La comunidad exige el apoyo inmediato. Desde el día martes 4 de marzo de 2013, en horas de la noche, la comunidad de la vereda Olivares, de Cerro Tijeras está cercada por enfrentamientos entre las FARC y el ejército. La población se encuentra reunida en una escuela de esta vereda  pero  no cuentan con el apoyo ni los recursos necesarios para permanecer allí. “Allá casi no hay señal de celular, un compañero me comentó que no tienen alimentos, ni siquiera colchonetas, nada. Están desesperados. No saben cómo van a regresar al territorio porque ya los desalojaron.” Cuenta un comunero de este resguardo, preocupado porque gran parte de su comunidad se encontraba en Mondomo desde el domingo, apoyando el paro Cafetero. Estos hostigamientos también tienen afectadas a las veredas de San Pablo y Las Brisas.
 
Igualmente otro comunero del resguardo de Cerro Tijeras denuncia la problemática que enfrenta la vereda Matecaña. “…El ejército ha estado rondando por ahí, hasta ahora no nos han prohibido pero amenazan con que van a cerrar la mina, porque dicen que no es legal. Pero ahí si nos ponen a aguantar hambre todo mundo porque casi toda la vereda vivimos de esa mina…” Además el gobierno ya ha puesto en marcha la ‘legalización’ de esa mina porque ya se han realizado los trazados del territorio para la construcción de una carretera hacia donde se ubica esta mina. La comunidad de este sector ha buscado su sustento en la minería ya que el acoso constante de los actores armados, ejército, guerrilla y paramilitares, no les ha permitido volver a dedicarse a sus cultivos.
 
Estos comuneros buscan el apoyo de otros resguardos y otras comunidades en general, no sólo indígenas, para evitar que se realice esta legalización ya que esto significaría el despojo de su territorio por la ocupación de las empresas mineras, como ya ha pasado en otros sectores de  este resguardo.
 
En la vereda El Danubio esto ya sucedió. La minería a cielo abierto se tomó el territorio con toda la agresividad que este proceso extractivo puede tener “…La mina la lograron meter primero porque convencieron a unos comuneros que no consultaron con la comunidad.  Parece que primero todo fue bajo cuerda y luego sí se enraizó la minera y se ha dedicado a devastar las montañas. Ya están entrando con toda la maquinaria para cortar el mineral…” La empresa minera de la que habla el comunero es la transnacional Anglo Gold Ashanti, la misma que señaló de guerrilleros a los campesinos de Cajamarca, Tolima, que se han organizado fuertemente para que no destruyan su territorio.
 
“El ejército siempre nos dice lo mismo, que vienen por la guerrilla. Pero nos afectan es a nosotros. Ahora toca pedirles permiso para poder andar por el territorio de uno” Continúa narrando el comunero. “Andaba el rumor de que al administrador de la mina, la guerrilla le cobraba vacuna y por eso venía el ejército, a brindar protección a la mina.  Pero de ahí ya se quedaron con la base militar que instalaron” Esto ha afectado gravemente a la comunidad de El Diviso, El Damián, Agua Bonita, La Cabaña y Altamira ya que estas veredas se encuentran ubicadas al pie del cerro. El agua de la que se abastecían ya está bajando contaminada y se han incrementado los combates y hostigamientos. “…Se ve mucha gente armada, todas las noches se escuchan disparos, tiran bombas sin medida, uno no pude salir en las noches porque ahí disparan…” Cuenta una comunera.
 
Las comunidades de las diferentes veredas de Cerro Tijeras enfrentan todos los conflictos que ocasiona el ciclo de la gran minería, cada una en diferentes etapas de ese proceso destructivo. La situación de la comunidad sitiada en la vereda El Danubio es el resultado de lo que sucede en la vereda Matecaña con la ‘presión’ contra la comunidad de legalizar la mina y de lo que empieza a suceder en la vereda Olivares y sus alrededores con los hostigamientos que pretenden desalojar a la gente. Este es el ciclo de la gran minería, el mismo que se ha aplicado en otras partes del país y del mundo. El mismo que ha demostrado y comprobado que donde hay explotación minera, hay militarización y no hay agua.
 
La minería avanza rápidamente en el territorio de Cerro Tijeras, señalando y desalojando gente, destruyendo el suelo y envenenando el agua. Por eso extendemos el llamado que hacen estos comuneros a que todas las personas, grupos, colectivos, organizaciones y demás, que hemos visto la destrucción integral que  causa la minería a que busquemos acciones conjuntas y concretas para apoyar a su comunidad a defender su territorio para que puedan volver a sus parcelas, tener agua, vivir tranquilos sin armas que les apunten constantemente, para desalojar a la minera que les arranco sus tierras. “…Nosotros hemos ido a protestar, pero hemos ido pocos. Pero no sé qué medidas tenemos que usar para solucionar esto. Yo no sé qué hacer para sacar esa gente antes de que acabe con todo. Es que estamos solos ¿Qué hacemos?…” Protesta el comunero.
 
 Es necesario resaltar la conciencia de la comunidad de base de Cerro Tijeras, que pese a la compleja situación que enfrentan a lo largo y ancho de su territorio, tuvieron la voluntad de desplazarse hacia las vías de Mondomo a sumarse al paro cafetero, una lucha que sienten suya también porque saben que la raíz de todas estas crisis es la misma. Su territorio querido que les da lo necesario para vivir no solo a ellos sino a todo el mundo, a punta de represión, lo están transformando en mercancía. 
 
Tejido de Comunicación – ACIN