Aprobación de TLC por gobierno coreano es una pésima noticia para Colombia.

 
El senador Jorge Enrique Robledo calificó como inaudito que el gobierno del presidente Santos celebre que el gabinete coreano haya aprobado el TLC con ese país. Señaló que con esta noticia avanza otro ataque contra la industria nacional, que atraviesa por una profunda crisis causada por las importaciones y la revaluación, fenómenos propios del libre comercio.
 
Todos los especialistas reconocen que Corea es una potencia industrial. Su productividad laboral es casi cinco veces superior a la colombiana y su producción goza de grandes subsidios estatales. Además, es el cuarto exportador de textiles en el mundo, el quinto fabricante de vehículos y una potencia en la producción de electrodomésticos. Bajo estas condiciones, el TLC es un “carrobomba” en la puerta de la industria nacional, señaló el senador Robledo.
 
El congresista criticó severamente que el gobierno defienda la destrucción de la industria señalando que el Tratado beneficia a la agricultura. Así se eliminen los aranceles para los productos coreanos, los agricultores colombianos deberán competir con potencias agrícolas que dominan el mercado del país asiático. El 93% de las importaciones agrícolas de Corea están controladas por 4 potencias agrícolas: los Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y China. ¿Cómo vamos a competir con los productores de estos países en Corea, si nos tienen derrotados en Colombia?, preguntó Robledo.
 
Un estudio de Fedesarrollo señala que con este Tratado las importaciones desde Corea aumentarán en un 29%, mientras que las exportaciones colombianas solo lo harán en 8%.
 
Robledo resaltó la importancia de la industria para Colombia, pues es un sector que genera miles de empleos y permite consolidar un mercado interno que favorecería a su vez al agro nacional. Reiteró que las políticas del presidente Santos están destruyendo la producción del país y señaló que el Congreso colombiano no debe aprobar el Tratado con Corea.
 
Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, 5 de febrero de 2013