Las autoridades tradicionales del territorio ancestral de Toribio: El cabildo Indígena de Tacueyó, Toribio y San Francisco, pertenecientes al plan de vida comunitario “Proyecto NASA “hacen de conocimiento público la difícil situación que viven hoy nuestras comunidades, debido al aumento desmedido de cultivos de uso ilícito en nuestros territorios, así como el aumento en el consumo de sustancias psicoactivas por parte de algunos de nuestros comuneros, particularmente de niños y jóvenes.

 

Con el ánimo de dar a conocer las graves afectaciones que se están generando por este flagelo, como también de poder orientar a la comunidad, de donde viene este problema y que intensiones hay detrás, hacen de conocimiento público la siguiente información:

NUESTRA IDENTIDAD, NUESTRA LUCHA POR UNA COMUNIDAD UNIDA Y SIN VICIOS, LA VAMOS A PERDERPOR QUERER TENER MAS DINERO QUE DIGNIDAD.

Nuestra comunidad, desde la época de la recuperación de tierras, la fundación del CRIC, ACIN y del Proyecto Nasa, se ha caracterizado por su permanente búsqueda del mejoramiento de nuestras condiciones de vida, mediante emprendimientos organizativos, culturales, académicos y económicos que todos conocemos; también hemos participado de movilizaciones, asambleas, marchas y congresos, que nos han dado reconocimiento por ser en principio una fuerza de paz que aporta y lucha por los derechos de todos y todas, así como de otras comunidades.

Venimos entonces día a día construyendo nuestros sueños, nuestros propios planes de vida digna, por eso contamos con un plan de desarrollo municipal construido y aprobado por la comunidad en el marco de nuestro plan de vida territorial y cultural. Además, identificamos y desarrollamos con coherencia, importantes potenciales económicos de nuestra región y todo para lograr un desarrollo integral comunitario, de nuestra propia economía, entre otros.

Pero sumado a nuestros logros, no podemos negar que hacemos parte o mejor, dependemos de un sistema estatal centralizado, burocrático al servicio del gran mercado. Un estado y peor un gobierno que les ha permitido – solo a ellos – la firma de varios Tratados de Libre Comercio, consolidando así la política neoliberal, la globalización de la economía y el fortalecimiento del capitalismo (individualismo), el cual se alimenta vorazmente de los recursos económicos LÍCITOS e ILÍCITOS  mediante el lavado de dinero. Es necesario entender entonces, que así como la economía esta  globalizada, es decir NO DEPENDE DE NUESTRA VOLUNTAD, ni siquiera de los mismos estados, el mercado de las drogas Ilícitas también está globalizado, los grandes narcotraficantes y el dinero que en este negocio se produce, no está en nuestras comunidades y no beneficiaran nunca a nuestras comunidades.

A nuestros territorios también llegaron los medios masivos de comunicación y con ellos el consumismo de productos creados por multinacionales, las cuales borraron las fronteras de nuestros países, de nuestros territorios y se instalaron en nuestros hogares vendiéndonos desde carros, motos, electrodomésticos de última tecnología, celulares, internet, televisión por cable, hasta comida llamada chatarra hecha con las sobras y piltrafas de comida que en los países ricos no comen, pero que si nos las venden. Con toda esta avalancha de mensajes de consumo, el dinero visto como la solución

a todos nuestros problemas, algunas de nuestras comunidades caen en la trampa de buscar la plata de cualquier manera. Para tal fin, el mercado, el mundo las sociedades llamadas “desarrolladas” para calmar sus carencias de equidad, de tranquilidad, de calidad de vida (aun con todo el dinero del mundo),demandando drogas ilícitas como la cocaína, heroína, drogas sintéticas, y nuevamente la marihuana. Este último producto por su alta demanda y rápida obtención, ha alcanzado altos precios en el mercado mundial lo que vuelve su cultivo más atractivo para la gente.

 Para este análisis es bueno tener en cuenta otras situaciones por las que atraviesa el país, es decir todos los y las colombianos especialmente los campesinos e indígenas, hemos tenido que luchar contra el propio mercado internacional, la llegada de productos y mercancías de otros países, más baratos de los que producimos en nuestro país lo que nos obliga a dejar de producir para tener que comprar, con la loca idea de que comprar más barato es mejor, pero sin saber que así mismo, las posibilidades de empleo, de producción son cada vez menores y vamos a terminar como China, donde la gente vende su trabajo por un sueldo de miseria.

 Es bueno recordar, que a los pueblos indígenas nos ha tocado luchar por mantenernos vivos y en dignidad desde hace más de 520 años, resistir el ataque de monarquías, gobiernos autoritarios, grupos con intereses económicos corruptos y narcotraficantes organizados en el poder, grupos armados, y el capitalismo salvaje, entre muchas otras formas de exterminio. Es necesario auto reconocer que siempre intentaran impedir nuestros sueños, por eso para luchar hay que reconocer que hay superar dificultades, amenazas y luchar contra la misma muerte. Es necesario hacer memoria para saber de dónde venimos, del porque luchamos y porque insistimos en cambiar la realidad por un mejor mañana para toda la comunidad, con una mirada de esperanza.

HISTORIA Y ORIGEN DE LOS CULTIVOS DE USO ILICITO EN NUESTROS TERRITORIOS ANCESTRALES.

Recordar entonces como testigos y víctimas, la afectación vivida en diferentes épocas de la historia de nuestra

comunidad: comenzando por la década de los 70, donde iniciaron los primeros grandes cultivos de marihuana en Colombia. Posteriormente en la década de los 80, surge otro fenómeno, el de la siembra de coca (nuestra planta sagrada) para fines ilícitos. Este flagelo fue más complejo que el anterior, pues de la mano de la producción se inició también la transformación con procesos químicos que afectaron la armonía natural de nuestro territorio. En los años 90 con la entrada del cultivo de amapola, se cumple la tercera etapa para intentar desestabilizar la vida de nuestros pueblos, auspiciada su siembra como en otras veces por actores armados en alianza con grandes narcotraficantes, concentraron su cultivo en nuestros sitios sagrados como paramos, bosques y montañas, causando un grave e irreparable daño a la madre tierra.

 Es necesario aclarar, que en ninguno de los anteriores casos se ha tenido la complacencia de las autoridades indígenas, o de la mayoría de nuestras comunidades, al contrario hemos sido víctimas del abandono estatal sistemático y de la ambición de personas externas a nuestra comunidad, que nos utilizan para llevar a cabo sus fines económicos y luego se marchan, dejando un gran daño. En este mismo sentido, mientras unos cuantos se aprovechan de la comunidad, el gobierno también arremete con señalamientos, estigmatizándonos de narcotraficantes, para así justificar su intervención en nuestros territorios para “solucionar el problema sumándole otro: La erradicación por medios manuales y el más dañino, con el uso de químicos que envenenan al aire, el agua, la tierra; matando la naturaleza, acabando con la comida de nuestras huertas, trayendo consigo más problemas económicos, sociales y la proliferación de enfermedades.

 REALIDADES QUE VIVIMOS HOY POR CULPA DE LOS CULTIVOS DE USO ILICITO:  MARIHUANA

Se escapa de nuestra observación la cantidad de invernaderos y bombillos instalados para este cultivo en el territorio; en Tacueyo por ejemplo se habla de más de 12.000 mil bombillos, que equivalen a tener aproximadamente: 2.500 casas más en el territorio. Este consumo desmedido de energía ha quemado 25 transformadores por sobrecarga, así como ha quemado muchos electrodomésticos en las casas por los bajones de energía ¡Y lo más irónico! Nos ha aumentado el valor de pago del recibo, ya que la energía que se utiliza, la toman de manera ilegal pero el gasto energético nos la cobra la empresa energética a todos, como si fuéramos los dueños.

También hay que decir que estos cultivos por su alto rendimiento, reclaman mejores condiciones para su cultivo: reclaman invernaderos mejores que muchas de las casas de nuestros comuneros; requieren un paquete de producción (fertilizantes y venenos entre otros) para lograr un óptimo desarrollo, pero a la vez los residuos de estos terminan envenenando la naturaleza, a las personas que trabajan en los cultivos, a nuestros vecinos, incluso hay muchas escuelas y colegios que no pueden dar clases por que el olor es tan fuerte que llega hasta los salones de clase (los salones de sus hijos, de nuestros hijos).

Económicamente, los altos precios con que compran estos productos créanlo que se llama una falsa economía, donde la gente aumenta sus ingresos rápidamente, pero así mismo aumentan sus gastos y sus deseos de obtener cosas materiales como: motos y carros generalmente torcidas, sin saber si alguien murió por quitarle la moto o cuanto trabajo le pudo haber costado obtenerla.

Irónicamente también aumenta la desnutrición y las enfermedades, al consumir comida chatarra de mala calidad, aumentan el consumo de alcohol, de drogas ilícitas. Vemos también un aumento de ferias y festivales, a tal punto que en el mismo territorio se produce y se expende aguardiente adulterado, todo esto como efecto del dinero llamado fácil, del dinero del narcotráfico, del cultivo de marihuana, cultivo que nos hace abandonar las actividades agropecuarias propias de nuestra región, lo que nos hace más dependientes de la comida que compra el dinero (mientras lo tengamos); Muchas personas e incluso familias enteras son contratadas para actividades de siembra, cuidado y procesamiento, haciendo que muchos niños y jóvenes se retiren de las escuelas y colegios por ganar dinero; otros no abandonan el colegio, pero lastimosamente se quedan generando problemas al interior, problemas tan graves que han tenido que ser atendidos por las autoridades tradicionales y la guardia indígena.

 Es necesario que la gente de se cuenta que no es casual, que los consumos de marihuana y otras sustancias psicoactivas hayan aumentado en las escuelas y colegios específicamente. Lo cierto es que los verdaderos narcotraficantes (los que compran los grandes cargamentos y los llevan a los lugares de consumo) a parte de buscar nuestros territorios para plantarlos, también busquen a nuestros jóvenes como mano de obra barata y de buen rendimiento, es decir, les interesa que nuestros jóvenes rompan su vínculo con la escuela, con la comunidad y la autoridad, para que sean simples trabajadores a destajo y que mejor que un trabajador que cobra barato, rinde y además se le puede pagar con lo mismo que produce.

SITUACIONES GRAVES HASTA AHORA DETECTADAS

Es alarmante ver los reportes que se envían desde el espacio educativo, salud, cabildos de familia este último evidencia de hecho, que el problema ya es grave y está a punto de salirse de nuestras manos si no actuamos, veamos:
Desde el espacio educativo en todos los colegios, los consumos de marihuana y bazuco son bastante altos, citando un solo ejemplo: En una sola institución educativa se tienen identificados más de 30 jóvenes consumidores. Se cuenta con un registro de 54 jóvenes desde los 11 años que han sido hallados consumiendo. Debemos agregar que durante los sucesos de detección y aplicación de remedio a los niños, y jóvenes, los docentes, directivos docentes, el cabildo indígena y hasta el movimiento juvenil (luego de charlas en la comunidad), han sido amenazados de muerte. Esto es un

hecho sumamente dramático si pensamos que los jóvenes son el futuro de la comunidad y ¿cuál será nuestro futuro si permitimos que por culpa del narcotráfico pierdan el respeto por la vida, la vida de los demás? No olvidemos que un joven que se sale de las manos de la familia, de la autoridad, de la comunidad ¿luego a donde va a parar? ¿A manos de quien y con qué fin? No olvidemos cuantos de nuestros jóvenes y familiares han perdido la vida o que hoy la desperdician al ser parte de la guerra y peor por trabajar para el narcotráfico, son hoy 150 comuneros que han sido hallados traficando, transportando drogas ilícitas y que hoy pagan cárcel, por un delito que no es nuestro, no es de nuestra comunidad, un delito que enriquece a otros.

Desde el sistema de salud, los datos reportados son los siguientes: Se evidencian consultas médicas por intoxicación (envenenamiento) de quienes trabajan en estos cultivos; casos de niños-as con problemas respiratorios, pues las mamas trabajan “desmoñando marihuana” lo que expone a niños menores de 5 años a “consumir” aunque de manera indirecta. También evidenciamos aquí los aumentos de intentos de suicidio, que a la fecha suman un total de 30 casos reportados. Son conocidos, pero poco reportados a las autoridades, casos de utilización de niñas para la prostitución, (evidentemente por dinero) y sumado a ello aumento de niños-as menores de 15 años que presentan enfermedades de transmisión sexual (sífilis y gonorrea); así mismo el aumento de niñas embarazadas y abortos que son detectados por problemas posteriores a su práctica.

Desde la familia se evidencia agudización de los problemas de violencia intrafamiliar, violencia física, sexual y psicológica, la pérdida de autoridades de los padres y madres sobre sus hijos, muchos jóvenes hoy gana más que sus padres y los desobedecen y agreden, y en otros casos se da la perdida de respecto de los hijos a los padres por que estos pierden su autoridad ya que trabajan en estos cultivos de uso ilícito y no son ejemplo, por otra junto a estos se ha incrementado el consumo de alcohol en nuestras comunidad, las fiestas y con ello la desintegración familiar y debilitamiento de nuestra identidad.

FINALMENTE, Esta grave situación de desarmonía territorial que atraviesa nuestra comunidad, ha impuesto una falsa economía que desaparecerá rápidamente y no será como el despertar de un sueño, lastimosamente para nuestra comunidad será una triste realidad, por el daño social, cultural y ambiental que ya está hecho. No olvidemos que el narcotráfico ha sido el combustible para la guerra que libran los actores armados en el país que de manera directa se nutren de estos recursos, porquese observa la permisividad (arriba y abajo) para que el negocio fluya y se vuelva cada día más lucrativo. No olvidemos cuantos muertos ha dejado este conflicto: MILCIADES TROCHEZ, SALATIEL MENDEZ, MAURICIO GIRON, VANACIO TAQUINAS y el mayor LISANDRO TENORIO, entre otros; así como la constante amenaza a líderes y autoridades tradicionales y comuneros de nuestros resguardos.

No perdamos nuestra malicia indígena, nosotros los NASAS no podemos girar alrededor de la marihuana como si fuera la solución a tantas de nuestras necesidades, siendo solo una de ellas la económica; no puede ser la plata más importante que producir comida sana para nuestros hijos, no podemos ser los que induzcamos a nuestros hijos a la adicción, al dinero fácil para luego tener que quejarnos por el aumento de la delincuencia, del fortalecimiento de los actores armados y del cuento de nunca acabar de la guerra, guerra donde solo ponemos jóvenes como “carne de cañón”, donde solo ponemos los muertos y hoy si no reflexionamos pondremos a una generación de adictos.

Es por esto que las autoridades tradicionales delegadas por la misma comunidad, hacen conocer estas graves dificultades que se vienen presentando de manera creciente en el territorio, que de continuar a este ritmo y en un corto tiempo se habrá entregado en bandeja de plata toda nuestra comunidad y toda la resistencia histórica construida a lo largo de más de 520 años, los 42 años de constitución del CRIC, el gran sueño del Padre Álvaro, la materialización del plan de vida Proyecto NASA, de una comunidad sana, alegre, sin vicios, sin politiquería y desmilitarizada habrá pasado a la historia, la habremos dejado pasar a la historia.

Al final, solo nuestras comunidades saldrán derrotadas, enfermas y divididas; con hijos e hijas drogadictos, además de sumidos en una miseria peor que antes.

 Toribio Cauca, resguardo Indígena de Tacueyó, 06 de octubre de 2013

AUTORIDADES TRADICIONALES DE LOS RESGUARDOS DE TORIBIO, TACUEYO Y SAN FRANCISCO ASOCIACION DE CABILDOS INDIGENAS DEL NORTE DE CAUCA ACIN

 

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