“Respetar, entender y dialogar con la Madre Tierra es nuestro principio de comunicación”. El 12 de octubre de 1492, el hombre occidental invadió el continente americano, hoy por nosotros como indígenas llamado Abya Yala y que en lengua CUNA traduce “Territorio del nuevo florecer”.

 
Desde el mismo día que Cristóbal Colón pisó las islas del Caribe, reflejó la intención que traía el hombre occidental  con los pueblos, culturas y civilizaciones que se resistían a su dominio, en sus manos traía una espada y una cruz que representaban el exterminio cultural, físico y espiritual de los pueblos originarios.  La espada representaba todas las muertes, asesinatos y masacres que ejecutaban a quienes se resistían a su autoridad y la cruz significaba el dominio psicológico, de pensamiento que los llevaban al olvido de su origen, historia, cultura, prácticas culturales y el valor del territorio como espacio de vida de los pueblos nativos.
 
Volver a la historia y conocer como fue el exterminio inhumano de muchas culturas que desaparecieron por las masacres, enfermedades, la esclavitud, el sometimiento intelectual y muchos otros factores, nos muestran que desde el principio, esa cultura extraña nunca ha tenido la intención de construir, por el contrario sus objetivos han sido llenos de avaricia, de acumular o acaparar muchas riquezas sin importar los seres que puedan llegar  a perjudicar.  En sus principios no está el respeto al ciclo de la vida, al territorio, los animales, la espiritualidad y la cultura, que  hacen original un pueblo.
 
Durante muchos siglos, muchas culturas y pueblos desaparecieron de nuestro continente, por la barbaridad del hombre occidental, sus territorios fueron ocupados por ellos y los pueblos que lograron resistir a la invasión se internaron en las más recónditas selvas, montañas, ríos, sierras, llanos y páramos, para conservar su vida y su cultura, pues se resistieron al dominio de occidente.
 
Durante muchas generaciones  la mayoría de los pueblos originarios conservaron en su gran mayoría su idioma, creencias, costumbres, es decir su cultura, pues al relacionarse con la naturaleza y madre tierra no necesitaban de la otra cultura extraña para vivir, vivían autónomamente con su familia, comunidad o tribu, la madre tierra les brindaba todo lo que necesitaban, por ejemplo: su alimento lo tomaban de los árboles y plantas, de los animales de tierra y agua, su medicina estaba en la naturaleza, se guiaban con el sol, la luna, las estrellas, con el fuego se calentaban y cocían algunos alimentos, con las piedras hacían herramientas y armas, con los grandes árboles construían casas y canoas, los animales, nubes, relámpagos, truenos les advertían de los peligros y las soluciones a sus dificultades, es decir había una relación armónica entre los seres que habitamos en la madre tierra, la comunicación e interacción tejía lazos muy fuertes que permitía permanecer como culturas originarias.
 
Después de muchas generaciones se empezaron a presentar guerras entre mismos conquistadores en rebeldía hacia la corona española, pues no querían llevar las riquezas  a la corona en España, porque su retribución no les parecía suficiente, es así, como por medio de su avaricia crearon guerras en nuestro continente obligando a muchos de nuestros indígenas colonizados a pelear en defensa de las riquezas que habían saqueado, fue así como muchos territorios del continente fueron dividiéndolos en países con líneas imaginarias, construyendo en ellos caseríos y pueblos que llevaban nombres haciendo honor a sus caudillos, apellidos, creencias, reyes y santos, así empezamos a perder los nombres verdaderos de nuestros ríos, lagunas, cerros, montañas, valles, sierras, llanuras y mesetas.  Impusieron nombres y apellidos extranjeros a nuestra gente y a nuestros pueblos indígenas, pues para ellos no teníamos almas, éramos seres salvajes, sin pensamiento o racionalidad y como tal nos trataban, fue así en ese proceso de sometimiento donde empezamos a tomar costumbres, creencias, lenguajes, que nos fueron llevando lentamente a un proceso de colonización de nuestra mente  e ir perdiendo las prácticas culturales como pueblos originarios.
 
Empezaron a imponer normas que degradaron aun mas a nuestras culturas originarias, pues con sus leyes juzgaban y controlaban los territorios y las vidas de nuestros ancestros, donde muchos eran ejecutados sin la posibilidad de defender sus argumentos, es decir nos median con las normas de su cultura europea, la cual era muy cruel y que llevo a condenar a muerte a millones de nuestros hermanos indígenas, en el mayor genocidio que la humanidad haya conocido. Esta imposición llevó a que muchos de nuestros pueblos se rebelaran y abandonaran sus tierras ancestrales, las cuales fueron ocupadas por los colonizadores, donde utilizaron a muchas familias nativas para trabajar a su servicio solo a cambio de alimentarse y de permitirles labrar las tierras que habían sido suyas por milenios.
 
Los territorios que nuestros ancestros lograron salvaguardar de la invasión y la colonia, eran asaltados por los terratenientes. Una de las estrategias de los invasores era emborrachar a nuestros mayores para luego hacerles firmar documentos donde entregaban sus tierras o los asesinaban para causar terror. Fue como por más de cuatrocientos cincuenta años que vivimos sometidos a voluntad del hombre blanco, donde casi ninguno cuenta de sus barbaries, pues sus conquistadores son los protagonistas de los más viles asesinatos y masacres que los avergonzarían en el mundo, por causa de su avaricia.
 
Entre los años 1960 y 1970, líderes indígenas del Departamento del Cauca, Colombia, juntamente con campesinos cansados del sometimiento de los terratenientes, en busca de liberar su familia, su territorio y su vida cultural, empiezan a reunirse y sublevarse ante los terratenientes formando una organización campesina llamada ANUC (Asociación Nacional de Usuarios campesinos),  la cual en sus inicios forjó la lucha por el derecho a las tierras como un derecho para todos.  Tiempo después por su cosmovisión, líderes indígenas deciden formar una organización indígena autónoma  llamada Consejo Regional Indígena del Cauca  -CRIC-, que fue creada con los principios de Unidad, Tierra y Cultura, igualmente que para defender los derechos y los territorios de los pueblos indígenas del Cauca, logrando consolidarse en el año 1971.
 
Desde su creación el CRIC, ha dedicado su trabajo a fortalecer el proceso organizativo, recuperar las tierras de sus ancestros y afirmarse como la organización indígena con mayor poder de movilización a nivel nacional, que igualmente ha forjado procesos como: movimientos juveniles, mujeres, salud, Etnoeducación, comunicación entre otros, los cuales le han permitido consolidar respeto y reconocimiento por parte del Gobierno nacional y naciones internacionales.
 
En el año 1980 y 1981, varios líderes Indígenas en Colombia, recorren el país realizando varias reuniones, quienes después de varios meses logran convocar una reunión de los pueblos indígenas en Colombia en el año 1982, donde nace la Organización nacional Indígena de Colombia ONIC.
 
Los procesos, logros y éxitos del movimiento indígena han sido resultado de arduas luchas durante muchos años que ha dejado miles de muertos, desaparecidos, amenazados, señalados, torturados y exiliados.
 
Hoy después de 520 años de invasión y como si no fuera suficiente con todo lo que ha vivido el movimiento Indígena, los gobiernos han mirado nuestros territorios ancestrales como una manera de incrementar sus recursos y sin importar los que habitamos en estos territorios, se han dedicado a negociarlos y legislar políticas  no solo para explotar su fauna y flora, sino para extraer los hidrocarburos y minerales que es la sangre de nuestra madre tierra.  
 
Como indígenas hoy debemos enfrentar retos a través de luchas incansables pues no solo vienen por nuestra vida humana, sino  que están planeando acabar con nuestra gran casa, con ese espacio de vida que es el territorio, con el legado de nuestros abuelos, por esta razón como movimiento indígena debemos adoptar herramientas de ese mundo occidental para defendernos, pues es necesario que conozcamos de sus estrategias para enfrentar ese plan de muerte que es inminente para nuestra vida física y espiritual en nuestro territorio.
 
La estrategia de exterminio continúa desolando los diferentes territorios del Cauca por medio del conflicto armado. Los gobiernos en pago de las deudas con los países desarrollados han entregado en concesión nuestros territorios  a las multinacionales, quienes están llegando a explorar y explotar los territorios indígenas, al igual que  dividir nuestras organizaciones, comprar lideres y hacer propaganda, con el objetivo de mostrar la explotación de los recursos naturales como desarrollo y empleo para nuestra población, sin contextualizar las verdaderas causas que trae la explotación minera y forestal, igualmente que la venta de oxigeno, aguas, plantas, animales y conocimientos ancestrales.
 
Es así como hoy nos hemos movilizado en contra de los tratados internacionales de comercio, políticas, acuerdos, convenios, leyes, decretos que han realizado los gobiernos en Colombia con el fin de justificar un desarrollo que condenara al país en una crisis futura de miseria, hambre y excases de recursos naturales, por eso nos oponemos porque está en juego la vida presente y futura de nuestras generaciones y de la madre tierra.     
 
La estrategia del gobierno colombiano con los medios masivos de comunicación se han convertido en la principal estrategia de difamación, deslegitimación, xenofobia y discriminación con el fin de opacar las justas luchas de nuestros pueblos, esos medios han utilizado toda su tecnología para ponerla al servicio de las políticas neoliberales, quienes sin temor han condenado las movilizaciones, la guardia indígena, procesos de resistencia y hacer ver al movimiento indígena como un obstáculo para el supuesto desarrollo.
 
Por esta razón hoy viernes 30 de noviembre de 2012, en el marco del foro Nacional de comunicación indígena, los comunicadores y comunicadoras indígenas, sectores sociales, fundaciones, redes comunitarias, organizaciones Indígenas nacionales e internacionales Indígenas de Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, México, Estados Unidos y Canadá,  y comunicadores no indígenas de España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Argentina, hemos iniciado un camino en aras de caminar hacia una política pública diferencial de comunicación e información para los pueblos indígenas de Colombia.
Lo anterior, rumbo a la segunda Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala que se realizara en Oaxaca, México en el año 2013, igualmente en cumplimiento del mandato del VIII congreso de la ONIC.
 
Durante los cinco días de trabajo, los comunicadores y comunicadoras Indígenas, trabajamos sin mirar las diferencias organizativas buscando:
Intercambiar experiencias comunicativas, fortalecer el trabajo articulado en redes y acordar una agenda propia de comunicación e información de los pueblos indígenas de Colombia. Analizamos la comunicación indígena en la realidad de los territorios y el contexto de agresión que sufre nuestra comunidad. Reflexionamos sobre el sentido de la comunicación indígena, nuestras propias formas y las tecnologías apropiadas. Conocimos experiencias exitosas de políticas públicas ya realizadas en otros países hermanos.
 
Aprendimos que nuestros pueblos indígenas milenarios siempre hemos hecho comunicación, que los espíritus guardianes, el sol, la luna, los animales, las nubes, los rayos, los relámpagos, las estrellas, los astros y todo lo que hay en nuestros territorios, siempre nos han guiado incansablemente por el sendero de nuestra luchas justas en bien de nuestra Madre Tierra y para nuestras futuras generaciones.
 
“La expresión de la Madre Tierra es el Lenguaje de la Vida,
es la Palabra de los Pueblos, es Nuestra Palabra”
 
Por Escuela de Comunicación “El camino de la palabra digna” zona norte del Cauca