Los pueblos, las autoridades y organizaciones afrocolombianos, indígenas, campesinos reunidos en el VI Encuentro interétnico e intercultural, declaramos:

 

La construcción de una paz con justicia social en Colombia reclama del estado y de la sociedad el reconocimiento real de la composición pluricultural y pluriétnica de la nación colombiana. El Cauca es una expresión profunda de su contenido e históricamente padece los estragos de la guerra y de las políticas que afectan al conjunto de los pueblos y comunidades.

 

Este encuentro surge desde nuestras propias necesidades como una forma de responder a la búsqueda de su solución y de articularnos con los procesos sociales que se dan en el país en esa dirección. De allí que veamos con entusiasmo los diálogos que se realizan en la Habana como una contribución a crear senderos de paz para el país, a la vez que señalamos nuestras preocupaciones sobre los impactos y consecuencias de sus acuerdos sobre nuestros derechos. Al no tener una participación activa en el proceso, se hace necesario un escenario complementario de diálogo en nuestros propios territorios, incluyente de nuestras propias dinámicas.

 

Tanto la guerra como la paz se concretizan en los territorios de diferentes maneras. Sin embargo, ambas están atravesadas por el modelo capitalista explotador y excluyente a través de las diferentes políticas públicas que ahora se expresan bajo la forma de las locomotoras. Preocupante de manera mayor al ser interiorizado como modelo de vida en nuestros territorios y comunidades.

 

Reconocemos la importancia de la presencia y el trabajo de apoyo, visibilización y observancia de la situación de derechos humanos en el país, de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y rechazamos el pronunciamiento del Gobierno Nacional con relación a su labor, en un país en el que continúan las graves violaciones a los derechos humanos y al Derechos Internacional Humanitario.

 

Este encuentro se centró en el tratamiento de los siguientes temas en el espíritu de afianzar la unidad de los pueblos y la defensa de los territorios y los derechos colectivos. Tierra y territorio. Gobernabilidad propia. Paz y conflicto. Educación y salud. Economía, Trabajo y Empleo, y Naturaleza, ecosistemas, cosmogonías, culturas y comunicación propia. Todos ellos como componentes fundamentales de la agenda interétnica e intercultural.

 

El encuentro ha establecido que nuestros territorios están en disputa por diferentes intereses políticos y económicos nacionales y multinacionales. Las grandes empresas extractivas y agroindustriales, en connivencia con el gobierno nacional, amplían cada vez más sus fronteras manteniendo una política de arrasamiento que por siglos han padecido nuestros pueblos. No es solamente el problema de propiedad de las tierras es también nuestras justicias, gobiernos propios, autonomías, soberanías, cosmogonías y formas culturales ancestrales. Hay una excesiva concentración de tierras en ingenios, transnacionales y en terratenientes en el Cauca, asi como en otras regiones del país, históricamente arrebatadas a nuestras comunidades inicialmente a los pueblos indígenas y posteriormente a otros sectores humildes. Es sobre esos territorios concentrados en donde se debe hacerse la reforma agraria y ampliar los espacios de vida y la ampliación territorial para los sectores minoritarios de acuerdo a nuestros derechos, necesidades y aspiraciones.

 

El modelo de despojo e imposiciones gubernamentales incentiva la división de nuestras comunidades y organizaciones. El encuentro ratifica la decisión y voluntad de la unidad de los pueblos y la construcción de una agenda común interétnica e intercultural. Quiere decir esto que reafirmamos el tratamiento concertado de solución de nuestros conflictos en nuestros territorios. Y, a la vez, de nuestra firme convicción de que no debemos dejarnos influenciar y dividir por estrategias externas tanto gubernamentales, empresariales como de actores armados.

La fuerza interna de este encuentro decide conformar una mesa interétnica e intercultural de carácter permanente con representación de los diferentes pueblos y organizaciones de la región. Estará encargada de propiciar el fortalecimiento de los procesos colectivos y el tratamiento autónomo de los conflictos que se presenten en nuestros territorios. Así como convertirse en el interlocutor legítimo en relación con el Estado para tratar los temas de la agenda común.

De la misma manera, decide convocar a una movilización unitaria que exprese el carácter de este encuentro y que incentive el proceso unitario de los pueblos
Este VI encuentro se solidariza con las organizaciones sociales que adelantan procesos luchas en otras regiones del país, como las del Catatumbo, el paro nacional minero, el paro cafetero y otros sectores productivos que están en crisis y en proyección de movilizarse, siempre y cuando  sus principios y los propósitos de lucha sean pacíficos, y apoyamos en la exigencia a la libertad de muchos líderes sociales judicializados de los movimientos sociales que luchan por sus derechos y reivindicamos la necesidad de exigir la garantía de la legítima protesta social.

Indígenas, afrodescendientes y campesinos, y las expresiones organizativas de  mujeres, jóvenes, niños y de mayores, nos unimos en un haz de esperanzas de expresión concreta de nuestra pluralidad. Y no la pisoteada en la letra constitucional sino aquella que vivimos en la cotidianidad de nuestros territorios. Es allí donde lo interétnico e intercultural adquiere y adquirirá vida y sentido en la construcción de un país en paz y con justicia social.

POR LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS Y LA DEFENSA DEL TERRITORIO
COMUNIDADES AFRODESCENDIENTES, INDÍGENAS Y CAMPESINAS

Santander de Quilichao. Julio 20 de 2013