El Programa de Iriarte, es copia del Plan de Desarrollo del Gobierno de la exgobernadora Cielo González. La esencia del mismo es continuar con la imposición en el Huila de las “locomotoras de desarrollo” minero energéticas y los agronegocios del Gobierno de Santos.

Por esa razón aprobaron y defienden el Proyecto Hidroeléctrico El Quimbo y la utilización intensiva de los recursos hídricos para la generación de energía, con nueve represas más para el Huila, que hacen parte del Plan de Privatización de la Cuenca del río Magdalena concesionado por el Gobierno de Santos a la empresa Hydrochina, cuando todo el movimiento social y ciudadano viene exigiendo la suspensión inmediata de la Licencia Ambiental del proyecto El Quimbo y no más represas en nuestro territorio.

El Programa y el Plan Regional de Competitividad que tanto aplauden los denominados “gremios económicos” hacen parte de los Tratados de Libre Comercio avalados por todos los sectores políticos que apoyan su candidatura. El Plan se sustenta en las denominadas Zonas de Reserva Industrial, para el impulso de los agronegocios (biocombustibles) donde se estimula la inversión de capital nacional y transnacional privado. En otros términos, es la entrega de nuestras tierras, sin límite y plenas garantías, a inversionistas extranjeros, contra la producción campesina e indígena que demandan subsidios del Estado, apropiación de tecnologías adecuadas, protección de las semillas nativas y, en especial, la creación de Zonas de Reserva Campesina, estigmatizadas por el Ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo como “republiquetas independientes”, cuando están reconocidas en la Ley 160 de 1994.

El Programa de Iriarte y el Plan Regional de Competitividad “estimulan la conversión de la extracción minera artesanal hacia la explotación industrializada”, es decir, acabar con la minería artesanal para entregar su explotación a las transnacionales al igual que los agronegocios que atentan contra la seguridad alimentaria y la economía campesina.

Precisamente, esa política neoliberal ya fracasó. La prueba está en las manifestaciones de protesta de los cafeteros y de todos los sectores del agro Colombiano afectados por dichos tratados y la revaluación de la moneda. A lo anterior se agrega la caída de las exportaciones, cero crecimiento industrial, mayor desempleo, y miseria, donde el Huila se destaca por los más altos índices de pobreza extrema lejos de la media nacional.

Para evitar que se continúe con el mayor desastre económico y social anunciado, la mejor opción es VOTAR EN BLANCO por la defensa de nuestro territorio. VOTAR EN BLANCO, es al mismo tiempo ahorrar los recursos del Estado debido a que se impide que sean apropiados para intereses privados, a través de contratos para pagar los favores a cada sector político que hace parte de la coalición burocrática y excluyente que sin escrúpulos solicitó la censura a la promoción del VOTO EN BLANCO. José Saramago, premio Nobel de literatura, a propósito de la publicación de su obra “Ensayo sobre la Lucidez” afirmó que “Si el VOTO EN BLANCO asusta a los políticos es precisamente por ser democrático”

Advertimos que existe la posibilidad de que algunos políticos reconocidos por sus prácticas clientelistas tradicionales, que con anterioridad habían expresado su apoyo a la candidatura de Iriarte, aparezcan a última hora como “promotores” del VOTO EN BLANCO, como una estrategia urdida desde la misma campaña de Iriarte para intentar desviar el verdadero contenido del Programa por la Defensa del Territorio que se opone a las “agendas de productividad y competitividad” que defiende Iriarte quien hace parte de la “Unidad Nacional” y está comprometido con las “locomotoras del desarrollo minero energético y los agronegocios”, que el parlamentario Villalba reclama sean de inmediato incorporadas a través de un nuevo CONPES para que se incremente la presencia del capital transnacional en el Huila contra los intereses de las comunidades. Gaviria vino precisamente a confirmar que el Gobierno Nacional continuará abriendo las puertas al capital transnacional en el Huila con las garantías que ofrece un Gobierno de la “manguala politiquera”. “UNIDAD REGIONAL PARA SEGUIR ENTREGANDO EL TERRITORIO A LAS TRANSNACIONALES”