Las comunidades indígenas del norte del Cauca salieron ayer en la noche hacia la ciudad de Bogotá para participar en el Congreso que inició hoy 19 de abril y culmina el próximo 22 de abril.

 
Ayer 18 de abril se concentraron en Santander de Quilichao aproximadamente unas 22 chivas (buses escalera) con delegaciones de los diferentes cabildos indígenas del norte del Cauca y salieron en caravana rumbo a la ciudad Capital.
 
Comunidades que caminan desde el suroccidente colombiano, donde el azote de la guerra hoy arremete con mayor fuerza los territorios indígenas mientras que el Gobierno discute propuestas con las guerrillas de las FARC, llamados “Diálogos de Paz en la Habana”, para negociar intereses de parte y parte, en un lugar alejado a la realidad que hoy vivimos en el país.
 
Para nadie es un secreto que mientras avanzan en sus diálogos de paz, los grupos armados legales e ilegales siguen matando y sometiendo a nuestros pueblos al terror y a la zozobra. Mientras la política de las locomotoras da vía libre a los intereses de las transnacionales para que desarrollen grandes proyectos de exploración y extracción de recursos naturales que siguen ocasionando desplazamiento a las comunidades y daños ambientales a nuestra Madre Tierra.
 
Por esto cada día militarizan más nuestros territorios, causan intranquilidad con los estruendos de los combates, retienen y agreden físicamente a comuneros indígenas, matan líderes y sabios espirituales de nuestras comunidades. Tal como lo siguen haciendo en Jambaló Cauca, con la firme intención de destruir nuestros Planes de Vida y nuestras comunidades.
 
Planes de Vida que son claro ejemplo de comuneras y comuneros que trabajan conscientemente y que con sus acciones coherentes buscan construir la verdadera paz. Ellas y ellos son amedrentados y asesinados por llevar el  legado de los mayores que desde hace más de 500 años  venimos plasmando en la construcción de nuestros propios territorios.
 
Pese a esta agresión constante y a la necesidad de fortalecer nuestras propuestas autónomas, vemos que surgen propuestas ambiguas a las realidades que viven las comunidades. Es por eso que salimos a participar en el Congreso de la Paz para debatir con otros sectores sociales y populares, acerca de la sociedad otra que necesitamos construir con reales propuestas de tejidos y solidaridades entre pueblos. Para fortalecer caminos que nos permitan continuar defendiendo nuestros territorios, la identidad cultural y la vida toda.
 
En ese camino, nos solidarizamos con la familia del mayor espiritual BenancioTaquinás del Resguardo indígena de Jambalo, asesinado a balas el 18 de abril de 2013 en su casa. Lamentamos su desaparición física y rechazamos el acto cobarde de los actores armados que le arrebataron  la vida.
 
Exigimos a todos los actores armados parar el fuego ya para que no haya más derramamiento de sangre en nuestro territorio. Creemos que aunque no es suficiente para que haya paz, mientras haya megaproyectos y extracción en nuestro territorio. Al menos nos impulsará para levantarnos a construir la paz desde abajo sin dueños y con pueblos, como tanto la anhelamos. Porque defender  políticas públicas inconsultas ante el pueblo, tampoco es construir paz.
 
Construir paz es vivir en armonía y en equilibrio con nuestra Madre Tierra. Construir paz es defender los derechos humanos, el derecho a tener una vida digna, tener territorio, salud, educación y vivienda. Construir paz es detener las transnacionales para que no vengan a llevarse  los minerales destruyendo y contaminando los recursos hídricos del territorio.
 

Por: Tejido de Comunicación – ACIN