El foro “Niñez y Conflicto Armado en el territorio del norte del Cauca” llevado a cabo los días 6 y 7 de febrero, en la Fundación universitaria de Popayán, dejó un panorama claro y muy preocupante de los que quizá son los más afectados por las problemáticas existentes en el territorio, nuestros  niños y niñas. 

 
El foro inició con la conferencia de delegados del comité internacional de la Cruz Roja, donde se habló sobre la protección de niños y niñas en contextos de conflicto armado en el marco del DIH – caso Colombia. Si bien el DIH hace especial énfasis en la protección de niños y niñas, en este país y específicamente en el norte del Cauca el gobierno y los grupos insurgentes se hacen los de los oídos sordos frente a estas problemáticas, tanto así que en las negociaciones entre las FARC y el gobierno no se ha tocado un tema tan importante y que bien podría ser un de los aspectos más relevantes para acabar el conflicto armado de raíz.
Como en todas las guerras y confrontaciones armadas la mayor cuota de sangre y sufrimiento la arriesgan los civiles y el conflicto en el Cauca no es la excepción. 
 

La presentación de los avances y hallazgos del sistema de monitorio de violación de derechos humanos de niños y niñas en los territorios indígenas del norte de Cauca, estuvo a cargo de Edwin Mauricio Léctamo, del Tejido de Defensa de la Vida y Jorge Bastidas, Director de Tierra de Paz.  Desde el Tejido de Defensa de la vida – ACIN, el Tejido de Defensa de la vida – ACIN busca monitorear las afectaciones del conflicto armado y brindar información que oriente y mejore la estructura de los programas de protección a las víctimas, además brindar datos sobre la violación de Derechos Humanos de los niños, niñas, adolecentes y jóvenes  (NNAJ) para los reportes del país de la Resolución 1612 emitida por las Naciones Unidas.
 
Madeja tiene una cobertura en los territorios de los 7 proyectos comunitarios del norte del Cauca: Proyecto Nasa, Proyecto Global, Proyecto Integral, Proyecto Unidad Páez, Proyecto Cxa Cxa Wala, Proyecto Yu´lucx y el Proyecto Sa´t finxi Kiwe. Cada uno de estos proyectos presentó un reporte de las afectaciones.
 
Es preocupante la información que se ha obtenido del Tejido de Defensa de la vida – ACIN.  En cuanto a asesinatos y afectaciones a niños, niñas y adolescentes, entre enero y agosto de 2012 se registraron 5 homicidios, 5 en la categoría de lesiones personales y 17 víctimas de MAP (Minas Anti Persona) y REG (Resto Explosivo de Guerra). En esta última categoría en la que los niños, niñas y jóvenes superaron en cantidad de víctimas a los adultos y además las 17 víctimas se reportaron todas de Jambaló.
 
En cuanto al reclutamiento de niños, niñas y jóvenes, el Tejido de Defensa de la vida – ACIN reconoce que los datos obtenidos no son exactos y que los impactos de esta problemática es mucho mayor por las complicaciones del contexto, por la interacción de los menores con los grupos armados y por los factores de riesgo.
 
Por otra parte,  Tejido de Defensa de la vida – ACIN hace un gran aporte para que la violación de nuestros derechos como grupos indígenas, no se quede impune. Se suma a la lucha del pueblo Nasa que se ha llevado desde hace 500 años para demostrarle al mundo que de que las gráficas puedan ser alarmantes son muchísimos más los que han luchado por defender nuestro Plan de Vida.  Sin duda es de suma importancia que la comunidad conozca más a fondo de este trabajo para tomar medidas conjuntas que nos permitan proteger a nuestra comunidad y especialmente nuestros niños, los más afectados.
 
Según la agencia de comunicación Pandi cuando se trata de noticias sobre niñez en conflictos armados el 44% de la información obtenida por los medios de comunicación colombianos son de fuentes estatales y el 7,4% de niños y niñas. Nuestros niños, niñas, adolecentes y jóvenes son los principales sabedores de una problemática que viven a diario, por esa misma razón los medios de  comunicación apropiados por las comunidades indígenas debe tener como fuente  a los niños y niñas, sus familias, escuelas y en general a la comunidad, como una forma de seguir resintiendo al proyecto de muerte y de fortalecer nuestro plan de vida. 
 
Tejido de Comunicación – ACIN