Desde las voces  de  las Autoridades Indígenas del Norte del Cauca que integramos la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca-ACIN  y CRIC,  con  profundo dolor rechazamos el asesinato de nuestros dos kiwe thegnas, y ratificamos nuestra posición política de autonomía y de lucha por la defensa de la vida y del territorio.

El país es conocedor de lo ocurrido en los territorios del pueblo nasa, saludamos las manifestaciones de rechazo que de diversos voces y sectores se han pronunciado frente a este hecho y el conflicto que  vive el país, por ello es nuestro deber  continuar  invitando   a que se mantengan los Diálogos de la Habana, porque estamos convencidos que este es el único camino posible para terminar con una guerra absurda que por más de 50 años ha dejado una huella imborrable en el país de sangre, lágrimas y víctimas.

Los pueblos indígenas históricamente hemos demostrado nuestra a apuesta a la paz, innumerables han sido nuestros gestos por la búsqueda a una salida política y negociada al conflicto armado, con vehemencia hemos respaldado la mesa de negociaciones de paz en la Habana y hemos planteado a toda la sociedad que cuenta con nosotros y nosotras para la paz, nunca para la guerra.  

Nuestro territorio  durante todos estos años ha sido escenario de múltiples acciones armadas, provocados por los distintos grupos en conflicto; hemos sufrido masacres, asesinatos selectivos, desplazamiento, confinamiento, torturas, violencias sexual a mujeres y niñas,  judicializaciones; confrontaciones armadas, que atentan contra  la vida,  el territorio y la autonomía, pese a ello actuamos en coherencia con nuestros principios, con la palabra, con nuestros bastones, con la fuerza de la unidad.

Las consecuencias de este conflicto va desde la destrucción de la madre tierra; a través de las instalaciones de las bases y campamentos militares, construcción  trincheras, instalación de las minas anti personal, abandono de los restos y  explosivos   de guerra en nuestros sitios sagrados entre otros;  Ocupación territorial; representada en la militarización de los territorios, lo que ha conllevado a una permanentemente violación a los Derechos Humanos e infracciones al derecho internacional humanitario,  hasta el despojo territorial; estrategia que se desarrolla a través de la entrega de los territorios por la vía de las concesiones mineras y la instalación de los diferentes mega proyectos de infraestructura y los llamados cultivos agroindustriales y Mega proyectos que se adelantan desconociendo los derechos fundamentales que tenemos como pueblos indígenas colocando en alto riesgo el carácter colectivo de los territorios indígenas. Y también  el despojo territorial  por la implementación e incremento de los cultivos de uso ilícitos que son promovidos como una economía para la guerra.
 

Como muestra de esta afectación en los últimos años desde 2012 al 2014 han sido asesinados 307 personas en nuestros territorios. Año tras año han asesinado mujeres, hombres, niños, jóvenes,  mayores en total impunidad. En el año 2009 fueron asesinadas 91 personas,  en el año 2010, 52,  en el  2011 fueron asesinadas  69, en el año 2012 fueron  asesinadas 79,  en el año  2013  14 personas  y  en lo trascurrido  en el año  2014  han sido asesinadas  8 personas, entre ellos maestros comunitarios, líderes y Kiwe Thegnas.  Todo esto evidencia un plan de exterminio de los diversos grupos armados  contra  los pueblos indígenas.
 
Esto ocurre  a pesar que el pueblo nasa es uno de los casos emblemáticos citados por la  Corte Constitucional en el Auto 004 de 2009, en el cual se advierte al Estado Colombiano sobre la urgencia de “La Protección de los derechos fundamentales de las personas y los pueblos indígenas desplazados por el conflicto armado o en riesgo de desplazamiento forzado, en el marco de la superación del estado de cosas inconstitucional declarado en la sentencia T-025 de 2004.”  

Ocurre  también a pesar  que el 14 de noviembre de 2011, la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de los miembros del Pueblo Nasa de los Resguardos Toribio, San Francisco, Tacueyó y Jambalo, originadas en la situación de alto riesgo de los miembros del pueblo indígena Nasa en estos cuatro resguardos del norte del departamento del Cauca.

Esto demuestra que no existe garantías reales  para los pueblos indígenas así como lo demás colombianos, colombianas, que la guerra no se ha ido de nuestros territorios y que la vida como pueblo continúa en riesgo.
Este hecho tan lamentable ocurre en medio  de los diálogos de la Habana frente a los cuales tenemos gran esperanza, más aun cuando las voces de las victimas están empezando a ser escuchadas lo cual valoramos como un gran paso.

Nuevamente somos agredidas por la acción de los grupos armados,  esta vez  por la guerrilla de la FARC, quienes de una manera cobarde el 5 de noviembre de 2014 asesinaron  dos  kiwe thegnas (guardias indígenas) del Pueblo Nasa: Daniel Coicué y Manuel Antonio Tumiña,  cuando realizaban  una acción legitima  y autónoma de control territorial, lo cual es un mandato comunitario que tanto las autoridades y kiwe thegnas deben dar cumpliendo en coherencia al principio de “mandar obedeciendo a la comunidad”.  Es de mencionar que en mandato comunitario de Toribio del 20 de Julio del 2011  las comunidades cansadas de la Guerra legislaron para que se realizaran actos de armonización y control territorial en procura de la defensa de la vida, el territorio y la autonomía.

La verdad sobre estos hechos no es la que han justificado en el comunicado del secretariado de la FARC, por el contrario, los Comuneros indígenas integrados a un comando de las FARC, instalaron vallas alusivas a la guerra en el territorio cerca a los centros educativos, esto conlleva a que la guardia solicitara el retiro de esta propaganda, dando un tiempo prudencial para ello, lo que no es acatado por el grupo, contrario a ello una vez cumplido el tiempo cuando la guardia hace el retiro de esta propaganda, los atacan indiscriminadamente con ráfagas de fusil, dejando un guardia herido, esto hace que la guardia reaccione y salga en busca de los atacantes quienes al sentirse perseguidos disparan a quema ropa asesinando a dos Kiwe Thegnas;  situación que conlleva a que la comunidad  en su decisión y  acción legitima de defensa de la vida,  tras el asesinato de los guardias indígenas a que procedieron a capturar a siete comuneros que contribuyen a la desarmonización del territorio, quienes actúan dentro de la estructura militares de la FARC y asumieron su responsabilidad frente a los hechos.  

Frente a la acción de la comunidad desarmada los miembros de la FARC amenazaron con  granadas, por que plantean “que tienen órdenes superiores para defender de enemigos que intenten desarmarlos o detener  la puesta de las vallas”. Asimismo las autoridades  en ejercicio del derecho propio   confiscaron  siete fusiles de las FARC porque con ellos asesinaron a nuestros kiwe thegnas y realizaron ataque  militar indiscriminado a la comunidad.
Tristemente entre los detenidos se encuentran dos menores de edad de nuestra comunidad,  lo que evidencia la estrategia sistemática  de  reclutamiento  forzado que se ha venido implementando por la FARC  en nuestros territorios, colocando nuestros  niños, niñas y  jóvenes para atacar a su propia comunidad.  

Sin duda, el asesinato de estos dos protectores del territorio  por parte de las FARC, representa  una agresión  contra el ejercicio de autonomía  de los pueblos indígenas   es un genocidio, una muestra más de su soberbia, de su autoritarismo, de su  inconsecuencia  porque en vez de defender los derechos del Pueblo como lo proclaman lo exterminan de manera cobarde, y de forma desvergonzada plantean que lo hicieron “porque la guardia indígena  los iba  desarmar”.

Frente a estos hechos que no pueden ser negados, ni justificados de ninguna manera,  ejercemos nuestro derecho ancestral y los derechos que nos asisten en la constitución  política nacional y la legislación internacional,   armonizaremos y aplicaremos remedio a los comuneros pertenecientes a las FARC responsables del asesinato de los guardias indígenas,  pese a las amenazas recibidas  el 7 de noviembre  a través  del comunicado atribuido a las FARC en que nos sentencia a muerte  declarándonos como objetivo militar, que aunque no lo reconocen el secretario de la FARC en su pronunciamiento  oficial justifica el hecho  con los mismo argumentos de dicho comunicado. Actuaremos una vez más  con la fuerza de la unidad,  protegidos por  nuestros espíritus  en correspondencia con nuestro principio de defensa de la vida, el territorio y la autonomía.  

 
Los pueblos indígenas como  pueblos de Paz, frente a estos hechos planteamos las siguientes exigencias y propuestas.   

Hacemos un llamado a la FARC y al gobierno nacional  a continuar los diálogos hasta llegar a un acuerdo que permita la solución del conflicto armado, que no se levanten de la mesa hasta no concluir este proceso.  Hay  que terminar la guerra. Todos y todas la estamos perdiendo.

Exigimos el cese biliteral al fuego como una condición indispensable para poder avanzar en este proceso y una  expresión de la voluntad real de PAZ.

Les exigimos el respecto al derecho internacional humanitario, exigimos respeto irrestricto  a la población civil, que cumplan las exigencias humanitarias que les hemos hecho reiteradamente, que terminen el reclutamiento forzado a los niños y niñas, las violencia sexual a las mujeres, el minado al territorio, el confinamiento de las comunidades.
Invitamos a todos los actores y sectores de la sociedad civil que junto a los pueblos indígenas, también debatamos y demos salidas a temas trascendentales  y estructurales del país como la minería, la reforma Agraria, los TLC, el modelo económico, la justicia y  reparación integral a las víctimas, para que la construcción  de la  propuesta de Paz  se a viable y duradera  para el País.

 
Señores de la guerrilla de la FARC y gobierno nacional entiendan que Colombia es más, mucho más, que la guerrilla y el ejército, y que la paz debe ser una construcción de todos y todas las colombianas.

Llamamos tanto a la guerrilla y el Gobierno Nacional cumplan en la práctica nuestras exigencias de respetar nuestra autonomía, libre autodeterminación, justicia y el gobierno propio de los pueblos indígenas, habitantes ancestrales de estos territorios.

 

TORIBIO- CAUCA NOVIEMBRE 9 DE 2014
CONSEJO REGIONAL INDIGENA DEL CAUCA – CRIC
ASOCIACION DE CABILDOS INDIGENAS DE LA ZONA NORTE DEL CAUCA -ACIN
ORGANIZACION NACIONAL INDIGENA DE COLOMBIA – ONIC