Para las bases de apoyo zapatistas de San Marcos Avilés, la pesadilla del desplazamiento no termina. Cuando terminó la campaña internacional que puso el foco sobre la amenaza y la paró, el gobierno y los partidos volvieron al ataque y se teme un desplazamiento forzado inminente.
El ejido San Marcos Avilés se ubica en el municipio oficial de Chilón, en la región de los Altos, al norte de Chiapas. La población, de alrededor de 140 familias tzeltales, cultiva maíz, frijol, café, caña de azúcar y plátanos, y cuenta con un poco de ganado: vacas, caballos, cerdos y pollos. En la comunidad viven familias bases de apoyo zapatistas (BAZ), junto con simpatizantes de los partidos políticos Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
La mañana del sábado 23 de febrero de 2013 llegó el mensaje más preocupante para los compañeros solidarios con los zapatistas en todo el mundo: “Urgente: riesgo de desplazamiento forzado a bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en San Marcos Avilés”. En este artículo se explican los antecedentes de la pesadilla soportada por estas BAZ desde el 2010, y se muestra la diferencia que puede hacer la solidaridad internacional en un momento de resurgimiento del movimiento zapatista.
El desalojo
En agosto de 2010, como parte del Sistema de Educación Rebelde Autónomo Zapatista y la lucha por la dignidad, libertad y justicia, las BAZ de San Marcos Avilés construyeron su escuela autónoma, “Emiliano Zapata”. La educación es uno de los pilares principales de la autonomía y autodeterminación zapatista, ya que es completamente independiente del Estado. Sus escuelas autónomas operan de forma anti-jerárquica y se basan en la cultura indígena local y su cosmovisión. La educación se considera como un derecho fundamental de la gente y como una forma de resistencia. “Queremos una buena educación para nuestros niños, un buen aprendizaje, un buen ejemplo. Vemos que el gobierno tiene sus escuelas, pero no es buena educación ni les enseñan bien a nuestros hijos; no brindan buen aprendizaje, y lo que enseñan no tiene nada que ver con nosotros. Por eso abrimos nuestra escuela”, se señaló a propósito de la apertura de la escuela.
Los actos de agresión, acoso e intimidación por parte de un grupo partidista de la comunidad, en conjunto con las policías y las autoridades locales, siguieron a la construcción de la escuela. Entre los actos están el robo y destrucción de alimentos y pertenencias, amenazas físicas y de muerte y el saqueo de sus tierras. En sólo unos días, 29 hectáreas de tierra y cultivos de las BAZ les fueron robados. Menos de tres semanas después de la construcción de la escuela, 30 hombres, fuertemente armados, y afiliados a PRI, PRD y PVEM, irrumpieron en las casas de los zapatistas, y trataron de violar a dos mujeres. En seguida, 47 hombres, 50 mujeres y 77 niños fueron desplazados, y, para no dar respuesta a esta agresión, se refugiaron en el monte, donde se quedaron sin comida ni refugio durante 33 días, aguantando el frío, lluvia, hambre, y durmiendo en el barro debajo de unas láminas de plástico. “Nos tratan como animales, como perros. Esto es lo que sentí cuando mi hijo nació en la montaña”, señaló una mujer.
El regreso
En respuesta al desalojo, simpatizantes de todo el mundo se movilizaron rápidamente y una caravana de solidaridad se organizó para llevarles alimentos, ropa, mantas y medicinas a los desplazados. Después de un regreso acompañado a la comunidad, el 12 de octubre de 2010, las BAZ encontraron sus casas saqueadas y sus pertenencias robadas, sus tierras ocupadas, sus vallas rotas, sus animales sacrificados y sus cultivos quemados. Además de esto, no habían cesado las amenazas de muerte, intimidación y hostigamiento por parte de los partidistas, interfiriendo con la realización de sus actividades cotidianas y socavando gravemente su salud mental y física. Estos ataques se pueden ver claramente como otro intento de parar el proceso autonómico zapatista, y de obligar a las BAZ a que abandonen su lucha y se sometan a los proyectos del mal gobierno.
La Junta de Buen Gobierno (JBG) de Oventic, en el Caracol II, hizo una declaración: “Si algo les pasa a nuestros compañeros y compañeras que ya están en su comunidad, los responsables son los gobiernos municipales, estatales y federales que asesoran, financian y arman paramilitares y manipulan a la gente pobre y miserable.
“Los zapatistas no molestamos a nadie, no desalojamos a nuestros hermanos de los partidos, no perseguimos a nadie, no robamos las tierras de nuestros hermanos campesinos ni cualquier otra pertenencia de otros hermanos pobres, solo defendemos lo que es nuestro, lo que son nuestro derechos; nosotros vivimos y comemos de nuestro propios sudor y trabajo, pero sí queremos luchar por la verdadera democracia, libertad y justicia para todos. Y estos son nuestros delitos como zapatistas.”
Una pesadilla sin fin
En los meses de agosto y septiembre de 2011, la Brigada de Observación y Solidaridad visitó ésta y otras comunidades amenazadas, e informó de la desnutrición aguda y de un brote de fiebre que resultó en la muerte de un niño. “Las mujeres, en particular, expresan el sufrimiento como resultado de su desplazamiento, y el dolor causado por no tener seguridad de ningún tipo, ya sea para sí mismos y, sobre todo, para sus hijos. Como resultado directo de hacer valer su legítimo derecho a la educación, no tienen comida, refugio o agua para sus hijos”, informó la Brigada.
Sin embargo, también comentó: “Vemos que, de hecho, el proyecto de autonomía zapatista afirma los derechos que están consagrados en las declaraciones, convenciones y tratados relativos a los derechos de los pueblos indígenas, en particular los relacionados con la autonomía y la libre determinación. Fuimos testigos de los humillaciones terribles perpetradas por el mal gobierno, pero también hemos visto con nuestros propios ojos que a pesar de las amenazas de represión, el sufrimiento, el dolor y la pobreza, ninguno de los compañeros quiere darse por vencido. Esta creencia en el proceso de liberación significa que el movimiento zapatista es más fuerte que nunca”.
¿Un segundo desplazamiento?
Han existido amenazas recurrentes de otro desplazamiento. Por ello, en noviembre de 2011, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casa (Frayba) y el Movimiento por Justicia del Barrio, una organización de migrantes mexicanos que lucha por la dignidad y en contra del desplazamiento en el este de Harlem, Nueva York, emitieron la “Declaración mundial en apoyo a las Bases de Apoyo Zapatista de San Marcos Avilés”, que fue firmado por grupos, individuos y organizaciones de todos los rincones del mundo. El Movimiento por Justicia del Barrio también difundió una declaración adicional de apoyo, firmada por más de mil manifestantes de Ocupa Wall Street.
En 2012, la situación de amenazas y agresiones se intensificó tanto que las BAZ enviaron a la comunidad nacional e internacional un llamado urgente de ayuda. El Movimiento por Justicia del Barrio respondió de nuevo, en julio de 2012, enviando un mensaje urgente a los “compañeros del mundo”, junto con un vídeomensaje conmovedor y poderoso proveniente de los propios BAZ. “En este videomensaje, que envían los compañeros zapatistas de San Marcos Avilés a todo el mundo… Nuestros hermanos hacen un llamado a que se movilice la solidaridad y apoyo nacional e internacional en su pro, ya que siguen aumentando las amenazas y agresiones de modo alarmante… por parte del grupo de choque de partidistas locales. Este grupo dijo que secuestrará a las autoridades comunitarias zapatistas, y así, desplazará a la fuerza de bases de apoyo del ejido…. Por todo esto, se teme un pleno desalojo forzado de la comunidad, al nivel del de 2010.”
Las BAZ explican en dicho videomensaje que: “No podemos gozar del fruto de nuestro trabajo con nuestros hijos, ya que los que lo consumen son ellos, los partidos políticos…… por órdenes del mal gobierno…Los partidos no quieren la organización zapatista en el ejido San Marcos. Según ellos dan mal ejemplo. Mostraron que quisieron desaparecer de una vez la organización. Vamos a seguir con nuestra lucha, no hay de otra, porque no estamos cometiendo ningún delito… porque tenemos derecho a luchar para que nos tomen en cuenta. Libertad, justicia, y paz eso es lo que estamos pidiendo. No tenemos miedo porque sabemos con claridad lo que estamos buscando y como queremos vivir.”
La Campaña Eco
Después de haber llamado la atención al mundo entero sobre la situación vigente de las BAZ de San Marcos Avilés, el Movimiento por Justicia del Barrio lanzó una campaña internacional llamada “Eco Mundial en Apoyo a Los Zapatistas”, con una convocatoria difundida el 27 de julio de 2012. Esta iniciativa se desarrolló en dos etapas: la primera, llamada “Caminando la Palabra Verdadera”, se enfocó en la educación popular y sensibilización comunitaria; y la segunda, “De la Verdad a la Acción, Parando la Represión”, se enfocó en realizar protestas dirigidas por las mismas comunidades que se educaron y sensibilizaron durante la etapa anterior. Desde el inicio, en la convocatoria se propuso que estas comunidades, organizaciones, y personas se organizaran en “Comités de la Palabra Verdadera”. Al final se habían formado comités en apoyo a los zapatistas en 29 países, muchos de ellos compuestos por personas que previamente desconocían la lucha zapatista.
Aunque la campaña brindó solidaridad a todos los pueblos zapatistas amenazadas y al recién liberado preso político Francisco Sántiz López, la confluencia de la constante difusión de información mediante vídeomensajes, eventos, declaraciones, cartas, artículos, declaraciones de apoyo de pensadores reconocidos, y una gran variedad de actividades y acciones, logró mantener a San Marcos Avilés en el ojo público. Los dos sitios web que se hicieron, uno en español y otra en inglés, para compartir información actualizada en 11 idiomas, fueron llamados por este ejido.
“Estos ataques”, escribió el luchador social peruano Hugo Blanco, en apoyo a la Campaña Eco, “constituyen la punta de lanza del ataque para aplastar a la zona liberada del neoliberalismo, donde se gobierna la gente a sí misma a través de las Juntas de Buen Gobierno. Ellas son vistas como un gran enemigo por las empresas transnacionales pues son una muestra viva de que ‘Otro Mundo es Posible’, ‘Un mundo donde quepan muchos mundos’…. Es de interés directo para la humanidad defender la isla de libertad, que es la zona zapatista”. La campaña no dejó ninguna duda de que los ataques son parte de una guerra integral de desgaste que el Estado mexicano ha llevado a cabo en contra de los zapatistas desde 1995, con el objetivo de extirpar todo el movimiento de la faz de la tierra, y la esperanza que encarna.
En su segunda carta de apoyo a la Campaña, la feminista mexicana Sylvia Marcos elaboró las razones detrás de los ataques de los paramilitares. “¿A qué le temen como para que desplieguen tanta fuerza destructiva? ¿Cuál es el peligro de la propuesta, la resistencia y la supervivencia zapatista para el orden capitalista imperante? ¿Será porque demuestran positivamente que otras formas de vida en justicia y dignidad son posibles? ¿Que las satisfacciones de la vida y la alegría de ser no tienen que regirse por el consumismo y la mercantilización? ¿Que se puede “vivir bien”, como lo aseguran las comunidades andinas en Suramérica, con otras formas de organización, de gobierno y de producción campesina en las que la mejor forma de vivir no es la acumulación de bienes materiales, sino la solidaridad comunitaria y el compartir lo que hay?”
Las mujeres del grupo Filipinas por los Derechos y Empoderamiento (FiRE) agregaron su perspectiva. “Estas comunidades indígenas son el blanco del gobierno de México porque los zapatistas están construyendo otra forma de vivir en donde la gente tenga soberanía sobre la tierra y busque la justicia para los pueblos indígenas. A nuestras compañeras y compañeros de San Marcos Avilés, quienes fueron desplazados de su comunidad por más de un mes: nosotras nos solidarizamos con ustedes en su lucha contra el gobierno corrupto que impone tal crueldad.” Mientras tanto, miembros del movimiento de base comunitaria más grande de Sudáfrica, el Abahlali baseMjondolo, o Movimiento de Habitantes de Casas de Cartón, señalan que hay que mantenernos unidos y firmes en nuestros compromisos y metas, y darnos cuenta de que todas nuestras luchas se basan en una sola, ya que la meta principal de la represión es la de destruir nuestros vínculos como movimientos y comunidades.
A lo largo de este período intenso de organización, inspiración y concienciación, ocurrido de julio a noviembre del 2012, la situación en San Marcos Avilés permaneció relativamente tranquila, sin intentos de desplazamiento. Los agresores se dieron cuenta de que la situación era observada. Esto puede darnos esperanza a todos y mostrarnos que la organización nacional e internacional puede ayudar activamente a evitar la represión, que podemos hacer el cambio, y que el trabajo duro sí vale la pena. Además, estas campañas ayudan a que se den cuenta nuestros compañeros zapatistas de que no están solos, que cuentan con aliados en todas partes, y desde luego, que el conocimiento y la comprensión de su lucha se extiende ampliamente. A nosotros ellos nos ayudan a encontrarnos todos.
Las nuevas amenazas de desplazamiento
Desde febrero de 2013 la represión en San Marcos Avilés se intensificó, aumentando las preocupaciones de un nuevo ataque. Ahora se teme que otro desplazamiento de las BAZ sea inminente, después de una demanda de las autoridades y la policía de la comunidad por el pago del impuesto predial de las BAZ. Éstos respondieron: “Hemos sufrido mucho por todas las agresiones por parte de estos grupos partidistas y el gobierno no ha hecho nada. Ahora no es el momento de pagar, pues estamos en resistencia y exigimos el respeto a nuestro derecho a nuestras tierras; si no recibimos nada del gobierno, no vamos a pagar impuestos”.
Los partidistas amenazaron con detener a las BAZ y llevarlos a las autoridades, así como cortarles la luz y el agua. Después, pusieron en marcha el proceso de desalojo con el respaldo del presidente municipal de Chilón, Rafael Leonardo Guirao Aguilar, y la Procuraduría Agraria en Ocosingo, encabezada por Luis Demetrio Domínguez López. La amenaza parece inminente, y el ejido se llena de terror creciente.
En las palabras del Frayba, “este Centro de Derechos Humanos manifiesta su preocupación por el inminente riesgo a la vida, integridad y seguridad personal que sufren las BAEZLN, habitantes del ejido San Marcos Avilés, derivado de las amenazas de muerte y hostigamientos que han aumentado en el curso de las últimas semanas; además del desplazamiento forzado y despojo de sus tierras de sustento que desde el 9 de abril de 2010 no pueden trabajar, situación que los ha llevado a una crisis alimentaria y de amenazas constantes contra su proceso de autonomía. Hacemos notar la responsabilidad del gobierno de Chiapas que por omisión deliberada, no han actuado para garantizar la integridad y seguridad personal de las BAEZLN y el acceso a la tierra a pesar de las diversas intervenciones enviadas.”
Resurgimiento zapatista
Una gran señal de esperanza que puede impactar la situación en San Marcos Avilés es la reaparición pública de los zapatistas después de un período largo de silencio. Una marcha masiva silenciosa de unas 50 mil BAZ enmascaradas se llevó a cabo durante un día muy significativo, el 21 de diciembre de 2012, el final del Baktun 13. Según el calendario maya, este día marca el fin de un ciclo y el comienzo de otro, un momento en que tradicionalmente se cambian los mundos y se transforma el poder. “¿Escucharon?” escribió el Subcomandante Insurgente Marcos: “Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el del nuestro resurgiendo. El día que fue día, era noche. Y noche será el día que será el día. ¡Democracia! ¡Libertad! ¡Justicia!”. Desde entonces, se han publicado 24 comunicados, y la palabra zapatista volvió a nacer.
Cultivando la esperanza y la acción
Recientemente se vio que la campaña de solidaridad contribuyó de manera importante a la liberación del preso político zapatista Francisco Sántiz López. Como resultado de la organización muy eficaz, el nombre de San Marcos Avilés ahora es bien conocido. Hay personas que, sin haber visitado a dicho ejido, se preocupan por lo que ocurre allí. Aunque la Campaña Eco se haya terminado, los Comités de la Palabra Verdadera siguen activos. Cuando el Frayba lanzó su Acción Urgente, produjo una respuesta inmediata de informes, cartas, declaraciones y artículos. Cualquier desalojo no podrá hacerse sin hacer ruido. Se anima a que la gente le escriba inmediatamente al presidente municipal de Chilón, así como al gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, y al presidente de México, Enrique Peña Nieto, haciéndoles responsables de las agresiones que puedan ocurrir.
Urge no bajar la vigilancia, mantener las acciones de organización, escribir cartas y difundir información. Hay que mantener el nombre de San Marcos Avilés, nuestra solidaridad con las BAZ, y, por supuesto, la esperanza, vivos.
JESSICA DAVIES
Publicado el 4 de marzo de 2013
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