Memoria Y Camino del Tejido de Comunicación

Cuarenta impactos de bala recibió el vehículo en el que se dirigía el Cabildo Gobernador Rogelio Mejía Izquierdo, primera autoridad de Gobierno de nuestro Pueblo.

 

El Atentado criminal ocurrió el pasado 8 de noviembre del año en curso a escasos metros del casco urbano del Municipio de Pueblo Bello cuando, se desplazaba 

hacia la ciudad de Valledupar, procedente de Nabusímake, Capital del territorio Arhuaco, al término de una reunión en horas de la noche tras sufrir quebrantos de 

salud que obligaron a su inmediato traslado.

 

No cesan las violaciones a los derechos del Pueblo Arhuaco.

 

Sin tener hasta estos momentos claros los móviles del intento de asesinato, sentimos que es un hecho gravísimo dentro de la serie de violaciones a los derechos de nuestro Pueblo.

 

Nos recuerda esto, que transcurridos 22 años del asesinato de los tres principales líderes arhuacos, -hecho que permanece en la impunidad pese a la condena que hizo la Organización de las Naciones Unidas al Estado colombiano tras encontrar responsable a miembros del ejército-, hay una larga sucesión de hechos escudados en  el conflicto armado que han coartado el ejercicio de la gobernabilidad. Hoy nuevamente vemos amenazada nuestra existencia como pueblo, pero gracias a la protección de Serankwa, resultó fallido el intento de asesinato de nuestra cabeza de gobierno, pero refleja la inseguridad en la que se encuentra el Municipio  de Pueblo Bello, a la que nos enfrentamos diariamente los arhuacos.

 

Pese a la grave situación de violación de derechos al Pueblo Arhuaco como a los demás Pueblos Indígenas de Colombia, que la Corte Constitucional a través de la Sentencia T-025 de 2004, y que dio origen al Auto de cumplimiento 004 de 2009, ordenando al Gobierno implementar mecanismos para la protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas, así como para salvaguardar a dichas culturas del peligro de extinción física y/o cultural  y superar  el  estado de cosas inconstitucional que se evidencia; hoy ocho años después de dicha sentencia y casi cuatro años después del auto, la respuesta aún se encuentra en proceso de formulación, dando lugar no sólo a la continuidad, sino al engrosamiento de las violaciones a los derechos.

 

El Municipio de Pueblo Bello en particular, creado contra la voluntad del Pueblo Arhuaco, encierra una compleja problemática que abarca entre otros asuntos: una 

marcada discriminación y subvaloración hacia los indígenas; la  profanación de Sitios Sagrados mediante la extracción de materiales de construcción, la  emolición de piedras que constituyen referentes de la cultura,  la  tala y quema masiva de bosques; afectaciones socioculturales y económicas por la expedición de licores de fabricación artesanal y licores en general sin control alguno; atracos y hurtos de objetos a los indígenas que se desplazan por inmediaciones del perímetro urbano, promoción del turismo y comercialización de objetos culturales contraviniendo normas de nuestra cultura; diseño e implementación de programas y proyectos de impacto a nuestra cultura sin una participación y consulta en debida forma a través de  los órganos de gobierno competentes y múltiples actos delictivos contra indígenas sin una adecuada justicia o en la impunidad.

 

Recientemente  conductores irresponsables ocasionaron la muerte de un niño indígena de cinco años al arrollarlo con  el vehículo en un carreteable en 

proximidades de la vivienda del  menor y descaradamente se pretende desde instancias de justicia del Municipio llegar a una simple conciliación accediendo a las pretensiones de los responsables del delito.

 

Existe una apreciable condescendencia,  cuando no el protagonismo, de la administración municipal en muchos de estos atropellos. 

 

Todos estos hechos que veíamos sobrevenir, son los que hoy afloran y se pueden mostrar como razones por las cuales el Pueblo Arhuaco ha venido presentando su rechazo a la creación de dicho Municipio enclavado en el Territorio ancestral indígena reconocido legalmente mediante las resoluciones 002 del 4 de enero de 1.973 y 837 del 28 de agosto de 1.995 expedidas por el Ministerio de Gobierno y del Interior respectivamente.

 

Una vez más reiteramos que la solución de fondo a la problemática anterior es la abolición del Municipio de Pueblo Bello y la debida protección del Estado para el 

goce efectivo de los derechos del  Pueblo Arhuaco al libre desarrollo de sus prácticas culturales y la vigencia de su propia normatividad.

 

Elevamos nuestro llamado  urgente a  la Dirección de Asuntos Indígenas, Rom y Minorías del Ministerio del Interior; al Programa de la Presidencia de la República 

para los Pueblos Indígenas, a la Defensoría del Pueblo Delegada para Asuntos Étnicos, al Senado de la República, a los Organismos de Derechos Humanos y 

demás entes con funciones relativas a la problemática que presentamos para que con su intervención se haga una pronta y efectiva justicia frente al atentado criminal contra nuestro Cabildo Gobernador y nos ayuden a encontrar la solución de fondo a toda esta problemática que amenaza nuestra cultura.

 

Dado en Nabusímake a los 10 días del mes de noviembre de 2012 

 

Pueblo Arhuaco de la sierra.