Hermanos y hermanas. Hoy, los gobiernos mexicanos ya no pueden ocultar la brutalidad de sus hechos, pues la violencia que han desatado en los últimos años ha causado descontento en donde sea: el miedo, la tristeza y la muerte aflora en cualquier parte. Y lógicamente con tanta policía, ejercito y la marina en las calles, y sus patrullajes en los barrios y en nuestras comunidades han roto las leyes de convivencia social, así como la armonía humana y la relación con la naturaleza, ya que su presencia constante únicamente representa miedo, exterminio, amenaza, represión, hostigamiento, tortura y muerte.