Publicado el Viernes, 09 Enero 2015 21:13
Dos escándalos, a partir de sátiras, en menos de dos meses en los que se ve atacada y amenazada la “libertad de expresión” de la “civilización occidental”. Lo más sano y evidente es asumir que no son coincidencias. Sony Pictures contra Kim Il Sung y uno directamente mortal y sangriento: terroristas eliminando infieles de Charlies Hebdo, a nombre de Islam….

No somos Charlies Hebdo, ni Kim Il Sung, ni terroristas asesinos eliminando infieles, ni sátiros irrespetuosos y arrogantes, somos, a consciencia, parte de Pueblos en Camino de liberarnos de regímenes ilegítimos al servicio de la codicia y de manipuladores y sus mensajes de muerte e intolerancia que ejercen el poder sobre el mundo y contra los pueblos que le estorbamos a su afán insaciable de poseerlo y controlarlo todo. Desde esta perspectiva compartimos palabras que abren los espacios de diversidad y vida al no dejarnos reclutar para la muerte con causas ajenas y falsas. Pueblos en Camino
 
                                           La “Libertad de Expresión” como estrategia: 

                                        La sátira, la sangre, el terror, el odio y el fascismo

Dos escándalos, a partir de sátiras, en menos de dos meses en los que se ve atacada y amenazada la “libertad de expresión” de la “civilización occidental”. Lo más sano y evidente es asumir que no son coincidencias. Sony Pictures contra Kim Il Sung y uno directamente mortal y sangriento: terroristas eliminando infieles de Charlies Hebdo, a nombre de Islam.
 
Primero Kim Il Kung, el líder de Corea del Norte es objeto de un atentado de Hollywood con un guión para matarlo físicamente y destruirlo en una sátira que lo denigra sin misericordia y consigue enormes cantidades de dinero en el proceso. El escándalo concluye, luego de que Sony, la transnacional que organiza y ejecuta el atentado, pretende retirar de circulación la película por amenazas que Corea del Norte niega, para, tras la intervención de Obama como vocero de la “libertad de expresión” amenazada y multiplicada de manera orquestada por todos los medios, pone de nuevo este engendro de la mediocridad política en cartelera y, gracias al escándalo gana Sony, gana la “libertad de expresión de occidente” y sus versiones manipuladas y el atentado virtual contra Kim Il Sung se legitima como un atentado real en ciernes y en curso.

Si entendimos bien, las “democracias occidentales” y el capital transnacional diseñan y ejecutan un atentado contra Kim Il Sung y terminan condenándolo a el y a su pueblo como victimarios, mientras se llenan de dinero los bolsillos y reclutan mayor odio y unidad contra el Nor Coreano. Reconocer esto no es defender al régimen Nor Coreano, ni a su líder, porque una cosa es lo que han montado en su contra y otra, la realidad que no aparece en todo este montaje.
 
En un segundo y terrible acontecimiento, se escala lo anterior. Esta vez, con un atentado en París contra Charlies Hebdo, medio que se dedica a la sátira agresiva e inmisericorde contra Islam. Un acto terrorista y asesino contra este medio, conduce a la reacción policial y muerte de los supuestos perpetradores, de modo que no se podrá conocer más que la versión oficial. Pero genera también, una unidad de criterio entre los que se asumen como civilización occidental contra Islam. La sátira que fue tratada con terror, se convierte en realidad que legitima el terror de la venganza.

El resultado de ambos hechos: la validación de la sátira del odio y del fascismo. Nosotras y nosotros, los que no somos fascistas. Los que no creemos en la fórmula de Samuel Huntington en su “Guerra de las Civilizaciones”, proclama ideológico-propagandística que justifica la guerra a muerte contra islam y los que tampoco creemos que la “limpieza de los infieles” sea nada distinto a lo mismo: actos en beneficio de la intención de reclutarnos a todas y todos en una agenda de eliminación de todos los diferentes. Nosotras y nosotros no somos Charlies Hebdo ni somos purificadores, ni somos Huntington. Por eso sabemos que los dos actos benefician la intención del odio, de la guerra total, del racismo. También sabemos que el reclutamiento del odio para el exterminio beneficia a quienes necesitan eliminar excedentes de población, controlar recursos escasos y desviar la atención sobre la crisis global del capital y la ilegitimidad de los regímenes nacionales y globales. El proceso de muerte y amenaza frente al que hay que sumarse a uno u otro odio, tiene como resultado a partir de la destrucción y de la muerte, del aniquilamiento de las consciencias y de las libertades, la superación violenta de la crisis del capital global por la vía de la guerra total y el despojo masivo que legitiman y promueven estos actos.

Si se trata de defender la libertad de expresión, ante estos actos no traguemos entero lo que los manipuladores y beneficiarios de la propaganda y del terror nos sirven en atentados repugnantes, sátiras, airados discursos, explicaciones prefabricadas, definiciones de nosotros y ellos y masacres que reiteran, legitiman y le sirven a este odio planificado, manipulable y terrible para negar la libertad, no sólo la de expresión sino la de vivir sin someternos a los intereses de los poderes, vengan de donde vengan. No somos Charlies Hebdo, ni Kim Il Sung, ni terroristas asesinos eliminando infieles, ni sátiros irrespetuosos y arrogantes, somos, a consciencia, Pueblos en Camino de liberarnos de regímenes ilegítimos al servicio de la codicia y de manipuladores y sus mensajes de muerte e intolerancia que ejercen el poder sobre el mundo y contra los pueblos que le estorbamos a su afán insaciable de poseerlo y controlarlo todo. Desde esta perspectiva compartimos palabras que abren los espacios de diversidad y vida al no dejarnos reclutar para la muerte con causas ajenas y falsas.

A continuación, apartes y vínculos a artículos indispensables de Santiago Alba Rico, Olmedo Beluche y José Alfredo Gutiérrez que invitamos a leer, compartir y ante todo debatir para reflexionar sin tragar entero porque hacerlo significa ni más ni menos dejarnos reclutar para la muerte que nos ordenan y prescriben.
pueblosencamino.org

Enero 9 de 2015

                                                Lo más peligroso es la islamofobia

Del yihadismo fascista no espero sino fanatismo, violencia y muerte. Me repugna, pero me da menos miedo que la reacción que precede -valga la paradoja einsteiniana- a sus crímenes. El “matad a todos los musulmanes” está de algún modo justificado por los intelectuales que “preparan la guerra civil europea” y por los propios políticos que responden a los crímenes con discursos populistas religiosos laicos. Cuando Hollande y Sarkozy hablan de “un atentado a los valores sagrados de Francia” para referirse a la libertad de expresión, están razonando del mismo modo que los asesinos de los redactores del Charlie Hebdo. No acepto que un francés me diga que defender los valores de Francia implica necesariamente defender la libertad de expresión. Por muy laica que se pretenda, esa lógica es siempre religiosa. No hay que defender Francia; hay que defender la libertad de expresión. Porque defender los valores de Francia es quizás defender la revolución francesa, pero también Termidor; es defender la Comuna, pero también los fusilamientos de Thiers; es defender a Zola, pero también al tribunal que condenó a Dreyfus; es defender a Simone Weil y René Char, pero también el colaboracionismo de Vichy; es defender a Sartre, pero también las torturas de la OAS y el genocidio colonial; es defender mayo del 68, pero también los bombardeos de Argel, Damasco, Indochina y más recientemente Libia y Mali. Es defender ahora, frente al fascismo islamista, la igualdad ante la ley, la democracia, la libertad de expresión, la tolerancia y la ética, pero también defender la destrucción de todo eso en nombre de los valores de Francia. Da mucho miedo oír hablar de “los valores de Francia”, “de la grandeza de Francia”, de ”la defensa de Francia”. O defendemos la libertad de expresión o defendemos los valores de Francia. Defender la libertad de expresión -y la igualdad, la fraternidad y la libertad- es defender a la humanidad entera, viva donde viva y crea en el dios que crea. La frase de “los valores de Francia” pronunciada por Le Pen, Hollande, Sarkozy o Renaud Camus no se distingue en nada de la frase “los valores del islam” pronunciada por Abu Bakr Al-Baghdadi. Son en realidad el mismo discurso frente a frente, legitimado por su propia reacción asesina, que bombardea inocentes en un lado y ametralla inocentes en el otro. Pierden los de siempre, los que pierden cuando dos fascismos no dejan en medio ni el más pequeño resquicio para el derecho, la ética y la democracia: los de abajo, los de al lado, los pequeños, los sensatos. De eso sabemos mucho en Europa, cuyos grandes “valores” produjeron el colonialismo, el nazismo, el estalinismo, el sionismo y el bombardeo humanitario. Leer texto completo

Santiago Alba Rico

rebelion.org
Enero 8 de 2015

            Sobre la “libertad de expresión” y otro  “valores democráticos occidentales”

¿Eran las caricaturas de la revista “Chalie Hebdo” una burla inocente, una forma impoluta de reflexión ciudadana? ¿O esas caricaturas son parte de un andamiaje ideológico para justificar las agresiones imperialistas del gobierno francés y la Unión Europea y la OTAN contra países de mayoría musulmana? ¿Esos chistecitos no fomentaban los prejuicios del ciudadano francés para que vote a favor de políticos que luego mandan aviones y misiles a matar gente en Medio Oriente o África, en defensa de los “valores occidentales”, pero los valores de las Bolsas de Valores y sus empresas?
 
El problema de acciones terroristas como la de ayer es que alienta a que se den golpes de pecho, y apelen a los “valores” “democráticos” “civilizados” y “laicos” de “occidente”, grandísimos criminales y asesinos como Obama, Hollande, Merkel y demás gobernantes de las potencias del norte. Y, lo que es peor, que haya gente que les crea, entre ellos, muchos de “izquierda” bien intencionada. Leer texto completo
Olmedo Beluche (especial para argenpress.info)
Enero 8 de 2015 

                               Je ne suis pas Charlie (Yo no soy Charlie)
 
Miles de personas, comprensiblemente afectadas por este atentado, han circulado mensajes en francés diciendo “Je suis Charlie” (Yo soy Charlie), como si este mensaje fuera el último grito en la defensa de la libertad. Pues bien, yo no soy Charlie. No me identifico con la representación degradante y “caricaturesca” que hace del mundo islámico, en plena época de la llamada “Guerra contra el Terrorismo”, con toda la carga racista y colonialista que esto conlleva. No puedo ver con buena cara esa constante agresión simbólica que tiene como contrapartida una agresión física y real, mediante los bombardeos y ocupaciones militares a países pertenecientes a este horizonte cultural. Tampoco puedo ver con buenos ojos estas caricaturas y sus textos ofensivos, cuando los árabes son uno de los sectores más marginados, empobrecidos y explotados de la sociedad francesa, que han recibido históricamente un trato brutal: no se me olvida que en el metro de París, a comienzos de los ‘60, la policía masacró a palos a 200 argelinos por demandar el fin de la ocupación francesa de su país, que ya había dejado un saldo estimado de un millón de “incivilizados” árabes muertos. No se trata de inocentes caricaturas hechas por libre pensadores, sino que se trata de mensajes, producidos desde los medios de comunicación de masas (si, aunque pose de alternativo Charlie Hebdo pertenece a los medios de masas), cargados de estereotipos y odios, que refuerzan un discurso que entiende a los árabes como bárbaros a los cuales hay que contener, desarraigar, controlar, reprimir, oprimir y exterminar. Leer texto completo
 
Tercera
Artículos de Opinión | José Antonio Gutiérrez D. | 08-01-2015
http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article79645