Los pueblos indígenas representados en la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca “Cxhab Wala Kiwe” – ACIN, saludamos los acercamientos entre el gobierno nacional y las FARC para empezar conversaciones que den término al conflicto armado interno. Manifestamos nuestra satisfacción porque el presidente Santos y la insurgencia hayan escuchado el grito airado de las comunidades, afectadas por las acciones bélicas de unos y otros. Saludamos que la inmensa mayoría de colombianas y colombianos se hayan expresado positivamente ante estos anuncios. 

 
La oposición de sectores de la  pura extrema derecha, tanto la armada y como la desarmada, a que se abra el camino de la negociación política solo puede explicarse por la insania de sus voceros y porque saben que una solución negociada deberá acabar mínimamente con la influencia de quienes derivan sus ingresos y su poder del crimen, del asesinato, de la corrupción y de la amenaza a las organizaciones populares y a la democracia.
 
El inicio de conversaciones es un efectivo hecho de paz que responde a la exigencia de la sociedad. La ACIN ha exigido a estos actores la terminación de las confrontaciones y en los últimos meses hemos decidido atravesarnos físicamente a la guerra con la fuerza de la movilización pacífica. Desde nuestra experiencia y compromiso, proponemos y reiteramos: 
 
1. La sociedad colombiana es más –¡mucho más!– que el gobierno y la guerrilla, y no puede ser excluida de la negociación. Las organizaciones de la sociedad civil debemos tener un lugar protagónico en el proceso que se inicia, y no solo ser invitados de piedra. Con más razón las organizaciones indígenas, afros, campesinas, obreras y populares debemos tener un lugar decisorio en la terminación de la guerra y la construcción de la paz. 
 
2. Es el momento para que la sociedad colombiana entera, y no solo el Estado y la insurgencia, iniciemos un diálogo profundo sobre las reformas políticas y socio-económicas que se requieren para apuntalar el fin del conflicto armado y para sustentar una paz duradera. Proponemos conformar un espacio para realizar este análisis común y buscar fórmulas de solución creíbles a los gravísimos problemas de inequidad y falta de democracia. 
 
3. Proponemos a la insurgencia y al gobierno nacional que ordenen el cese de actividades militares ofensivas en todo el país, mientras se desarrollan los diálogos entre actores militares, y los diálogos que adelantemos las organizaciones de la sociedad civil. 
 
4. Reiteramos la disposición de que los territorios indígenas del norte del Cauca sean escenario para los diálogos de la sociedad civil, así como los que se realicen con y entre los actores armados en un contexto de necesario cese del fuego; la Guardia Indígena está orientada para brindar las condiciones de seguridad a todo aquel que –sin armas– quiera venir a construir las bases de la Colombia soñada y en paz. 
 
5. Los diálogos políticos son propicios para que todos los actores armados acepten de inmediato la realización de Diálogos Humanitarios que produzcan compromisos radicales en materia de no uso de armas de efecto indiscriminado, no reclutamiento de menores, no violencia sexual contra las mujeres, no desplazamiento y respeto pleno a la autonomía de las organizaciones sociales. 
 
6. Se hace urgente la convocatoria de los Consejos nacional, departamentales y municipales de paz, y de otros espacios mixtos, para activar la participación de los órganos públicos y las organizaciones de la sociedad civil. 
 
7. La realización de un Congreso Nacional para la Paz, que diferentes organizaciones populares venimos diseñando, ante los nuevos hechos se hace más importante para el país y de más urgente realización. 
 
8. En este momento urge la más intensa movilización popular, y en general de todas las colombianas y colombianos, para que los actores armados asuman este momento con la importancia que se requiere. Llamamos al país a realizar una Gran jornada por la paz de Colombia para dejar en claro que quienes estamos por la paz somos más: ¡somos millones!
 
Cuenten con nosotros para la paz. Nunca para la guerra. 
 
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca – ACIN