El 21 de febrero de 2005 nuestra Comunidad de Paz de San José de Apartadó vivió uno de sus momentos más dolorosos cuando fueron masacrados 7 de sus miembros y un campesino del vecindario, entre ellos su líder histórico LUIS EDUARDO GUERRA y 3 niños de corta edad, siendo todos descuartizados por el Ejército Nacional (Batallón Vélez – Brigada XVII) en compañía de un bloque paramilitar. 

 

En los 10 años transcurridos hemos conmemorado estos luctuosos hechos con peregrinaciones al lugar de la masacre, actos religiosos y ejercicios de memoria. En este décimo aniversario nos sorprendió encontrar al Ejército invadiendo uno de los espacios de la masacre como si fuera de su propiedad. Otras agresiones rodearon este luctuoso aniversario de lo cual dejamos constancia para la historia:

El miércoles 18 de febrero de 2015, hacia las 9:25 horas, un miembro de nuestra Comunidad de Paz, quien se encontraba en el centro poblado de Apartadó, fue abordado por dos sujetos, quienes le manifestaron que tenían un plan de asesinar a tres habitantes de San José de Apartado y le pidieron que colaborara con información ya que había una buena suma de dinero para pagarla.

El jueves 19 de febrero de 2015, hacia las 7:10 horas, tropas del Ejército  pertenecientes a la Brigada Móvil 24 acampadas en la propiedad privada de la Comunidad de Paz en la vereda la Resbalosa, detuvieron por varios minutos a un miembro de nuestra Comunidad de Paz, a quien le pidieron darles información sobre unareunión que la Comunidad de Paz realizaría en la zona y que además debía de darles información sobre el paradero de la guerrilla.

   
El viernes 20 de febrero de 2015, la comunidad realizó un acto simbólico en la propiedad de Luis Eduardo Guerra, lugar al cual se dirigía Luis Eduardo el 21 de febrero de2005 cuando fue detenido por el Ejército, torturado y asesinado por bestias humanas sedientas de sangre e inundadas de perversidad, quienes actuaban en nombre y con la autoridad del criminal Estado Colombiano.

El sábado 21 de febrero de 2015, mientras miembros de nuestra Comunidad de Paz y acompañantes de varios países y organizaciones internacionales y nacionales se trasladaban a la vereda la Resbalosa, más exactamente junto a las fosas donde fue perpetrada la masacre el 21 de febrero de 2005, se encontraron  con tropas del Ejército al mando de un supuesto Capitán Martínez, quienes ya llevaban 3 días pernotando en el lugar de forma ilegal pero alegaban que estaban “de paso”. La Comunidad procedió a pedirles que se retiraran de los espacios propiedad privada de la Comunidad de Paz, a lo que uno de los militares respondió con agresividad aseverando que ellos podían estar donde les diera la gana, declarando que dieran gracias que ellos estaban tranquilos, de lo contrario no responderían por nadie; dicho sujeto estaba encapuchado y no quiso destapar su rostro pese a que se le recordó que estaba violando así la Constitución y la Ley. Los integrantes de dicha tropa no portaban las insignias e identificaciones de ley y no quisieron siquiera identificar su unidad de pertenencia. Todo daba a entender que eran de la Brigada Móvil 24. Al recordarles las sentencias que los obligan a identificarse plenamente, alegaban conocerlas pero las violaban de manera cínica. Protestaban por ser fotografiados y filmados pero no tuvieron explicación alguna sobre la conducta de sus altos mandos quienes siempre niegan tener tropas en los sitios donde cometen barbaridades, lo que hace que las fotos que se les tomen cuando están perpetrando delitos es la única manera de probarles la ilegalidad de sus procederes.

El lunes 23 de febrero de 2015, hacia las 8:00 horas, fueron abordados varios pobladores de Nuevo Antioquia, por reconocidos paramilitares quienes manifestaron que necesitan 5.000 personas que trabajen con ellos, y que seria a través de las minas de carbón que dentro de poco tiempo empezarían a funcionar en el sector de Quebrada Las Minas en el corregimiento de Nuevo Antioquia.

Con ocasión de este luctuoso aniversario hemos recibido numerosos mensajes de comunidades y personas de muchos lugares del mundo quienes nos han reiterado su solidaridad con nuestra lucha. Agradecemos de corazón su acompañamiento y fuerza moral y les reiteramos nuestro compromiso de no claudicar de nuestros principios.

Comunidad de Paz de San José de Apartadó
Febrero 23 de 2015