, pero no pude ser testigo… no me sentí capaz de mirar el rostro de los juzgados, no me sentí capaz de mirar a los ojos de quienes penosamente los llevaron a juicio por ser víctimas de su agresión, no me sentí capaz de ver cómo tod@s ell@s eran mirados por la indiferencia mediática… 
 
Ni tampoco de mirar a la cara la vergüenza y el dolor de las familias de los retenidos, ni el humanísimo respeto de las autoridades para llevar a cabo el proceso.
 
Una madre de uno de los retenidos no pudo controlar su dolor y arremetió contra un joven de la guardia indígena. La madre del guardia, indignada se lanza contra la agresora de su hijo. Se baten a puños  -como consecuencia de su dolor uterino- mientras los medios se engolosinan en su furor mediático…
 
Entre los detenidos había un menor de edad, de 16 años, quien fue condenado a 10 fuetazos de los cuales soportó 5. La comunidad acordó que era suficiente, fue asistido, como los demás por una comisión de salud que les curó las heridas y fueron devueltos a sus familias con la esperanza de que el “remedio” les hubiera liberado de las “malas energías” que lastiman a la comunidad!
 
Si bien no fui testigo presencial, a pesar de estar en el recinto, puedo dar cuenta del SAGRADO RESPETO que la comunidad Nasa tiene por la vida. Aunque, como ya dije, una de las madres de los retenidos de las FARC perdió los estribos y arremetió contra la guardia indígena, las autoridades respetaron su dolor y le permitieron quedarse junto a su hijo a pesar de los golpes, insultos, amenazas y afrentas de que fueron víctimas l@s miembr@s de la Guardia Indígena que los custodiaba.
 
Cada uno de los detenidos fue entregado a su familia sólo después de haber sido curados…
 
Lo mismo ha sucedido históricamente. Cuando la Guardia Indígena ha capturado algunos militares o miembros del SMAD; han sido devueltos después de ser asistidos por organismos de socorro y de habérseles dado un adecuado tratamiento médico. 
 
En cambio los militares atacan a la población civil, armada sólo de la Palabra y su Bastón de Mando; lanzando artefactos explosivos, gases -directamente al cuerpo, con la intención de darte!- y si te capturan te agarran a patadas y bolillo. Cuando se corre con suerte y no son alcanzados por las balas en los enfrentamientos que sufren por el fuego cruzado con la guerrilla.
 
Por el SAGRADO RESPETO A LA VIDA que demuestra la Comunidad Indígena es que hago activismo y simpatizo con su causa. 
 
Aunque existen muchos motivos más: como su compromiso y devoción con la Madre Tierra, su proyecto político, jurídico, económico, ecológico, de salud y educación; que son un modelo para la humanidad pues han sido concebidos con una coherencia orgánica basada en el análisis, la reflexión y la concertación comunitaria tanto desde lo espiritual cómo desde lo social. 
 
Si bien, nuestro país se jacta de ser “democrático” sólo durante los 5 días que estuve inmersa en ésta comunidad pude comprender lo que significa la DEMOCRACIA porque la vi en permanente ejercicio; no sólo a través de su Asamblea Permanente sino en sus labores cotidianas. Tuve la impresión de que no se trataba de un aprendizaje cultural sino de una herencia genética; dada la naturalidad con la que es ejercida!
 
Desafortunadamente la miopía de este país clasista y racista solo ve indios pobres y mal vestidos que son sinónimo de ignorancia. “Indios patirrajados, revoltosos y guerrilleros” 
 
Para mi fortuna, yo en mi brevísima convivencia con el pueblo Nasa; descubrí inteligencia, sabiduría, valentía, dignidad y sobre todo un ABSOLUTO E INDISCRIMADO RESPETO POR LA VIDA!.
 
Gracias por permitirme ser testigo de su GRANDEZA!
 
Clarena Marín Trujillo