Los líderes Félix Díaz y Jorge Palomo de las comunidades Qom y Wichi de Formosa se hicieron presentes el pasado jueves en el ISFD n° 45 de Haedo. Recibieron una gran cantidad de donaciones y realizaron una charla-debate ante un masivo auditorio de estudiantes. Usurpación de tierras, muertes por represión e intoxicación, invisibilización y maltrato fueron algunas de las injusticias que denunciaron, acompañadas de emotivos testimonios.

 
Entre docentes y estudiantes del instituto se logró juntar una gran cantidad de ropa, alimentos no perecederos y agua mineral destinados a sostener la lucha de estas comunidades, en lo que constituyó una enorme muestra de solidaridad estudiantil.
 
 
Hace más de tres meses que mantienen un acampe en la avenida 9 de Julio de Capital Federal en reclamo de la devolución de sus territorios ancestrales, el cumplimiento de los acuerdos firmados en el 2011 junto sus con derechos constitucionales y el fin de la represión y de la persecución a las comunidades. Una lucha que los enfrenta a enemigos enormemente poderosos, grandes multinacionales que cuentan con la complicidad del Estado, los distintos gobiernos y sus respectivas fuerzas represivas.
 
Hace un tiempo vienen sufriendo ataques, como una bomba incendiaria arrojada desde una moto sin patente hacia el acampe, o los destrozos en la RADIO QOM. En marzo de este año también salió a la luz cómo el gobernador de Formosa Gildo Insfrán espiaba ilegalmente y perseguía a Félix Díaz y a miembros de la comunidad Qom.
 
En este momento estas comunidades están convocando a un encuentro que reunirá a representantes de distintos pueblos originarios del país e internacionales a fines de mayo, en donde buscaran elaborar un documento común.
 
Desde La Izquierda Diario entrevistamos a Félix Díaz y Palomo, líderes de las comunidades Qom y Wichi.
 
¿Cuál es la situación actual de las comunidades y que es lo que reclaman?
 
Felix Diaz: Fue en el año 2010 cuando empezó nuestra lucha. Una empresa minera estaba instalada en el territorio de la comunidad desde el año 2006. Durante el 2009 y el 2010 murieron alrededor de 65 indígenas por intoxicación con Glifosato (herbicida utilizado para fumigar la soja). La mayoría de las comunidades no están preparadas, viven en situaciones muy precarias, sus viviendas no están revocadas y utilizan material de palma. Los fumigadores de soja rocían veneno en los techos y cuando llueve ellos juntan el agua que se acumula con baldes para tomarla, eso agiliza la muerte. La mayoría tiene tuberculosis.
 
Esta denuncia la hice en el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. La UBA me pidió que trajera el agua para hacer un análisis y se comprobó que estaba contaminada. Pero sorpresivamente la UBA se terminó negando a realizar el estudio porque tenían miedo, ya que Monsanto está pagando una gran parte de la institución (NdE: se refiere a los convenios entre la empresa Monsanto, el CONICET y la Facultad de Agronomía).
 
El mismo Estado donó 90 mil pesos para levantar molinos de viento, le entregó al INTA las cuestiones técnicas para instalar el agua a favor de la comunidad, pero éste se robó el presupuesto y cuando lo denunciamos nos piden la documentación. Nos piden pruebas de las injusticias que padecemos día a día, es una lucha que no termina.
 
Cuando nos quemaron las casas el Estado dijo que era porque estamos usurpando tierras. Estamos ocupando tierras que fueron de nuestros ancestros. Tanto el gobierno nacional como el provincial las reconocieron como tierras indígenas.
 
En el año 2010 fuimos expulsados, hubo una represión terrible que sufrieron nuestros miembros de la comunidad. Por eso nosotros no tenemos miedo a hablar a las autoridades que tienen responsabilidad con esto, porque no estamos haciendo esto para dañar la imagen de un gobernante. Lo que estamos viendo es que hay violación de derechos humanos y no puede ser que en Argentina no se están haciendo cargo de esta problemática por un interés económico, porque la soja es un producto que genera muchos recursos económicos para el país, pero para la población indígena no genera ningún beneficio.
 
¿Cómo piensan los pueblos originarios continuar con esta lucha?
 
Palomo: Por ahora nosotros estamos en un proceso de visibilizar las injusticias que padecemos hace muchísimos años, nosotros siempre decimos que padecemos esa injusticia porque no se ha cumplido lo que está establecido en la Constitución, convenios y tratados internacionales que no se aplican y nosotros sufrimos las consecuencias.
 
Felix Diaz: La lucha va a seguir porque creo que es una lucha muy importante a nivel nacional, estamos tratando de convocar a muchos líderes indígenas del país para que se sumen y exigir el cumplimiento de los derechos que ya están establecidos. Que se unifique la lucha del pueblo indígena a nivel nacional porque sabemos que esa es la única manera de lograr la devolución de los territorios.
 
En la charla mencionaban que van a ser parte de un encuentro de comunidades originarias ¿Nos podrías contar mejor de que se trata? ¿Qué días se va a hacer y quiénes van a participar?
 
Felix Diaz: Del 27 al 29 de mayo acá en Capital Federal estamos convocando a un encuentro al que ya están adhiriendo muchos líderes indígenas del país. Como es el caso del sur que tiene un problema gravísimo como el tema de las multinacionales, las petroleras como el Apache, Chevrón. En la zona de Jujuy también tienen problemas con el litio y los desmontes. En la zona centro se está produciendo la contaminación ambiental como el caso de la soja transgénica. Y el caso de Misiones, Posadas, donde viven los pueblos guaraníes que también están teniendo graves problemas por la represa que se está construyendo en esa región.
 
Palomo: La idea es compartir con nuestros hermanos, porque estamos como dijimos en un proceso de visibilización. Ahí se va a saber en qué situación estamos como indígenas a nivel de país. Vamos a tener la visita de algunos referentes internacionales, ya sea como hermanos de Perú, hermanos de Chile y de Bolivia que seguramente van a compartir sus experiencias.
 
Están todos invitados aquellos que puedan hacer sus aportes, sobre todo en las decisiones. En la última reunión se va a tratar de sacar algo de esos encuentros, porque la idea es no solo encontrarnos, no solo mostrar nuestra situación como indígenas, sino también sacar algo de ahí ya sea una denuncia, un pronunciamiento. Ahí vamos a necesitar la participación de otras organizaciones.
 
¿Hace cuanto que están resistiendo en el acampe y cómo podemos llevar nuestra solidaridad?
 
Palomo: Ahora estamos hace más de 94 días en el acampe y la verdad es que es muy difícil estar ahí primero porque uno corre riesgo de enfermarse y hay niños.
 
Segundo, es difícil porque hemos dejado a nuestra familia y cuando hablamos de que un hermano extraña a su familia hablamos de la parte afectiva. Tercero porque no sabemos que nos puede pasar. Y cuarto porque nos perturba el ruido del tránsito, para nosotros no es nuestro ámbito natural porque venimos de uno muy silencioso.
 
Ahora estamos necesitando agua sobre todo y algunos abrigos para los chicos, hay niños y ancianos que nos preocupan mucho porque para esta época se viene el tema de la gripe.
 
Así que están invitados sobre todo para tratar y profundizarse más sobre los motivos de este acampe, por lo que vemos no hay mucha información todavía, hay muchas organizaciones y personas que no saben cuál es la razón del acampe.