Hoy 16 de diciembre del 2012, la comunidad del Nilo – Caloto, se reunió para recordar la masacre de 20 compañeros y compañeras que se encontraban reunidos un día lunes 16 de diciembre de 1991, “esa noche fue horrible”. Hoy la comunidad se concentró para no olvidar a sus muertos y para recordar los acuerdo incumplidos por el gobierno colombiano, hoy 21 años de impunidad.   

 
Las comunidades indígenas nasa habían ocupado la finca del Nilo en el año 87, ahí ocurrió la masacre y fue considerado como campo santo en homenaje a los 20 compañeros asesinados, hoy es el cementerio de la comunidad.
 
En esa finca se encontraban muchas familias que no tenían tierra para trabajar, era gente de Huellas y de la comunidad de López Adentro. Ese lunes 16 de diciembre de 1991, la gente estaba reunida, organizando la comida para el otro día, estaban ablandando unos frijoles, cuando alguien grito y se escucharon los disparos.
 
“Esto fue una masacre anunciada”, la comunidad venía haciendo reuniones para denunciar las amenazas por ocupar la finca, se le informó al municipio, al departamento. “A las 8 de la noche esa gente ya estaba por llegar y nosotros estábamos reunidos haciendo una comida para el otro día, los compañeros de la guardia, gritaron: llegaron esa gente, cuando sentimos esos tiros por todas partes, algunos corrimos detrás de los cambuches, otros decían que no corrieran que no nos hacían nada, otros gritaban corran que hay que volarse, y desafortunadamente los que se quedaron murieron ahí”, expresó un sobreviviente de la masacre. 
 
Las viviendas las quemaron, a algunos los asesinaron con balas, a otros con un hacha y  a otros con machete. La gente que se alcanzó a salvar regresó a las 12 de la noche, volvieron a contar los muertos, a las 5 de la mañana ya se sabían que eran 20 personas reconocidas. 
 
“Era una situación muy horrible, mirar la cantidad de muertos, por todas partes, ahí de boca abajo, mirar la forma como los había matado, utilizando hacha, machetes, impresionante, y fuera de eso la cantidad de bala que utilizaron ahí, eso fue una cosa muy horrible, para nosotros imposible de olvidar”. Después de la masacre las familias ya no querían volver a la finca. “En el 2002 nos entregaron la finca del Nilo, la gente poco a poco fue llegando”, dijo una sobreviviente.  
El 27 de noviembre de 1991, la gente tuvo una reunión en Caloto para negociar la entrega de la fina. En ese día se vieron personas extrañas y armadas. Las familias no iban a salir de la finca porque la idea era tener un pedazo para trabajarla. “Ese día nos llamaron y nos dijeron que teníamos que salir, salen o ustedes asumen las consecuencias”, la gente se dio cuenta de las amenazas y se empezó a denunciar a todos los entes de ese momento, “eso fue una masacre anunciada”. “Nos dijeron que ellos nos pagaban a todos por los cultivos que teníamos, teníamos muchos cultivos”, pero la comunidad ya estaba posesionada en la finca y las familias dijeron: “Nosotros no vamos a negociar esos cultivos y ni vamos a salir de aquí, de aquí no vamos a salir, de aquí nos sacaran muertos”. 
 
La masacre se cumplió, las comunidades siguen luchando por la liberación de la Madre Tierra, hoy la pelea es dura porque hay muchas leyes que se están implementando y la vida está en peligro. Por eso la gente se movilizó el pasado martes 11 de diciembre del 2012, se cerró la vía la panamericana en la Agustina por tres horas y el lunes 17 de diciembre del presente año se van a reunir los gobernadores indígenas con el gobierno para exigir el cumplimiento de la entrega de tierras a las comunidades indígenas. 
 
 
Tejido de Comunicación – ACIN